Día tres: Antojos.

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Pepinillos con crema batida. Solo eso diría...

No había comido nada en la mañana, ahora estaba hambriento y juraba que podía comer todo lo que había en la cafetería de la instalación de shield, hace unas semanas había comenzado a tener antojos, era comprensible dado a que se había cumplido el primer trimestre de gestación, había tenido antojos. Si, pero nada parecido a lo que estaba comiendo ahora dentro de la sala de juntas en shield. No podían culparlo, era un gestante con antojos y quizás los agentes, el director Fury y los vengadores lo miraban raro, su pareja iba a llegar tarde para molestia del director. Él como líder de los vengadores, debió arrastrarlo con él. Pero en su lugar llego con un recipiente con lo que ahora era identificable como crema batida y pepinillos, muchos pepinillos. No tenía problema con comerlos, no le causaban asco o algún sentimiento desagradable. Incluso estaba pensando en comer de su manjar personal más seguido, se creyó un loco al tener tan extraño antojo. Pero existía internet, él sabía cómo buscar y ahí podías encontrar cosas aún más extrañas o en su defecto, extremas. ¿Cómo es que a alguien se le podía antojar el olor de la gasolina? No lo entendía, bueno solo un poco. Pero había leído algo sobre un transtorno mental que te hacía comer cosas para nada comestibles e incluso peligrosas. Peka... Pica, el nombre era algo cercano a eso y no lo recordaba del todo. No le había prestado tanta atención, solo recordaba que existía el riesgo de padecer o desarrollar el transtorno durante el embarazo. Algo que si lo llego a asustar, por ese motivo había evitado pensar en cosas extrañas relacionadas con el antojo y la comida. Pero fue inevitable esa mañana al no haber comido nada, por las prisas de la reunión ya que había dormido hasta tarde por el cansancio y luego las náuseas matutinas al despertar, también. Tarde, algo raro en él, siempre llego puntual y listo a las reuniones, siendo el primero en llegar con Fury, pero está vez llegó más tarde que Clint y eso ya era decir mucho.

—Capitan Rogers, sin ánimos de ofenderlo ¿Podría dejar de-.

—¡Deje a mi pareja comer en paz, Director furias! Si es que no quiere verme irritado. Se lo advierto.....Hola cariño, lamento llegar tan tarde pero fui a agendar nuestra cita con la obstetra, de paso también compré otro frasco de pepinillos. Porque Jarvis me informo que alguien tomo el frasco de la nevera y....—Se quedó callado al ver lo que su pareja estaba casi devorando, una mezcla algo asquerosa de pepinillos en rodajas y lo que parecía ser crema batida. Con solo verla te daba esa sensación de asco y realmente no entendía porque Steve estaba comiendo tal cosa, o bueno, si sabía. Habían pasado por el primer trimestre de embarazo y si había investigado lo suficientemente bien, entonces estaban pasando por la etapa de los antojos. Sonrío y beso la cabeza rubia de su amor, para luego tomar asiento en su respectivo lugar. Observando a su pareja comer felizmente ajeno a la junta, se veía tan precioso. Nadie lo había notado, pero su novio había ganado algo de peso, era normal. A partir del tercer mes se ganaba peso y luego el útero se elevaría hacía la altura del ombligo, para ganar más espacio y peso. Pero eso sería al cuarto mes, que dicho sea de paso estaban por cumplirlo en unos días, ahora solo ganaría pesó, sumado al desequilibrio hormonal y por consecuencia los antojos, sin contar la disminución de los vomitos. Solo era lidiar con los mareos matutinos, por suerte.

—Muy bien como decía, creemos que Industrias Hammer está colaborando con I.M.A, no sabemos lo que traman. Actualmente tenemos a tres agentes dentro de la empresa del Sr. Hammer, esperando por información. Muy posiblemente se trate de un intercambio de armamento y equipo, el punto de encuentro. Es probable que sea en los Alpes austriacos. Por eso es que fueron convocados.—Hablo quedó el director, observando detenidamente a todos con su único ojo. En especial a un Capitán y líder de la iniciativa vengadores, quien no presto atención a lo dicho recientemente. Por rascar los bordes del tupper con la cuchara plástica a juego, con un ruido molesto y particular, comiéndo los restos de lo que sea que haya contenido ahí. Respiro profundo, tenía que ser paciente dado a que el estado actual del soldado así lo requería, estaba pensando muy seriamente en dejarlo fuera de las reuniones con la excusa de "descansar plenamente ahora que estaba en espera de un bebé" incluso le sorprendía que ese bebé fuera del insoportable de Stark. Aunque estos fueran pareja, algo que le sorprendía aún más, pues el castaño no era alguien de sentar cabeza con facilidad, mucho menos de formar una familia. Y hablando del rey de Roma, ni siquiera se hizo esperar la queja inmediata del castaño.

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