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Manjiro tomó la bicicleta de Hinata y condujo hasta que sus piernas dolieran, por un segundo le pareció sentir a Takemichi en la brisa, algo extraño pero reconfortante. Sentía que el corazón se le iba a salir de la adrenalina que le consumía todo el cuerpo, se sentía tan violento de una buena forma, como vivo.
Y cuándo llegó a las puertas de la casa de Haruchiyo pudo escuchar en la susurrante brisa un lloroso y melancólico "gracias" con tonos agradecidos y clamantes de paz.
Era la voz de Takemichi.
Se volteó con la esperanza de verlo pero al hacerlo solo se encontró con un cerezo seco cuyas hojas eran arrancadas por el viento.
—Ya estás a salvo, Takemichi.
Susurró dejando que las palabras se las llevará el aire.
Tocó la puerta de sauce de forma delicada y cuándo Sanzu la abrió le lanzó un puñetazo tan fuerte que terminó derrumbandolo.
—¿¡QUÉ LE HICISTE A HANAGAKI!?
—Mikey - susurró Haruchiyo con impresión.
Manjiro era el hombre que volvía loco a su corazón ¿por qué le golpeaba de esa forma?
¿Cuál era su relación con Takemichi y por qué estaba tan molesto? ¿Será que...
—¡ESA PERRA SOLO TE APARTA DE MI LADO! - Haruchiyo se levantó del piso intentando atacar al rubio pero recibió una certera patada en el abdomen sacandole el aire y dejándolo de cuclillas en el piso.
—¿Qué hiciste Sanzu?.
Sano se inclinó para tomarle del cabello y obligarlo a encararle.
— Hice lo necesario para hacer que me vieras solo a mí.
—¡MATASTE A ALGUIEN!
Matar.
Sanzu mató.
Es un asesino.
Alguien murió por su culpa.
No.
Era culpa de Hanagaki por enamorarse de su rey.
Manjiro no puede ser nombrado por labios tan sucios, solo él es digno de clamar el nombre de su rey... Pero mató ¿que tan digno lo hace eso?.
—Mierda.
Maldijo Sanzu antes de recibir una rafaga de golpes de su amado rey, ni siquiera se defendió solo dejó que el rubio se desquitará, le golpeó al menos durante cinco minutos antes de que llegarán las autoridades.
—¡MIKEY! - Era Hinata, la chica corrió a su encuentro intentando detenerlo.
Si seguía golpeándole de esa forma iba a matarlo, Manjiro no tenía que convertirse en un asesino.
Los oficiales se vieron obligados a separarlos incluso a usar la fuerza contra Manjiro que estaba en un terrible estado de frenesí, loco por querer matar a Sanzu.
A Hinata le tuvieron que llamar a algún familiar para intentar calmarla, no era sano el nivel de estrés que estaba sufriendo.
Y el padre de Takemichi solo pudo asesinar a sanzu con la mirada una vez vió como los oficiales lo sacaron de la casa y lo metieron en una patrulla a parte de Manjiro.
Ese hijo de puta mató a su hijo.
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