Capitulo 3: Nuevas metas.

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Todo se escuchaba como un eco lejano, no podía concentrarse en nada fuera de las acciones cometidas hace un par de días, al final esos niños lo habían acusado, pero por el tipo de comportamiento que tenía Nero nadie les creyó. “Es un niño tranquilo” dijeron todos y solo por eso pudo librarse del problema. Además, no lo habían vuelto a molestar desde entonces, ¿En serio hacer eso fue lo correcto?, Debía serlo o de otro modo no podría explicar esa extraña sensación que tenía floreciendo desde su interior, se sentía bien.

Violet – Entonces… - Ladeó un poco la cabeza- ¿Me estás escuchando? – No recibir una respuesta de su hermano mayor la hizo darse cuenta que había estado hablando sola durante todo el camino. - ¡Nero!

Nero - ¿Mhm? ¿Qué? – Giró un poco su cabeza para verla. - ¿Me estabas hablando?

Violet – Te decía que hoy me quedaré a dormir en casa de una amiga, Aqua. ¿Okay?

Nero – Uh, claro. – Suspiró – Perdón, he estado distraído últimamente, seguramente es por los exámenes de la siguiente semana.

Violet – Siempre te va bien en esos exámenes, no te preocupes demasiado. – Le ofreció una pequeña sonrisa de apoyo justo cuando llegaron a la escuela. – Bueno, hoy salgo temprano e iré por mis cosas a casa así que supongo que nos veremos mañana.

Nero – Claro, ten cuidado y no te saltes la comida. – Le revolvió el cabello y poco después cada uno tomó un camino diferente para llegar a sus salones.

Una vez en su salón no fue recibido por su amigo, Araziel no estaba en su pupitre, no era muy común que el faltará a clases, ni siquiera lo hacía cuando se enfermada.

Nero – . . . ¿Dónde está? – Caminó lentamente hacia el asiento de Araziel y se quedó de pie en ese lugar hasta que el maestro entro. – Me pregunto si le habrá pasado algo malo.

– Joven Nero, por favor tome asiento, la clase está apunto de empezar. – Pero ante esas palabras el niño hizo caso omiso. – Nero, no voy a repetirlo otra vez.

Nero – Me siento mal, me voy a casa. – Pasó completamente de todas las miradas de sus compañeros y los llamados de su maestro, abandonó el salón sin más y después salió de la escuela.

[ . . . ]

Araziel – Maldita sea. – Suspiró. – Esos idiotas… - El pelinegro se vio obligado a quedarse en casa por un brazo roto, gracias a ser un Hades no le tomaría más de un par de días sanar, pero aún así esto le jodía bastante.

Recostado en su cama empezó a escuchar como algunas piedritas chocaban con su ventana, obviamente sabía quién era así que se levantó rápidamente para asomarse, Nero estaba en su patio arrojándole piedritas.

Araziel - ¡Hey! ¿No hubo clases hoy?

Nero - ¿Por qué no fuiste hoy?

Araziel – Mhm… No puedo, me rompí el brazo. – Se asomó un poco más para mostrar su cabestrillo. – Voy a estar así un par de días.

Nero - ¿Qué te paso? ¿Te caíste? – Buscó en su mochila y después le mostró un tarro de helado. – Te compre esto, es de fresa.

[Better Days] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora