Fue constantemente acosada durante su adolescencia y nadie hizo nada al respecto. Después de todo, ella tenia una mala reputación.
Todos la habían visto desnuda. Se acostaba con cualquiera que se le pusiera al frente....
O eso es lo que las historia...
Sabía que había sido compañero de Kacchan en la escuela media, lo había oído decir el nombre del establecimiento. Pero ahora, gracias a Kirishima, también sabía su nombre: Heizu Kurayami.
Según la información que recolectó de los servidores de la U.A., el pelinegro había sido dado de baja de la universidad hace algo más de un mes. Al parecer por "Conductas que atentaban contra el bienestar de la comunidad universitaria". No sabía que había hecho con exactitud, pero de una mierda como esa, nada le sorprendería.
Luego de varias averiguaciones, logró dar con la ubicación del maldito. Trabajaba como guardia un club nocturno.
...
Aquella noche lo vió a lo lejos. Se encontraba a las afueras del club, en un callejón. Alguien le daba dinero y él le entregaba un pequeño paquete. Estaba vendiendo algo.
Izuku acomodó la capucha de su chaqueta y cubrió su pecoso rostro con una bandana mientras se acercaba al tipo.
-Que te diviertas- Oyó que le decía a aquel hombre que le había comprado lo que fuera que vendiese.
-Quisiera comprar- Habló firmemente al guardia.
Aquellos grises ojos lo observaron detenidamente -Lárgate- Espetó este.
-Tengo el dinero- Insistió mientras mostraba un fajo de billetes en su mano.
El pelinegro quiso tomar el dinero, sin embargo Izuku apartó sus mano antes de que lo hiciera. -¿Qué tan bueno es?- Preguntó mientras guardaba los billetes en su bolsillo.
-Bastante bueno- Respondió Kurayami. -Con dos píldoras, en un par de horas no podrá moverse-
¿Moverse? Se cuestionó el pecoso. ¿Acaso le había dado eso a Kacchan? -¿Cómo lo puedes asegurar?-
-¿Lo quieres o no?- Habló fastidiado.
-Si, si. Solo quiero asegurarme que es lo que busco-
-Te puedo asegurar que incluso la chica más ruda quedará indefensa ante ti, y podrás hacer lo que quieras con ella- Sonrió
Midoriya sintió asco de sólo oírlo. -El golpe en tu frente parece decir lo contrario-
-Fue un descuido de mi parte- Habló mientras tocaba el parche de su frente. -Era ruda y quería oír sus gemidos y sollozos. Así que esperé que el efecto pasara un momento para comenzar a divertirme con la rubia. Pero si lo usas de inmediato no te dará problemas-
Izuku apretó fuertemente su puño producto de la ira, quería romperle la cara a ese maldito. -Me convenciste, dame dos píldoras- Habló mientras sacaba nuevamente el dinero.
El hombre lo tomó y se dispuso a sacar el producto. En un movimiento rápido, el peliverde lo tackleó, haciendo que su cabeza chocara contra el muro y cayera sentado al piso.
-¡Agh!- Se quejó este en el piso -¡Hijo de...!- No terminó de hablar, observó sorprendido al hombre que lo había derribado.
Izuku se quitó la capucha y bajó la bandana dejando ver su verde cabello y pecoso rostro. -¡¿Sabes quien soy?! ¡Pedazo de mierda!- Gruñó mientras le daba una fuerte patada en el rostro, dejando inconsciente al pelinegro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
