๑ ‧˚ 𝑪𝑰𝑮𝑨𝑹𝑬𝑻𝑻𝑬 ๑˚₊

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- ¿Te lio un porro o qué? - Pregunta Kunikuzushi preparando ya el papel y la hierba para comenzar a liarlo.

- Ya sabes que sí, Kuni.

- ¿Cuándo te va a quedar claro que dejes de llamarme Kuni, joder? Esa etapa de niño buenecito ya se fue a tomar por culo. - Rio suavemente ante el comentario de Scaramouche.

Observo un momento su habitación mientras termina de preparar el cigarro. Discos de vinilos de diferentes bandas de rock decoran la pared, junto a diferentes posters de Nirvana, AC-DC, Metallica ,entre otros, y de sus animes favoritos como Death Note, Ergo Proxy y Attack on Titan. Unas luces led tiñen por completo de azul la habitación, dándole un ambiente más cargado a esta. "Friends" de Chase Atlantic suena por el tocadiscos color negro.

- ¿Te sientes mejor por lo de... Eso?

Me limito a no contestar. Pese a que haya pasado seis meses de lo de Tomo, no consigo recomponerme. Cada vez que me acuerdo de él, que lo mencionan, pasear por sitios a los que íbamos... No puedo evitar ponerme a llorar, sentirme culpable por su muerte. Podría haberlo evitado, podría haberle convencido de que no se enfrentara a la chica más conflictiva de la ciudad, Raiden. Podría haber hecho tantas cosas para pararle... Pero solo lo llevé a un destino fatal.

- Eh, que no se te vuele la cabeza por eso. - Scara me sacude levemente por los hombros -. No fue tu culpa, ¿vale? Él se lo buscó, y sabiendo lo terco que era, no podrías haberlo convencido.

- ¿Tú qué sabes, Scara? Si lo hubiera intentado, tal vez habría cambiado algo. Pero no hice nada para solucionarlo. Ojalá hubiera muerto yo en su lugar.

El peliazul me agarra con fuerza del cuello y atrae mi rostro a escasos centímetros de la suya. Suelto un quejido gutural sin querer. Su nariz está cerca de rozar la mía. Me sorprendo bruscamente ante su rabia y siento mi corazón latir a toda velocidad.

- No te atrevas a repetir eso si no quieres que te mate yo, ¿entendido? Deja de echarte la culpa de algo que se lo ha buscado él. - Evito su mirada penetrante y amenazadora en mí.

Scara suspira y aleja su mano de mi cuello. No sé qué pensar al respecto, creo que simplemente es mejor no pensar en ello, y para hacerlo necesito uno de esos.

Finalmente termina los porros y me tiende uno. Agarra un mechero y enciende los dos a la vez, acercando su rostro al mío de nuevo. Me pone nervioso que su rostro se acerque tanto al mío, pero no es desagradable.

O tal vez solo me pone.

Le doy una calada y expulso el humo, viniéndome así el olor característico de este. Me echo para atrás en la cama desordenada, mirando al techo y sintiendo como la hierba se cuela por mi sistema.

La tormenta que sentía en mi cabeza y la ansiedad que estaba comenzando a desarrollar desaparecen por completo, haciendo llegar un sentimiento mucho más placentero, más relajante. Le pego otra calada.

- ¿Qué es?

- Marihuana. Está buena, ¿eh? - Asiento con una sonrisa boba - La conseguí de un tío cerca de la tienda donde trabajo. Es de buena calidad.

- Se nota. Le doy dos caladas y estoy ciego ya. - Ambos nos empezamos a reír sin razón alguna -. Por cierto, ¿qué tal con Tartaglia?

- ¿Con Childe? Una puta mierda. Es imbécil, no sabe hacer nada y ya se cree el dueño de la tienda cuando es nuevo. De verdad, solo espero que se lo manden a otro, es un completo gilipollas. ¿¡Sabes lo peor!? ¡Que es mayor que nosotros, pero eso no lo hace el rey del puto mundo, joder! - Le mete una calada al porro, ya casi acabado.

Río sin control sobre su queja mientras también le doy una calada. Dios, es increíble lo rápido que me ha relajado. Es cierto que he probado más fuertes, pero ninguno me había relajado tanto. Me siento en el cielo. Scara finalmente acaba riéndose levemente por su comentario.