𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐠𝐢𝐜 𝐈𝐧 𝐘𝐨𝐮 || 𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐱 𝐎𝐜 ||

Capítulo 26

Stephen's Pov

«Me va a volver loco». 

Jugué con el lápiz deslizándolo de un lado a otro sobre la superficie de la mesa. Llevaba así un buen rato, pensando. Pero no sobre cualquier cosa al azar, sino en ella. 

La que ahuyenta mis demonios con solo una mirada, la que tiene el poder de curar cualquier malestar con aquella sonrisa llena de luz y de vida.  

No hacía mucho que me di cuenta de lo que en realidad sentía en mi interior. Sabía que estaba perdido desde el primer instante en el que rió por primera vez de manera genuina, sin ironía ni burla, de felicidad. Por mucho que quisiera evitarlo, finalmente pasó lo que tenía que pasar. 

Cada día me costaba más ocultar lo que sentía. Intentaba ser sutil, pero cuando estaba a mi alrededor, no podía estar muy alejado de ella. No sé hasta que punto se notaban mis intenciones, ya que Wong se había enterado bastante rápido y no paraba de darme la lata con el tema cada vez que estábamos solos.

Recordé cuando salió herida en el enfrentamiento con Mordo, lo que me costó aguantar las ganas de besarla estando tan cerca. Pero tuve miedo y finalmente le di un simple beso en la frente, muy a mi pesar.  

«No te puedes dar el lujo de ser egoísta, Stephen» —habló la voz de mi conciencia que rara vez intervenía en mis pensamientos, pero cuando se trataba de Avril, se manifestaba más de lo que me gustaría. 

Quería estar con ella, pero era complicado. Cometí errores en el pasado que me costaron caros a la larga, no quería que se volviera a repetir. 

Además, tampoco tenía la certeza de que mis sentimientos fueran correspondidos.

No quería hacerle daño, por eso intentaba no pasar demasiado tiempo con ella. Pensaba que alejándome iba a apaciguar las aguas, pero resultó siendo todo lo contrario. 

Cuando leía o estaba en una reunión, me sorprendía pensando en ella. En su manera de hablar, tan segura e irónica, en sus bromas, sus rabietas que la hacían parecer una niña, su sonrisa, sus ojos grises que brillaban como estrellas. Pero sobretodo, aquella mirada dulce.

La echaba de menos y hacía que quisiera estar con ella a cada rato. Aprovechando cada excusa tonta que se me ocurriera, pasando de "casualidad" allá donde se encontraba o quedándome un rato más con ella charlando, aunque solo fuera por poco tiempo.

Miré el dibujo que había al lado del lápiz. Era un retrato mío, tan realista que parecía una foto sacada en aquel instante. Sonreí al leer por milésima vez la nota detrás de la hoja. 

"Para que veas que el papel de cascarrabias no te queda y que te ves mejor con esa sonrisa tuya, aunque sea de arrogancia, te luce más" –Avril.

Si pretendía sacarme una sonrisa con aquello, lo había conseguido. Pero no se lo admitiría ni en un millón de años. 

No soy de los que dicen cursilerías, pero me había enamorado como no lo hacía en mucho tiempo.

Pero aquello no podía continuar. Si seguía escuchando lo que me decía el corazón, todo iba a acabar muy mal.  

Aunque, ¿cómo puede uno continuar su camino sin la luz que lo guía?