Capítulo 74

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COMENTARIO ESTRELLA (25/07/2022): Smallbrokenheart08 Kalu, te estás excediendo con la intriga que nos dejas, ya no puedo creer que estás jugando con mi poca estabilidad 🙃🤧😂

Pov de Ashton porque les debo el de los 115k y necesito que esto lo narre él. Ah, y porque las amo... obvio *les da un beso y luego se limpia el cachete con asco*

Capítulo 74| No quiero que te vayas.

Pasa algo cuando te cansas: explotas. 

No miras a quien arrastrarás, o lo mal que te pueda ir. Solo eres tú, tu rabia y tus ganas de cargarte el mundo entero. Quieres aniquilar cada cosa que te duele, deseas la destrucción. Y allí es cuando te vuelves tu propio verdugo. 

Tras la insistencia de mi padre, aquel que me abandonó, que maltrató a mi madre, que prefirió el dinero a protegerme, accedí a verlo. Quería dinero, como siempre. Nunca me buscó para otra cosa que no fuera aquella. 

Estacioné el coche a unas cuantas cuadras para evitar que me vea llegar en él y no fuera a pedirme que lo llevara a algún lado. Luego caminé las ocho cuadras que me separaron del lugar de encuentro. No me sorprendí al verlo; su estado era deplorable, como siempre. 

Reía junto a sus amigos que estaban tan en la mierda como él, y bailaba, borracho, con una botella de plástico transparente cortada por la mitad, llena de lo que supuse era vino. Los zapatos sucios y rotos, el mismo jean con el que lo vi la última vez, y una campera verde con manchas marrones. Traía el pelo grasoso amarrado en una cola baja, mal hecha y la barba de siempre. 

Sus amigos, que eran cinco esa vez, vociferaban y le gritaban cosas a una chica que pasaban por la calle. La cual tras observarlos asustada, aceleró el paso y cruzó la calle perdiéndose en la oscuridad. 

Me mordí el labio y me apresuré en su dirección. Los ojos de mi padre se clavaron en mí cuando estuve a pocos metros y me sonrió, casi que adormilado.  

—Ashton, llegaste —elevó la voz varios tonos y se acercó a mí dando grandes zancadas. 

El lugar estaba vacío. Por el horario, y porque esa zona era una mierda. Esperaba que la chica llegara bien a su casa. 

Me detuve antes de llegar al grupo de hombres y esperé, paciente, a que él se acercara. Los seis pares de ojos me observaron burlones antes de comenzar a bromear sobre sí les tenía miedo y que mi... padre se acercara a mí, apoyándolos en las bromas. 

No fui allí con la intención de darle lo que quería, por eso cuando lo tuve frente a mí, lo solté de inmediato. 

—Ahórrate el teatro, no pienso volver a darte ni un solo peso. Quiero que me dejes en paz.

La sonrisa amarillenta decayó de manera lenta y tras una mueca, se bebió lo poco que le quedó en la botella mugrienta y la tiró al piso haciéndola rodar unos metros. 

—¿Por qué estás enojado, hijo? Sabes que yo quiero estar contigo, pero no puedo —dio un paso en mi dirección, pero me aleje. Elevó las manos, temblando y sus ojos se llenaron de desesperación —. Le debo dinero a gente peligrosa, Ashton. Tienes que ayudarme, no puedes abandonarme como tu madre. ¿Eso te enseñó? 

Cerré las manos en los puños a mis lados y el cuerpo se me llenó de rabia. El corazón me pareció a punto de estallar. Los músculos, ya tensos, se me pusieron más rígidos. 

Escucharlo hablar de mi madre me destrozaba. Me jodía de mil formas que tuvieran el puto descaro de decir todo eso. Ella ya no estaba, nunca más estaría para protegerme, para sostenerme cuando lo necesitara. La sufrí a llantos por meses, la padecí por años y ahora, cuando el dolor parecía haber menguado para permitirme seguir, él venía con sus mierdas. 

La consejera sexual de Ashton| EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora