Prologo

42 3 0
                                    

Si había una persona a la que Werulin Kina quería esa era su hermano. Su adoración se debía a que no tenía nadie mas, su padre había muerto antes de que ella naciera, su madre, trabajaba horas en un huerto y volvía a casa muy tarde. Kina no tenía amigos, era superdotada e iba a cursos con gente que no tenía su edad, en los recreos pasaban de ella, lo cual era normal, ¿Quién iba a querer juntarse con una niña tan pequeña?. Lo entendía, así que reclamo que en los descansos la juntaran con gente de su edad, pero descubrió que los niños de su edad no le gustaban, ya que a ser su inteligencia superior a la de ellos, también lo era su ser. Mientras los niños de su edad jugaban en la arena ella quería leer, no le agradaba la idea de construir un castillo, quería jugar a juegos que ella misma se inventaba , demasiado complicados y poco apetecibles para niños de seis años.

Por eso su hermano era tan maravilloso. El jugaba con ella a lo que quisiera, no le importaba si eran juegos maduros o juegos infantiles, siempre los jugaba sin importar las circunstancias . Se encargaba en que la sonrisa permanente en la cara de Kina brillara siempre. El también era superdotado, se llamaba Werulin Toddie.

Ambos vivían en una isla, El Reino de Konomuri, famoso por sus paisajes montañosos. Acudían a la escuela en un pueblo costero que basaba su economía en el comercio e intercambio de material con otros reinos.
A pesar de tener un alegre y bonito pueblo tan cerca ellos no vivían en el , su casa se encontraba en un pequeño bosque cerca de el pueblo. Un río atravesaba aquel misterioso pero bonito lugar.

Al acabar todos los dias las clases Kina y Toddie corrían por las calles del pueblo hasta que ante sus ojos aparecía aquel río que desembocaba al mar, en cuanto lo veían corrían riéndose y lo seguían adentrándose en el bosque. Desde pequeños tenían un juego que consistía básicamente en una carrera de obstáculos por el bosque. Trepaban arboles, saltaban de piedra a piedra e incluso en verano llegaban a nadar en el río.

Aquel juego se lo invento Kina, cuando apenas tenía tres años se cansaba muchos al correr, por lo tanto su hermano siempre la llevaba a caballito (o como a ella le gustaba llamar a unicornio) por el bosque. Un día ella le preguntó:

- Toddie, ¿Por qué me llevas siempre a tus espaldas?- El la dejo en el suelo, para verle la cara mientras hablaban, una de sus muchas manías y le saco la lengua.

- Porque eres pequeeeeña y deebil.- Le respondio, ese comentario enfado mucho a Kina al sentirse subestimada de tal manera

- Yo soy corriendo muy veloz si te he hecho una carrera seguro que te gano- Le dijo esta muy enfadada.

- Seguro- Toddie levanto una ceja, Kina se puso roja de la ira

- Te hecho una carrera a casa para demostrartelo- y asi fue como aquel maravilloso juego nació, obviamente Kina perdió, pero le dijo que hasta que le ganara no se rendiría

Al llegar a casa solían leer, expandían mantas que su madre les cosía por el suelo y tumbados leían mientras comentaban la lectura. Otros de sus hobbies eran: pescar, jugar en el río, inventarse cuentos y buscar las flores que aparecían en algunos libros de ciencias.

Siempre esperaban pacientemente a que su madre volviera del trabajo, aunque eso implicara menos horas de sueño. Al principio su madre les regañaba por ser tan despreocupados y no estar en la cama cuando ella llegaba, pero acabo por darse cuenta de que nada de lo que dijera iba a hacer que los niños no la esperaran. Tampoco podía hacer gran cosa para evitarlo así que acabo por aceptar esa decisión de esperarla.

Los sábados a pesar e ser día de fiesta en casi todo Konomuri, la madre, llamada Werulin Elvira, también tenía que ir a trabajar desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde en su huerto. Una de esos sábados, cuando Toddie tenía seis años y Kina tres, la cogió a caballito y se la llevo consigo cuando aun estaba dormida a buscar a su madre, preguntándole a las personas que pasaban consiguió averiguar donde estaba el huerto de su madre.
Que sorpresa se llevo Elvira cuando al rebuscar entre las mazorcas de maíz se encontró a sus dos niños sonrientes, no supo si reír o llorar. Al final eso paso a ser tradición y a partir de ese día Kina y Toddie iban los sábados a ayudar a su madre con el huerto, no les importaba lo costoso que fuera el trabajo, simplemente el mero hecho de estar toda la familia junta ya hacía que todo el trabajo fuera merecedor de ser trabajado.

A la gente del pueblo les encantaba ver a los niños correr por las calles, y cundo la madre bajaba de vez en cuando a vender productos, la invitiban a charlar en algún bar e incluso a las fiestas a pesar de que no vivieran en el pueblo.
Su madre les contaba a los pueblerinos que la inteligencia de los niños venía del padre y que en realidad ella no tenía nada en especial, a lo cual le solían responder alabando su creatividad para inventarse historias. Normalmente se enfadaba cuando la decían eso, y les decía que ella ya no escribía ni mucho menos inventaba, nade solía hacer ningún comentario mas despues de eso. Ella realmente solo se había puesto a escribir con su marido... pero ahora que estaba muerto decía que no tenía motivos para seguir inventado se libros.

Los niños en un principio no sabían que no tener padre fuera algo tan raro, pero un día decidieron preguntarle a su madre que que le había pasado.A lo cual ella respondió:

- Murió

Los niños le preguntaron que como había muerto, y ella les respondió sin dudar,

- A manos de un criminal llamado Todd.

No se hablo mas ese día, por lo visto su padre había sido un cazador de bandidos, y Todd le ,mato en un combate. Todd era un gran criminal de alta escala, el y su banda estaban causando siempre estragos, y de momento no se había encontrado nadie capaz de vencerlo.

Pero aun así después de todo lo que Todd había causado a su familia un día su hermano se atrevió a confesar que le admiraba. Eso causo que su madre se enfadara mucho con el y no solo ella, también Kina.

- Toddie, ¿ Por qué le admiras, después de lo que nos ha hecho?- le preguntó Kina hace mucho

- Porque nuestro padre le consideró mas importante que su familia, y por el perdió la vida, no es un gran motivo. Pero es admirable que haya personas tan importantes a esa manera en el mundo y quiero ser como el, quitando la parte de asesino, es un científico, es todo lo que quiero ser.

Por que te tuviste que irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora