Las últimas palabras. | nahyuck - hyuckmin |

ᨓ ◞ ̑ ̑ . memories. la bicicleta.

- HAECHAN-AH ! — fue lo último que escuchó el joven de apenas siete años y el pelo rizado antes de caer al suelo, en la vieja bicicleta que guardaba su madre de cuando era pequeña.

La bicicleta era vieja. Su uso estuvo reducido por muchos años a recoger polvo en el viejo trastero de la casa de apenas tres habitaciones.

- ¿PERO TE HAS VUELTO LOCO? — gritó el pequeño chico de pelo lacio bajándose de su nueva bicicleta de montaña, dirigiéndose a su amigo, el cuál había pinchado una rueda de su bicicleta bajando por una cuesta rocosa, ( habiendo sido varias veces mencionado que era una mala idea... ) ahora se encontraba en el suelo, cubriéndose la cara y retorciéndose del dolor.

- Jaemin ah- creo que algo va mal. — masculló entre murmuros, aguantando el llanto que vendría minutos después.

- ¿Qué ocurre?, ¿Te golpeaste la cara? — dijo agachándose a intentar retirar las manos que cubrían la cara de su amigo, un esfuerzo inútil ya que el pequeño haechan, con las pocas fuerzas que tenía,  ya se sentó encima del rocoso camino.
Este le dedicó una mirada.

- Mi dedo. — volvió a mirar su mano después de dedicarle una mirada a jaemin.
El joven tenía el dedo fracturado. Doblado a la mitad.

Jaemin, el cual estaba intentando gesticular alguna palabra, fue tocado en el hombro por un apuesto muchacho, bastante alto, el cual portaba una nueva bicicleta roja y brillante.

- ¿Porqué nos param...? — no acabó la frase sin antes ver al chico agarrando su dedo, con los ojos llorosos. — ¿Haechan?

- Kun-ah.... todo fue muy rápido, y mi bicicleta paró de repente, y, y.... — no acabó su frase, la cual fue a duras penas expuesta por su voz temblorosa, sin poder desbordar un río de lágrimas.

El joven qian se quitó su casco a juego y pasó sus manos por su rostro llevándolas hasta el pelo. — Vale, espérame aquí. — Pronunció antes de bajarse de la bicicleta, la cual tenía entre sus piernas para que no tocase el suelo. — Voy a por algu-.

Sólo se pudo escuchar un ruido.
Un grito.

Resulta que la roja bicicleta, tras haber sido dejada sin apoyo, había caído encima de una de las piernas del pobre niño.
Ahora le colgaba el dedo y le sangraba la pierna.

- ¿PERO TU ERES IMBECI-? — gritó el pequeño amigo del chico herido.

- A MÍ NO ME HABLES ASÍ. — responde el mayor.

- QUIZÁS SI NO HUBIERAS TIRADO LA BICICLETA...

- QUIZÁS SI NO LE HUBIERAS INCITADO A HACERLO.

- LE ESTUVE INSISTIENDO EN QUE NO LO HICIERA.

- JODER, YA LO VEO.

Ambos peleaban por la razón.
A grito pelado.

Para cuando quisieron dejar de pelear, el pequeño hyuck ya se encontraba desmayado por la impresión de la sangre y el dolor, en el suelo.

- KUN. — gritó horrorizado jaemin antes de esconderse detrás de la espalda del mayor.

- NO ME JODAS. — gritó el mayor antes de agarrar su teléfono para pedir ayuda.

... — exclamó haechan.

. . .

Y todo se nubló en una inmensa oscuridad.

To be continued.