THE INFERNO - CAPÌTULO 9

350 42 16
                                    

Me acurruqué profundamente en los brazos de Jung-kook, sonriendo al sentirlos apretarse alrededor de mi cuerpo. Me dolía, pero no podía recordar por qué. Sabía que habíamos tenido sexo recientemente, pero no era ese tipo de dolor. Me besó en mi sien y suspiré. Su cuerpo es tan cálido, no quería volver a irme.

—Bien, ciertamente esto es mucho mejor a que ustedes dos traten de matarse entre sí —dijo mi abuela alegremente.

Mis ojos se abrieron de golpe, miré alrededor en total confusión. No estábamos en casa. Estábamos recostados sobre una estera en el piso del Templo de la Primavera y la abuela estaba de pie frente a nosotros sonriendo. Miré de nuevo a Jung-kook, pero parecía como si él supiera qué estaba pasando.

—¿Cómo te sientes, cariño? —Me preguntó la abuela, mientras tocaba con su mano mi frente.

Di un respingo cuando me di cuenta que no dolió cuando me tocó. Esperé a que alguno de ellos me explicara qué estaba pasando, pero ellos se mantenían evaluándome como si fuera un paciente en el hospital quien no se daba cuenta de lo enfermo que está.

—¿Qué está pasando? —Pregunté, saliendo de su abrazo lo suficiente para verlo completamente.

—¿Cuánto recuerdas acerca del jueves en la noche? —Jung-kook me preguntó.

Lo pensé por un momento y los recuerdos empezaron a salir. Recordé que había huido de la casa de Jung-kook por el reporte del asesinato de mis padres, también recordé sentirme morir en mi departamento delante de Tae y finalmente haber colapsado en la mesa de la cocina.

Una vez que empecé a recordar, fue como si una exclusa hubiera sido abierta para inundarlo todo. Las palabras escritas sobre las páginas quemaban el interior de mi cráneo, describían con detalle lo que había olvidado de su asesinato o más bien lo que nunca supe acerca de eso. De repente todo se llenó de imágenes a color detrás de mis parpados, estaba seguro de nunca olvidar lo que había visto. Jung-kook había conseguido los reportes de aquél chico mortal Taehyun. Ellos estaban en esto juntos. Y no sabía ni cómo, ni por qué. Lo único que sabía era que él no tenía ningún derecho a involucrarse en algo en lo que no había tenido nada que ver, sino que más bien, estaba relacionado con sus padres.

Empecé a tomar aire, tratando de obtener la energía suficiente para comenzar a gritarle una vez más, tal y como lo había hecho antes de alejarme de él furioso, pero la abuela vio lo que estaba intentando hacer y chasqueó su lengua hacia mí.

—No te atrevas a empezar de nuevo, Park Jimin. Tu temperamento es lo que te condujo aquí en primer lugar. No voy a tolerar una más. Tienes suerte de que aún estés con vida y de que no hayas matado a tu pareja. Todo esto es obra tuya y le debes a Jung-kook una disculpa por el peligro al que lo has expuesto en estos últimos días.

—¿Disculparme? ¿Con él? Después de... espera, ¿qué quisiste decir con estos últimos días? —Le pregunté, quedando sin fuerzas al instante. —¿Cuánto tiempo he estado aquí?

—Casi una semana. —dijo Jung-kook

—¿Una semana? Nosotros no habíamos estado mucho tiempo separados antes de que yo colapsara.

—Fue suficiente. —Dijo la abuela con frialdad. —Ustedes dos han olvidado lo nuevo y lo frágil que es su enlace. No se puede manejar el estrés excesivo en sus primeras etapas, además del hecho de que no sabemos qué más puede salir mal con él. Solo porque ustedes dos han logrado alinear sus auras, no quiere decir que el hechizo se perfeccionó. No sé por qué tengo que seguirles recordando lo delicada que es esta magia.

—Abuela, lo siento. —Empezaba a sentirme débil otra vez, como si pudiera dormirme para siempre. —Sé que a veces reacciono de forma exagerada —y miré a todos en forma asesina cuando soltaron un bufido al mismo tiempo. —¿Podemos seguir adelante, por favor? ¿Qué día es hoy?

THE INFERNO I: UNA BODA INESPERADA  - KOOKMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora