Duros caminos del destino [Wigetta y Lutaxx]

27. Un inesperado reencuentro

Luzu.

Frank había estado raro durante estos días, ni siquiera conseguía que me confesara que le pasaba o incluso averiguarlo por mí mismo.

Permanecía casi las veinticuatro horas del día con el ceño fruncido, y por más que le preguntase, siempre recibía un "Estoy bien, no te preocupes, Luzu"

Le conseguí un puesto donde yo trabajaba, después de hablar un par de veces con mi jefe, hasta que aceptó con la condición de que lo tendría de prueba por unos días, y dependiendo de cómo se le diese, lo dejaba o no.

Desde que empezamos a trabajar juntos, se sentía como más relajado. No sabía si esa era la palabra exacta para describirlo, pero en cuanto llegábamos a casa volvía a estar igual.

Salimos del local, tras haber cerrado y decidí llevarlo a tomar algo en algún lugar, para que pudiéramos estar solos e intentar sacarle algo de información.

—¿Qué quieres tomar? —le pregunté, en lo que cogió asiento.

—Una fanta de limón. —respondió con una media sonrisa.

—¿Y de comer quieres algo o prefieres comer en casa?

—Aquí está bien —dijo—. Me apetece... —Cogió la carta y empezó a leer mentalmente— Chocos fritos. —Soltó la carta, abierta, en la mesa, eché un vistazo y elegí lo que yo iba a pedir.

—Vale, ahora vengo.

Me dirigí a la barra, donde había un chico rubio mirándome, esperando a que pidiese lo que fuera.

—Una cerveza y una fanta de limón. Y para comer, media de chocos fritos y una berenjena gratinada con patatas fritas.

—Enseguida se lo llevo, señor. —Me di media vuelta, para volver con Frank, quien me esperaba con una enorme sonrisa.

—¿Estás feliz hoy? —le pregunté.

—Sí, me siento feliz.

—Me alegra mucho eso —Bajé la vista a la mesa y sin pensármelo dos veces me decidí a hablar—. Oye, Frank.

—¿Sí?