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―Chicos, necesito ir al baño un momento ―soltó Jimin repentinamente, mientras los demás se mantenían en una conversación alegre sobre cómo serían los preparativos para la boda.

―Oh, claro. Ve tranquilo ―le sonrió Yeri en su dirección.

Ni aunque lo intentase podría odiarla, ella no lo merecía. Era alguien verdaderamente dulce y llena de luz. Él era el único que debía llevar la carga de sus propios sentimientos, nadie más era culpable de la existencia de estos.

Jungkook le observó fijamente, sabía que sucedía algo extraño con el rubio que desde que le avisó acerca de su casamiento, no hacía más que observar hacia el suelo, parecía perdido en sus propios pensamientos. Triste.

¿Pero por qué? ¿Acaso no le agradaba Yeri? Pero si jamás le ha hecho un desplante a su novia o le ha tratado mal, y era algo que caracterizaba al rubio. Aunque estuviese con un mal día, te trataba con una sonrisa amable que te hacía contagiarte.

¿Por qué no estaba feliz ahora? ¿Debía preocuparse?

Se perdió en el momento en el que su hyung estaba por retirarse al baño, pero Nayeon pareciendo preocupada le detuvo por la muñeca, le cuestionó algo en silencio y se alejó al notar la mueca que hizo Jimin. Parecía entender el porqué de su rostro decaído y que lo mejor era dejarle a solas.

¿Ella lo sabía? Si Jimin estaba pasándola mal, ¿por qué jamás le había dicho nada? Desde hace semanas notó este cambio prolongado del chico, cada vez más lejano. Él tenía en claro que su amistad no era lo mismo de antes, ambos habían crecido y estaban formando sus vidas por completo, pero su mayor sabía que Jungkook siempre estaría ahí para cualquier cosa que necesitase.

Entonces, ¿por qué lo mantenía oculto?

Por otro lado, Jimin caminaba entre la multitud de personas que iban de aquí hacia allá eufóricos. ¿Por qué ese no era su caso? ¿Por qué debía sentirse tan miserable, cuando el chico por el que ha velado durante toda su vida está por casarse con una buena mujer?

Ah, claro, está irremediablemente enamorado del mismo.

Él deseaba ser ese buen chico que estuviera por casarse. Él quería ser besado con total libertad por Jungkook. Él necesitaba creer que en algún tiempo despertaría todos los días a su lado, se abrazarían con cariño y se entregarían todo el amor que sus corazones aguardaran. Pero la vida no es como deseamos y justo ahora se hallaba observandose a sí mismo frente al gran espejo del baño de hombres.

Miró sus hombros caídos y ojos apagados, su cabello levemente alborotado y su semblante tan... perdido. Pero, a pesar de todo, quiso sonreír a su reflejo, pensando en que saldría de esta. Todo mejoraría.

Lo mismo que llevaba años repitiéndose.

―Vamos, Jimin, sonríe. Todo esta bien... Todo estará bien...

Lo intentó, nadie puede negar que no lo intentó con todas sus fuerzas. Intentó mantenerse firme ante tantos años de tener su corazón guardado en una cajita con el nombre de Jeon Jungkook, pero de nada sirvió.

Va a casarse.

Jungkook va a casarse.

Y no puedo hacer nada para evitarlo.

Jamás intentaría algo para sabotear su felicidad.

¿No se supone lo importante es la felicidad de la persona que amas? Él está bien, ¿pero por qué se mantiene doliendo de esta manera?

Sin notarlo lágrimas ya recorrían sus mejillas, por lo que no pudiendo aguantar más se prometió que sería la última vez que lloraría por Jungkook. Esto siempre se trató de un amor que no tenía posibilidad alguna, no había futuro para una relación, porque Jungkook jamás lo vería de esa forma.

𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐛𝐞𝐬𝐭𝐢𝐞𝐬 ᥫ᭡ • kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora