𝟎𝟔| 𝚂𝚞𝚜𝚞𝚛𝚛𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝙰𝚖𝚘𝚛

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En unas cuantas semanas sería el baile de invierno. Todos estaban poniéndose de acuerdo con los horarios y la decoración para el salón. La emoción se palpaba en el aire, y las conversaciones giraban en torno a los preparativos.

Cuando Saanvi llegó a casa, notó una figura sentada junto a una maceta al lado de su casa. Caminó hasta distinguir mejor la silueta. Era Darly.

—Hola —dijo el castaño, poniéndose de pie al verla llegar.

—¿Sucede algo? —preguntó Saanvi, con una mezcla de sorpresa y curiosidad.

—Solo quería verte. Sabía que aún no llegabas y decidí esperar —respondió Darly, acercándose a ella. Saanvi dio un paso atrás, sintiendo una mezcla de emociones.

—Darly, yo… —comenzó a decir, pero fue interrumpida.

—No digas nada —Darly dio otro paso al frente, tomando a Saanvi por la cintura y acercándola a él. La abrazó con fuerza, transmitiendo calidez y seguridad.

—Darly, eres una persona increíble y valoro mucho nuestra amistad. Pero… —hizo una pausa, levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Darly—. Mis sentimientos por ti no van más allá de eso. No quiero que te hagas ilusiones o que pienses que hay una posibilidad de algo más entre nosotros.

Darly asintió lentamente, procesando sus palabras. Aunque su corazón se encogía, trató de mantener la compostura.

—No importa. Aprecio tu honestidad.

Saanvi le tomó la mano, apretándola con cariño.

—Espero que podamos seguir siendo amigos.

Darly sonrió, aunque sus ojos brillaban con una tristeza contenida.

—Siempre seré tu amigo, Saanvi. No te preocupes por eso. Solo necesito un poco de tiempo para acostumbrarme a la idea.

Al poco tiempo, Darly se retiró. Darly se lo tomó con calma; sabía bien cuáles eran los sentimientos de Saanvi y no iba a obligarla a nada. Sin embargo, no iba a darse por vencido tan rápido.

Más tarde esa noche, Saanvi estaba acostada en su cama, escuchando música, cuando notó una sombra frente a su ventana. Se levantó rápidamente para averiguar de quién se trataba. Al abrir la ventana, se encontró con un chico de cabello dorado.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó sorprendida

—Estoy aburrido —respondió Billy, entrando a la habitación como si nada. Mantuvo su rostro parcialmente oculto, no quería que Saanvi viera sus ojos llorosos.

Billy había discutido con su padre, y la pelea había sido tan intensa que había terminado llorando de rabia. Lo único que se le ocurrió para calmarse fue ir a ver a Saanvi. Sabía que su presencia lo tranquilizaría. Mientras Saanvi lo observaba con preocupación, Billy comenzó a mirar las decoraciones de la habitación. Era la primera vez que entraba allí.

—¿Aburrido? —preguntó con suavidad, su voz cargada de una mezcla de curiosidad y temor. Sabía que algo le estaba pasando, algo que él no quería compartir. Sus ojos, normalmente llenos de intimidad, ahora parecían perdidos en un mar de pensamientos oscuros.

Él no respondió de inmediato. Sus manos jugaban nerviosamente con un hilo suelto de su chaqueta, y su mirada seguía fija en el suelo. La castaña, sintiendo la distancia que se había creado entre ellos, decidió actuar. Con sus pequeñas manos, lo tomó del rostro, obligándolo a mirarla.

𝗠𝗶 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗔𝗺𝗼𝗿; Billy HargroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora