"Remember you"

Capitulo 5

Ya habían pasado varias semanas desde que Rebecca y la amargada se habían integrado a nuestro grupo. Todo fue por Matt, quien decía que sólo le parecía bonita aquella chica de los rizos azabache pero todos sabíamos que había algo más. Santiago había dejado de coquetear con Rebecca por aquel motivo y se había animado a hacerlo más "macho" para que Rebecca deje de verlo como "una amiga" a quien puede maquillar.
La amargada y yo habíamos mejorado nuestra relación, que fue todo gracias al grupo que decía que nos veíamos mejor armando estrategias para lograr que Benjamín y la brasileña tengan una cita que peleando. Así que decidimos dejar por un tiempo las discusiones. Aunque aveces era imposible no hacerlo pero hasta ahora todo iba bien. Recuerdo que el día que empezó todo esto fue precisamente con una discusión.

A lo lejos vi aquella figura que me parecía tan familiar estos días, así que decidí acercarme. La temporada estaba cambiando por lo que reemplazo los shorts por los jeans ajustados quienes nos prohibían las vista de sus perfectas piernas bronceadas. Usaba zapatillas y polera al juego.
Estaba tan entretenida jugando con su pequeño aparato que hace unos días le habían cambiado por uno más moderno. Aún recuerdo su amplia sonrisa al enseñarnos, y también recuerdo como esta se desvaneció y me rodó los ojos cuando le enseñé el mío.

*

-¿que deseas? -ataco ni bien me senté.
-a ti -respondí. Ella me miro dejando su teléfono en segundo plano. Siempre funciona esa respuesta.
-hoy no tengo tiempo de discutir, tengo cosas más importantes que hacer.
-¿leer historias de "amor"?-rodó los ojos.
-no tengo la culpa que no sepas apreciar la literatura.
-claro que se.
-no.
-sí.
-dime un autor. Cualquiera.
-y por que no me dices tu uno.
-¿no sabes verdad?
-nunca me aprendo los nombres.
-García Márquez, Valdelomar, Vargas Llosa...
-ellos no se valen.
-sí valen y no todas las que leo son de "amor"-dijo haciendo comillas en la última palabra alargándola.
-sí.
-claro que no, ahora menciona un libro que lo hayas leído de principio a fin.
-uhm... No recuerdo.
-ya lo sabía, no has leído ninguno.
-sí, pero no recuerdo su nombre.
-aja.
-el "estuche de Dorian grey"-y ella estallo en una carcajada.-¿de que te ríes?-dije de lo más serio, era el mejor libro que había leído.
-que es "el retrato de Dorian grey" genio-y su risa no paraba, y tampoco quería que lo hiciera. Me gustaba mucho cuando reía, sus ojos brillaban y se achinaban. Su sonrisa era encantadora.
Al terminar de reír se sorprendió mucho al darse cuenta que no mentía respecto al libro.
-no te creo.
-pues claro que lo he leído, es mi historia.
-¿que? -y empezó a reír-eres increíble.
-lose, no es necesario que lo digas.

-¡oh por dios! Ósea tienes un retrato de ti mismo en tu cuarto.
-pues obvio.
-¿enserio?.
-sí, estoy sin ropa, desnudo. Cuando quieras puedes ir a verlo-ella abrió mucho los ojos, y después volvió a reír.
-tonto.
-pues claro que no tengo un cuadro donde estoy desnudó, se que soy hermoso pero con mirarme al espejo todos los días es más que suficiente.
-sí hubieras dicho que de verdad tenías uno te hubiera creído.
-¿que?.
-no me mires con esa cara, tu te amas.
-es imposible no amarme, ósea mírame-ella volvió a reír y también yo. Esta era la primera vez que hablábamos más de 10 minutos.
-ahora estoy empezando a creer que de verdad tienes ese cuadro.
-¿que?-reí.
-yo se que sí existe.
-claro que no, yo hago retratos pero no de mi-iba decir algo pero se detuvo y medito por un momento sí iba a ser caso a su curiosidad de saber algo más de mi que le había sorprendido. Así que decidí dejarla con la intriga.
-¿ahora me dirás por que hoy no peleáremos?¿que es más importante que yo?
-yo, su mejor amigo-se hizo presente Benjamín como por arte de magia.
-ahí estas-dijo emocionada-ya llego.
-¿le hablaste?
-no -y el le lanzo una mirada amenazadora.
-¿que?
-pensé que ya lo habías hecho-respondió con resentimiento.
-no he tenido tiempo.
-pues ve ya, antes que se vaya.
-ya voy, pero que le puedo decir.
-sí supiera no te lo pediría.
-ya ya voy-dijo tratando de calmar las ansias de su amigo.
-pero ya -volvió a exigir este.
-ya ya , que impaciente- dijo alargando la frase y empezó a caminar. No entendía nada de lo que pasaba , sólo me había dedicado a escuchar desde que llego Benjamín y no es como que tenía que decir algo por que ellos habían charlado como sí no estuviera ahí.
-dios, que lo consiga -soltó un ruego Benjamín.
En ese momento entendí, después de todo no era tan amargada. Podía ver su cara de "que le puedo decir" al voltear a vernos cuando estaba por invadir el espacio personal de aquella chica nueva.
Su cara se me hacia conocida, pues claro. Recién había llegado hace una semana y estaba en mi clase. Habíamos hablado una que otra vez, era divertida, el tipo de chica como para pasarla bien un fin de semana.
Volví a echar una ojeada a Benjamín quien miraba con mucho cuidado, hasta se podría decir que estaba tratando de leer los labios de las dos chicas que apenas hablaban.
Entonces tuve que hacer algo por estos dos idiotas.
-dame un segundo.
-¿ah? -dijo sin comprender.
-puedo hacerlo mejor que ella.
-no se a que te refieres -dijo rápidamente.
-¡oh vamos! Es más claro que el agua, quieres con esa chica y la amargada, perdón, abril aún no ha conseguido ni que te de la hora.
-¿es tan obvio?
-ni lo preguntes.
-¿qué harás?
-definitivamente, lo que Abril no hace-rió.
-¿no será gratis?.
-me ofendes, ¿que cosas dices?.
-vamos, cosas como esas no son gratis. Mira lo que tuve que hacer-miro el cuaderno con anillos que minutos antes apenas había llegado lo había dejado sobre la mesa- y mira lo que conseguí-dijo mirando a su amiga.
Reí .
-lo mío no será tan difícil.
-ahí vamos-dijo como sí lo esperaba.
-quiero que me prestes dinero.
-sabes que no eres el primero que me lo pide.
-pues espero ser el último.
-y yo espero que me pagues-dijo para luego sacar de su bolsillo derecho su billetera. Me extendió un billete.
-¿es suficiente? -me pregunto.
-más que suficiente-dije cogiendo el billete.
-pues ve -dijo mirando en dirección a la supuesta charla de las chicas.
Sí que estaba en apuros. Espere un momento hasta que ella llegara a nosotros para después acercarme.
-es difícil-dijo a penas llego-es intimidante.
-observa y aprende -dije acomodando me la chaqueta. Ella rodó los ojos.
-¿qué harás ?
- lo que tu no has hecho.
-¿que quieren que haga?¿qué en un minuto ya tenga su número ? Eso no es fácil.
-pues claro, eres mujer, ¿no existe una confianza entre ustedes? -dijo obvio Benjamin.
-pues no es tan fácil. Además que esa confianza no se da con todas.
-que horror.
-Todo con calma, Que impacientes.
-todo con calma que impacientes-repetí sus palabras-"Pfff " ¿que es eso?-le di a entender mi falta de paciencia.
-no es fácil.
-verás que yo lo haré fácil, muy fácil.
-¿en unos minutos?
-en unos segundos mi hermano-dije con orgullo lo cual hizo sonreír a Benjamín.
-pues ve.
-en un segundo estoy de vuelta-dije para luego girar sobre mis talones e irme en dirección de la despampanante morena.
Y antes de alejarme por completo pude escuchar un susurro.
"Idiota"

*

-¿hasta ahora que tenemos?-pregunte.
-sabemos su nombre, su color favorito, su edad, que estudia , donde vive y su celular.
-creo que hemos avanzado muy bien-nos felicito Benjamín.
-¿hemos? Me suena mucho, Nosotros -dijo Abril.
Después de todo este tiempo estando juntos, aprendí a llamarla así.
- ¿nosotros? Me suena mucho, yo.-dije. Y todos empezamos a reír.
-ustedes son increíbles, quien lo diría hace unos meses peleando y llevándose como perros y gatos y ahora más unidos que nunca-dijo Santiago.
-eso quiere decir que ha pasado mucho tiempo.-dijo Matt.
-eso quiere decir que ya llegan los exámenes finales.-y Rebecca cortó la felicidad de todos. Siempre ella dando malas noticias.
-¡Jesús! Lo he olvidado.
-tranquila Abril-dijo su amigo-saldrás bien. Después de todo eres la más aplicada de todos aquí.
Ella nos miro a todos.
-tal vez, pero igual.
-vamos tranquila, sólo faltan cuatro días.
Ella abrió mucho los ojos, al parecer también había olvidado la noción del tiempo.
-¡Matt !-le regaño Rebecca.
-maldición-dijo este -sólo tranquila saldrás bien.
Todos reímos, era divertido ver como Matt trataba de ayudar a alguien y salía haciendo todo lo contrario. Como hace una semanas.
Cuando Alice, la bibliotecaria quiso pasar las enciclopedias a la última división del estante. Matt se ofreció y cuando estuvo haciendo su buen acto de caridad. Perdió el equilibrio y cayo con todos los libros al suelo. Fue de película , era una ola de más de 300 libros.
Sí no fuera por la columna que estaba en medio del gran estante, este se hubiera caído encima de Matt y no tuviera ese pequeño moretón de color morado en la mejilla izquierda sí no que estuviera en un hospital por haber sido aplastado por más de 100 kilos de puros libros .

-yo necesitare ayuda para estudiar, ¿alguien se ofrece?-dijo Rebecca.
-yo-respondió sonriente Matt.
-tu necesitas ayuda, y de la profesional-dije. Se escucharon risitas ante mi comentario.
-¡hey!-se quejó Matt.
-¿que les parece sí estudiamos todos juntos? -propuso Benjamín.
-pero ¿no será interferencia el hecho de que nosotros estamos más avanzados ?.
-todo tiene solución mi querido amigo, podemos todos encontrarnos en una casa y después de ver unas películas nos dividimos en dos grupo y estudiamos cada uno por su lado-explico Santiago.
-bien pensado-dijo Matt.
-a mi me gusta la idea, ¿que dices Abril?.
-ya, ¿pero de verdad estudiaremos?
-después de ver las películas.-respondió Santiago.
-¿y quien nos enseñara a nosotros?-pregunto Matt.
-ya se quien -respondí. Ya tenía una persona en mente.
-¿quien?.
-ya veras quien.
-me estas poniendo nervioso-dijo Matt.
-ya verán .
-¿en que casa?.
Ante la pregunta de Abril, Matt y Santiago voltearon a verme.
-¿que? ¡hey! ¡Hey! La última vez que
Estuvieron en mi casa me demore tres horas limpiándola. Jamás en mi vida quiero que eso se repita.
-vamos zayn , tu casa es enorme. Fácil podemos dividirnos y lo que habla un grupo el otro no lo podrá escuchar.
-además sí ensuciamos te ayudaremos a limpiar-lo apoyo Matt.
-eso dijeron la última vez.
-esta vez será en serio.-prometio Santiago.
-¿lo prometen?.
-lo prometemos-dijeron los dos al mismo tiempo.
-bien. Será en mi casa.