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ANTES UN AVISO
Por fin puedo traerles otra historia espero la disfruten creo que publicaré de manera intercalada (un día si y un día no) así que muchas gracias por el apoyo a mis dos obras anteriores.

Recuerden que las correcciones de ortografía o cosas así son bien aceptadas siempre y cuando se hagan con respeto

Empecemos

NARRADOR OMNISCIENTE

-No por favor…piedad… basta!!!

Esos eran los sollozos de un joven cuyo destino ya había sido sellado, después de ser entregado a cierto vampiro y que después de tanto no había aguantado y quería librarse de su prisión, pero era inútil trataba de escapar y ahora seria castigado.

Los golpes no paraban, tal fuerza hacía que el chico empezaba a sangrar mientras su amo solo observaba con una sonrisa aquello.

Al final aquel vampiro para pues el chico estaba empapado de sangre.

- ¿Has aprendido la lección pequeño?

-Si, por favor, piedad amo

-Tranquilo todo, acabara…ahora.

Y así enterrando sus garras en el cuello del chico haciendo que su garganta se desgarrara y muriera dolorosa y lentamente.

Con una seña de su mano apareció enseguida una chica de pelo corto y verde que se llevó el cuerpo del chico.

-Que desperdicio.- El vampiro lamio sus dedos empapados de sangre.

Y así terminaban todos aquellos que caían en las manos de los vampiros de elite, pero era una peor estar en manos de Ryomen Sukuna ya que te aria desear querer morir.

-Maki- llamo a otra chica

-Si señor? - entro otra chica de gafas

-Necesito un nuevo juguete. Encárgate.

-Como ordene.

Así la chica salió.

El precio por tener paz y que el equilibrio entre vampiros y humanos existiera era ese, estar a disposición de los nobles, así que los y las concubinas eran un sacrificio.

En un poblado algo alejado se encontraba un chico de cabello negro trabajaba como mesero en un pequeño restaurante ya que debía ganar algo para poder al menos darle algo de comer a el y a su hermano.

-Fushiguro por favor atiende la mesa 2.

A regañadientes fue el pelinegro pues eran los típicos tipos que despreciaban a los donceles como él.

Mientras deja los platos en la mesa un de los hombres tira su bebida propósito.

Esas groserías eran habituales, pero Megumi estaba dispuesto a soportar todo.

Al salir del trabajo y llegar a casa su hermano este le recibió alegremente.

-Fushiguro!!! Bienvenido a casa.

-Hola Itadori… y la escuela, como estuvo?

-Emm regular, creo- una respuesta sospechosa.

No eran hermanos de sangre, Megumi había sido abandonado por ser un doncel e Itadori había perdido a sus padres y abuelo, pero al encontrarse fueron inseparables, pero al ser mayor Fushiguro había querido cuidar de itadori y darle el amor de una familia que el nunca tuvo.

El lugar donde vivían era un departamento pequeño y sencillo y después de la cena alguien toca la puerta. Una mujer era quien llamaba era la dueña del lugar. El pelinegro ya sabía que quería.

-El pago de la renta muchacho

-Señora bueno es que tengo la mitad y lo demás lo pagare después.

-No puedo seguir teniendo esta consideración si sigues así…

-Si lo se le aseguro que pronto le pagare todo.

Después de ello la mujer se fue. Itadori saco de su bolsillo un poco de dinero y se lo dio a su hermano.

-De donde lo sacaste

-Unos encargos nada grandes no es mucho, pero ayudara.

-Gracias pero tu no te preocupes por estas cosas.

Al siguiente día Itadori estaba en el restaurante como siempre pero entonces una mujer de gafas que atendía empezó a cuestionarlo.

-¿Oye chico, tú eres un doncel cierto?

-¿Quien pregunta?

-Quisiera hacerte una oferta, tu posición como doncel debe ser difícil, pero si te convirtieras en concubino…

-No!!!...perdóneme, pero me niego.

-Como quieras, pero si cambias de opinión estaré por este lugar unos días.

En su hora de descanso fue a su hogar donde fuera de la puerta encontró una carta de la escuela de su hermano avisando que Itadori llevaba mucho tiempo sin asistir y que además los servicios escolares estaban atrasados. Al entrar encontró a Itadori.

-Así que por eso tenías dinero

-Hermano yo solo quería ayudar.

Quería estar enojado, pero no podía las deudas eran demasiadas…pero entonces recordó las palabras de aquella mujer.

-Está bien Itadori todo estará bien.

Abrazo a su hermano y de inmediato volvía a su trabajo encontrando a la chica ahí.

-Acepto, acepto ser un concubino.

-Estas seguro? - la mujer cuestiono, pero vio la determinación del chico- bien pues entonces despídete de tu vida asta ahora.

-Pero quiero que mi hermano este seguro, que no le falte nada.

-Bien así será

Megumi acaba de sellar su destino.

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