Izzy es una unicornio de Bosque Pererradura con un sueño, cruzar el mar en busca de el bien que la vida le robó.
Con nulo apoyo y bajas posibilidades, ella ha aprendido que tiene una sola opción: Creer en si misma y encontrar siempre el lado positiv...
Advertencia: En esta mini historia, los lugares de Equestria (Bahía Yeguamar, Bosque de la Herradura y Altos de Céfiro, es decir, los de la G5) tendrán nombres combinados con algunos países de Latinoamérica... Sin ningún motivo en particular, solamente para dar sentido al nombre del libro, no con la finalidad de burlarme de ningún país ni nada.
Más aclaraciones al final.
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Izzy
Durante mi vida he aprendido una cosa.
Las cosas siempre pueden ser complicadas, muchas veces (o casi siempre) a los demás ponys ni siquiera les importa y para rematar te tachan de loca. Se podría decir que no he sido la más apoyada por aquí.
O bueno, nadie me apoya realmente.
Pero cuando todo está mal, lo mejor es darle una sonrisa a la vida para darle a entender que no te importa y reírte de ella.
Porque no importa quien se burle, yo seré la que ría última.
Durante mi vida he aprendido a ver todo de la forma positiva...
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Eso me lleva a cuando era solo una pequeña potranca de mi Bosque Pererradura.
Recuerdo... Desde niña, siempre he sido fan de los trabajos de manualidades y similares, todo lo que las demás personas llaman basura, yo lo veo como un futuro proyecto para crear algo mucho más bonito y útil.
Claro que no todos pueden pensar igual a mi, pero eso no me haría cambiar de opinión.
Aunque por más que quisiera darme créditos, debo admitir que no hacía todo eso sola, pues aun con todo en contra, siempre hubo alguien que me apoyaba en todo lo que hacía, se trataba de un amigo de mi infancia.
Lastimosamente... Aun soy incapaz de recordar su nombre.
Sin embargo, lo que nunca olvidaré son los buenos tiempos que pasaba con el: Jugábamos juegos, me ayudaba a buscar materiales y lo que más apreciaba, el era la única persona con la que podía ser yo misma y hablar de todo lo que me pasaba por la cabeza sin miedo a ser juzgada ni corregida, porque el si me entendía.
Solíamos pasar días enteros juntos, desde los momentos mañaneros donde el me apresuraba por peinarme en la cama, hasta las bellas despedidas nocturnas antes de dormir.
Con el todo era felicidad... Hasta que un día, el solo se fue.
Hay variedad de donde escoger, pero estoy segura que ese fue el peor día de mi vida con diferencia, especialmente por lo repentino que fue, no obstante, aun en esa fea depresión mi mente no paraba de reproducir ciertas palabras que el en una ocasión me dedicó.
"Nunca dejes de ser optimista, si los otros ponys no buscan darte apoyo, entonces solo puedes confiar en ti misma"
Y desde entonces lo tengo claro, mi filosofía de vida...
