Sentí el agua que rozaba mi piel, y fue como si una corriente de electricidad recorriera todo mi cuerpo. Al abrir mis ojos, vi que el agua rebozaba los orillos de la bañera; de inmediato cerré el grifo y salí del agua.
Me coloque el mejor vestido que había en mi armario y me dispuse a bajar al comedor para desayunar. Me sorprendí al ver que en el comedor no estaba mi madre. Al ver esto le pregunte a la única persona que había en el largo comedor.
-¿donde esta mi madre?
- no esta aquí hoy-respondió mi padre.
-y... ¿A dónde fue?
No respondió.
Bajo su cabeza y se concentró en el plato. Recordé de lo que sufría mi madre. Hace ya varios años habíamos intentado curarla. Aunque siempre se mostraba alegre, ya sabia que no duraría mucho. De todas las enfermedades del mundo, ella tuvo que contraer la peor. Cáncer.Mi visión se nubló y una lagrima amenazó con salir y recorrer mi mejilla, pero yo no deje que eso pasara. Insistí una respuesta a mi pregunta.
-contesta,-insistí.-¿a donde fue mi madre, padre?- dije fingiendo firmeza, pero mi voz estaba casi rota.
-Hay que aceptar que nada es para siempre. Todo lo que empieza tiene un final- dijo.
Mis dudas se confirmaron. Una lagrima salió incontrolablemente, no aguante mas e intente irme lo mas pronto posible. Pues, yo odio que me vean llorar.
-Alisha, espera-dijo mi padre- aun no puedes retírate.
Lo ignore.
-dije que aun no te puedes ir, Alisha- gritó con aires de autoridad. Me voltee y me quería mover, pero mi cuerpo se congelo. Muy pocas veces me había hablado de esa forma, pero cuando lo hacia, sabia que debía tener miedo. Mi padre, Me habló orgulloso de su decisión:
-Alisha Mariely, ya que tu madre ya no esta, voy a cumplir su último deseo- expresó con una sonrisa tan orgullosa que daban ganas de abofetearle.
-¿y cuál es su ultimo deseo?- pregunte.
-que tu tomes su lugar
Me quede helada, yo no quiero ser reina.
-pa...padre yo no..., yo no quiero ser reina- dije nerviosa
-¿que?- dijo vacilante, sin alzar la voz. Si la hubiese alzado, me hubiera aterrado menos.
-yo no quiero ser reina- repetí con la voz temblorosa.
Mi padre abrió la boca para decir algo pero yo me fui a la habitación.Al llegar comencé a llorar. Soy una egoísta. No lloraba principalmente porque mi madre ya no esta, lloraba por mi causa; yo no quería gobernar Arabia. Quería ser una persona totalmente normal. Quería ser una persona totalmente libre.
Una fantástica idea llego a mi cabeza: Sophie.
Sophie era mi amiga desde hace 9 años, seguramente me recibiría.
Solo... Tenía que conseguir una manera para contactarme con ella. Estábamos en el mismo continente, obvio, pero no en el mismo país.
Pero soy la princesa... Duh, puedo hacer cualquier cosa que quiera, excepto, no gobernar.
Una pequeña risita se escapo ante mi pensamiento anterior. Genial. Ya estoy loca.Esta bien, cálmate, Alisha, cálmate.- me repetí a mi misma.
Suspire y seguido de eso una sonrisa se expandió por mi rostro, intentando contener las lagrimas. No fue posible, pues me eche a llorar de nuevo.
Me levante y me coloque mi queridísimo disfraz para ir a la ciudad en cubierto, que consistía en unos pantalones azules un tanto abombados, una camisa del mismo color diez centímetros arriba del ombligo, un velo que cubría mi cabello (que por cierto, lo había dejado suelto porque antes estaba atado en una trenza.(era un peinado demasiado serio para un ciudadano normal) y la boca. Termine el atuendo colocándome unas finas sandalias azules.
Hice mi equipaje. Iría al aeropuerto y allí llamare a Sophie.-muchas gracias.- le dije al hombre del taxi con una sonrisa y le page.
-cuando guste.- respondió el, devolviéndome la sonrisa y entregándome las maletas.
Aquel hombre arranco con tanta velocidad el auto, que hizo que se me desacomodara un poco el velo. Me quede observándole hasta que se perdió de vista.
Camine lentamente dentro del aeropuerto. Recordé que tenía que ir a la casa de Sophie, pero antes, tendría que llamarle. No tenía idea de donde quedaba el teléfono público, nunca había,viajado fuera del país sola, así que le pregunte a un hombre que estaba parado en la estación del metro que si sabia donde estaba el teléfono, el me miro y señaló una caja.
-es aquel que está allá- dijo.
Me acerqué y mire el número que, me había dado ella hace algunos años, y tenía anotado en mi mano. La llame. Pero no contesto ella, sino su madre.
-hi?-dijo al otro lado de la línea.
-hi. Could i speak to Sophie?- pregunte.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
N/AS
Hola!
Como vieron allá arriba, somos dos autoras! (Yey!) vale, es nuestra primera historia.
Ojalá esto tenga muchos leídos votos y comentarios.
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Tetsuisfat_
Heladodecoco1
Como fue mencionado, es nuestra primera historia, así que los errores de ortografía y de narración serán corregidos mas adelante.
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Alisha
RomanceDespertar un día como cualquier otro, u ver que tu madre ya no esta y que tendrás que ocupar su lugar aunque no quieras, eso fue lo que le paso a Alisha aquella mañana dominguera. Así que ella decide irse lejos con su mejor amiga, pero escapar tr...