¿Perdonar?

CAPÍTULO 2

Y luego la gente habla sobre sus amigas y la amistad que tienen al compartir ropa y secretos.

¿Amistad?

Amistad es soportar a tu mejor amiga cuando está enamorada.

Sin exagerar llevo oyendo hablar de la misma persona como dos horas para solo escuchar lo perfecto y fabuloso que es.

Como todo instituto están los "personajazos" más populares, y como no, Luke es uno de estos, ella esta super enamorada y para sus ojos él es perfecto, pero para mis ojos es un puto misógino y machista de mierda, que es popular por su cara bonita, cuando nos pusieron el parte, en la primera persona que pensé fue en él, pero la descarte, todos sabemos porque se comporta así, y no lo estoy defendiendo, solo sé que en el fondo no es tan malo, pero aun así se esconde en esa fachada, que no le sienta nada bien y hablando del rey de roma... por ahí viene.

Le hace un gesto con la cabeza a Sam y esta se levanta con un entusiasmo fuera de lo normal y demasiado para mi gusto.

Su alegría no duro mucho cuando vino como si le hubiesen pegado una paliza, destrozada, claramente algo no había salido bien.

Como era de esperar era un capullo y que perder le da en su orgullo, por lo que esta apuesta no cambiaba mucho, si, todo había sido una apuesta, todo muy cliché la verdad, pero esta vez el chico malo no se enamora y como buena amiga me toco la charla reconfortadora y esta se basaba en decir que Luke era un capullo y que no la merecía.

En realidad, ella era muy mona, era bajita con la cara perfectamente estructurada y una nariz recta pero no muy puntiaguda, ojos azules con motas verdes, labios carnosos con un subtono rosita y no muy oscura de piel, el pelo lo tenía castaño claro tirando a rubio y muy liso. Le estaba diciendo las cosas típicas cuando decidí que mi corazón hablase por mí, es algo que muy pocas veces pasa, pero las palabras salieron de mi boca sin poder pararlas.

- A los que jueguen a perderte... déjalos ganar. – dije en un suspiro, no sé por qué me salió eso, pero no me lo esperaba y parece que a ella también le sorprendió, aun así, seguí – Nunca lo pases mal por alguien al que nunca le has importado, si piensan que siempre te van a tener harán lo que quieran contigo – Le recalqué y es verdad, si das más de lo que dan por ti y se lo hechas en cara te dirán que nunca te lo pidieron y ¿sabes qué? Tendrá razón.

Ella sabía que había un trasfondo más oscuro en mis palabras, algo que yo había experimentado, por lo que lo captó y agradeció en silencio, yo siempre fui así de cerrada, pero mi padre no ayudo mucho a que eso cambiase.

Después de un silencio, Sam decidió decir algo en voz alta que más que un comentario era un pensamiento.

- Así que, ¿esto es sufrir por amor? – dijo en un tono triste a lo que yo solté una carcajada y le contesté.

- Nahhh, Cariño, sufrir es plancharse el pelo y que llueva, no que un gilipollas con dos neuronas, una que utiliza para respirar y la otra para no cargarse encima, te diga que fuiste una apuesta, corazón siéntete libre de no tener que soportarlo un minuto más y haz que todo tu orgullo se reconstruya para darle con un canto en los dientes a ese capullo. – Vi un ápice de sonrisa y eso fue suficiente para sentirme conforme y volver a lo que está pasando a mi alrededor, en eso que veo a la profesora de matemáticas con un chico que no había visto en mi vida.

La verdad que feo no es, moreno con ojos verdes grisáceos y pelo negro azabache, una mandíbula muy marcada, bien físicamente y con un aire de que no le importa nadie y que si te cruzas por su camino te va a partir el cuello.

- Este es Jack, vuestro nuevo compañero, es el primo de Brooke, está aquí para cuidar de ella y creo que no tendré que recordar el porqué. – Dijo en un tono cansado.

Decidí no prestar atención en nada de lo que estaba diciendo ya que tampoco me importaba, la verdad no me interesaba saber más del nuevo ya que normalmente la gente dice cosas absurdas y es lo que más odio en el mundo, esto también incluye a los profesores, por eso no era una de las alumnas favoritas, solía contestar a lo que me decían si no tenía sentido y si no había un por qué.

¿Qué si a mi madre le importa? Pues de tantas amenazas de ir al internado habría acabado siendo la directora, exacto, si tus padres no te han amenazado alguna vez con mandarte a un internado fracasaste como hijo toxico, y respecto a la pregunta, es que después de tanto tiempo se acostumbraron a las llamadas de los profesores, al principio le molestaba, pero luego yo se lo explicaba y entendía el porqué de mi reacción, asique terminó por no enfadarse conmigo y muchas veces darme la razón, incluso discutir ella con algunos.

En lo que acababa de tener unas de mis charlas mentales veo que una sombra se acerca, el nuevo se acababa de sentar a mi lado.

- ¿Te tienes que sentar aquí? – Le pregunto con un tono y una mueca en la cara de pocos amigos.

- ¿Es que acaso hay otro sitio en donde me pueda sentar? – Me dice con superioridad, miro detrás suya y exacto no lo hay, ruedo los ojos y vuelvo a sumergirme en mis pensamientos.

Cuando acaba la clase, me levanto dispuesta a irme a mi casa, ya que no teníamos clase en las dos últimas horas, a lo que hacen un corro a mi alrededor, por un momento me encuentro desubicada pero después me doy cuenta de la persona que tengo al lado y noto el porqué de la gente, después de escuchar tres preguntas lanzadas casi a la vez siento que es suficiente y le pregunto a Sam que si se viene, como parece que está demasiado ocupada para contestarme, lanzando un tsunami de preguntas para saber más del nuevo, me abro hueco entre la gente no sin antes mirar al chico y encontrarlo mirándome de vuelta con una expresión de cansancio, como si fuera algo habitual el hecho de que le invadiesen el espacio personal.

******

Llegué a mi casa y no había nadie, por lo que me alegro el día, hice mi plan favorito, el ponerme música al máximo y cantar y bailar como si fuese lo último que haría en la vida.

Por la tarde quede con Sam y Mike, hace una semana que no lo veía, él decidió hacer un grado medio de informática y como en nuestro instituto no hay se tiene que desplazar a otro y nos vemos menos, la silla del final básicamente era la suya, nos sentábamos los tres atrás siempre.

Mike nos contó anécdotas que ya le han pasado con sus profesores, ya que él es un poco como yo, no se aguanta las cosas y suele contestar, pero que no era lo mismo porque entre nosotros nos seguíamos el juego, entonces si uno se metía con el profesor el otro lo ayudaba y así animábamos al resto de la clase y acabábamos haciendo un debate, eso era buenísimo, y dice que ahora no tiene con quien hacerlo y que me echaba de menos en esa parte, luego estaba Samantha que es la mejor en crear dramas, por lo que si le decían algo era capaz que en menos de cinco minutos estuviese el director y todo el equipo directivo, por eso nos solían llamar el trio calavera, pero aun así el trio actuaba en todos lados, una vez fuimos al instituto de Mike para sacarlo de allí porque se aburría, por lo que tuvimos que hacer funcionar la alarma de incendios, para que se escapase de allí, por eso en su grado ya nos conocían algunos, sobre todo a mí, ya que vinieron un día a mi casa, porque les pillo una tormenta he iban camino a la biblioteca a hacer un trabajo, como mi casa estaba cerca y diluviaba, decidió traerlos aquí, la verdad eran bastante majos.

Se hizo un poco tarde entre risas, bromas y anécdotas, y como es común se vinieron todos a mi casa y vimos una película con mi madre que como no, ya era uno de los nuestros, luego se fue y nos dejó solos, estuvimos hablando sobre los dramas familiares de Mike, ya que le habían puesto los cuernos a su tío y la noticia poco más y sale en los telediarios, se hizo un poco tarde y se fue cada uno a su casa.