« Introducción ».

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La vida es difícil, lo sé. Todos, alguna vez, sufrimos decaídas; aún así, supimos como levantarnos y seguir adelante. Sabíamos que ese mal momento acabaría en un par minutos, horas, días.

Eso es lo que me pasó a mí. Creí que éste mal que nos estaba acechando se iría en cuando mis ojos se cerrasen, pero no fue así.

Tengo dieciocho años y la historia continúa.

No hay cura, no hay arreglo para éste mal, no hay vida; o eso es lo que creía...

Ningún adulto -hace años atrás- pensó que sus hijos tendrían tal futuro. Todo era perfecto, la "felicidad" reinaba: los hombres, también algunas mujeres, iban a trabajar, algunas esposas se quedaban en la casa cocinando, los niños partían al colegio... Era normal, un día como cualquier otro, o todos pensaban eso.

La inseguridad seguía rondando, quizá esa fue la razón por la cual lanzaron esa bomba. A ésa edad, mis once años, pensé que querían acabar con los ladrones y las personas que eran malas con ésa bomba que detonó en mi lugar de origen, pero... ¿por qué matarían a todos los humanos? Era muy pequeña para entender que se trataba sólo de una venganza, ahora comprendo todo, ahora entiendo que el odio no acabó.

La tercera guerra mundial fue un fracaso, que nuevamente, todos tuvimos que pagar por ella.

Los líderes y muy estúpidos que quisieron atacar a Estados Unidos con la maldita bomba que arrasó con toda la mayoría de la vida humana, no pensaron en lo que vendría después, claro que no.

Los muertos... no permanecieron así; volvieron a la vida, como zombies, pero eran inteligentes, no, perdón, son inteligentes.

Algunos sólo caminan lento en busca de alimento, otros lograron adaptarse a las nuevas condiciones de vida y así como nosotros luchamos para sobrevivir, ellos luchan para acabar con nuestras vidas. ¡Saben manejar una maldita arma! ¿Cómo es eso posible? ¡No tengo idea!

Hace poco descubrimos que había otra versión de ellos, no... éstos no manejan un tanque de guerra; son animales. ¡Mutaron también! Da asco, miedo y tristeza a la vez.

La vida como nosotros la conocíamos cambió completamente, nosotros también tuvimos que adaptarnos a éste nuevo estilo de vida. Fue difícil, perdimos muchos amigos, familiares... morimos de hambre, sed y sueño, nuestras vidas estuvieron en peligro muchas veces, hasta que lo encontramos. Un Refugio, un nuevo hogar donde poder comenzar otra vez...


Mi nombre es Isabella y sí, estoy viviendo un Apocalipsis Zombie; ésta es mi historia.


«Comenzar de nuevo».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora