Una canción y una rosa

Capitulo 35

Aitana fue la que cogió la pelota del suelo , se la robé bastante rápido pero quise dejarla ganar , me hacía más ilusión que ganase ella que ganase, yo me tenía el corazón ganado esa cría , le dejé que me robase aquella pelota de baloncesto y encestase porque estaba seguro de que si ganaba yo se iba a picar como siempre, me reí para mis adentros imaginándome aquella escena en la que si ganaba yo aitana se enfadaría conmigo como si fuese una niña pequeña, lo contrario que ahora que estaba dando saltos diciendo que había ganado.

—¡he ganado! -decía mientras daba saltos por toda la pista
—te he dejado ganar que no es lo mismo
—Si claro , ahora intentas excusarte porque gane yo , que se que tienes mal perder
—bueno lo que diga la señorita
—claro, como que hoy te voy a invitar a cenar a donde tú me digas que ese es mi premio
—nos vamos al burger ¿te parece?
—¿tienes una oportunidad de tener una cena de lujo gratis y me mandas al burger?
—a mi no me hace falta una cena de lujo , mientras coma a tu lado como si como en la calle debajo de un puente
—oye Luis que bonito eso que me acabas de decir
—¿has visto? Estoy hecho todo un romántico
—un romántico enamorado de mi -dijo chuleando
—puede ser -dije cogiéndole la cintura
—te has vuelto todo un romántico Luis Cepeda
—así me haces sentir Aitana Ocaña
—¡Luis! Al final me voy a emocionar con todas las cosas tan bonitas que me dices
—solo digo verdades , sabes de sobra que no me gusta mentir
—basta Luis , te quiero mucho -dijo con lágrimas en los ojos
—y yo a ti aitana mucho, ya lo sabes todo , pero eres una llorica
—¡muy bien Cepeda estropeando el momento tan bonito!
—perdón señorita -dije riéndome de la situación

Me acerqué a quitarte las lágrimas que salían de sus ojos marrones y que resbalan por sus mejillas, le abracé a lo que ella me siguió, sabíamos los dos lo mucho que nos curaban estos abrazos el alma y que en cuestión de días eso desaparecería hasta un tiempo, yo estaba triste por esa parte pero feliz por que tendría un trabajo y un suelo con el que podría venir a menudo a verla a ella , era lo único que necesitaba a ella con su luz y su risa. Recogimos la pelota de basket y nos fuimos a casa , nos duchamos y después de ponernos ropa limpia decidimos comer en el burger que había a diez minutos de la casa de Aitana.

—¿que te vas a pedir?
—pues no lo sé , esta difícil , todo tiene buena pinta
—yo me voy a pedir una whopper , tiene buena pinta esa hamburguesa y parece que llena bastante
—que gloton eres
—ya me conoces , lo soy lo reconozco
—pues yo me voy a coger una long chicken , que tiene un menú completo
—¿lo pido yo y lo pagas tú?
—genial , me parece bien el trato

Pedimos las hamburguesas y Aitana pidió en la barra , después fuimos a buscar un sitio donde poder sentarnos y fui a la barra en cuanto me llamaron para recoger las bandejas que casi se me caen de lo que pesaban las dos , Aitana se rio de la situación pero enseguida se levanto para ayudarme con las bandejas , aún que seguía riéndose de aquella estampa tan graciosa.

—tu para camarero no vas Cepeda -dijo riéndose
—gracias por tus halagos Aitana , todo un honor oírlos
—de nada , para mi es un placer elogiarte de esa manera
—la verdad es que nunca pensé ser camarero, fuerza tengo pero eso de tener equilibrio con tantos platos a la vez no lo veo yo muy factible -dije abriendo mi hamburguesa
—yo tampoco me vería trabajando como camarera , porque no tengo fuerza ni maña para andar con tantos platos , tendría que ir de uno en uno
—si tuviésemos que trabajar de camareros nos echarían el primer día seguro -dije comiendo la hamburguesa
—yo creo que ni nos contratarían la verdad, porque no pasaríamos la entrevista o al menos yo , y si nos hacen una prueba o algo yo no la paso -Dijo riéndose y comiéndose la hamburguesa
—que pesimista eres tú ¿no?
—mucho , por cierto que riquísima está esta hamburguesa, aún que le pondría menos mayonesa por que me estoy poniendo perdida con tanta mayonesa
—para eso existen las servilletas cariño
—¡anda! Gracias no lo sabía -dijo cogiendo una y limpiándose
—nada , ya sabes que es un placer ayudarte
—que gracioso eres
—¿y a que viene eso ahora?
—por lo de las servilletas
—es que parece que no sepas de su existencia, tanto quejarte...
—jajaja que gracioso eres me parto , mira como me rio
—Me acabas de decir que soy gracioso no hace falta que me lo repitas , todavía no estoy sordo o eso creo
—¡ay Luis! Deja ya de vacilarme
—vale perdone señorita -dije riéndome y dándole un beso en la mejilla
—¿ahora vas de persona cariñosa?
—¿no estás conforme con nada?
—contigo nunca
—¡oye , ven aquí!
—no Luis , que vas a hacer -Dijo riéndose y levantándose se la Silla
—ven que no te voy a hacer nada
—no que cuando me lo dices así se que me vas a hacer cosquillas
—que no , tranquila solo te voy a dar un abrazo -dije levantándome de la silla yo también
—no me fio yo mucho de ti
—mira ya verás