Cold Feelings || [ Binwoo +18 ]

Capítulo 79

●❯──────｢ Recuerdos ｣──────❮●

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Una fugaz mirada al espejo fue suficiente para sumirla en un abismo de autocrítica. Su autoestima, ya frágil, descendió aún más al enfrentarse a su reflejo. En el cristal, veía cada imperfección de su rostro amplificada: granos, zonas rojas, espinillas.

No había manera de ocultarlo, se consideraba fea. Era una realidad incuestionable que pesaba sobre ella, haciéndola comprender por qué la gente parecía alejarse.

—E-Está bien. —intentó sonreír, mientras se limpiaba una lagrima que estaba por descender—. Estoy bien.

Pero por más que intentara convencerse de su propia fortaleza, su mente estaba abrumada por una marea de pensamientos negativos que amenazaban con desbordarse. El vaso de su resistencia emocional se llenaba cada vez más, y sabía que estaba a punto de rebosar.

Aún así, podría soportarlo. Así como soportó los malos tratos de su familia, de quienes llamaba amigos. Podría soportarlo.

Porque tenía a Dongmin. Su presencia en su vida era como un faro en medio de la oscuridad, una promesa de esperanza que la impulsaba a seguir adelante. Si él se había fijado en ella, entonces todo estaría bien. Con él a su lado, tenía una oportunidad real de escapar del oscuro abismo en el que se encontraba atrapada. Él era su luz al final del túnel, y eso significaba que debía esforzarse aún más.

Sonrió al recordar las palabras que le dijo esta mañana.

"—Te ves bonita".

Esas simples palabras resonaban en su mente como un eco reconfortante, recordándole que no estaba sola en su lucha contra sus propias dudas y temores. Con Dongmin a su lado, sabía que podría superar cualquier desafío que se interpusiera en su camino hacia la autoaceptación y la felicidad.

Se lo dijo mientras paseaban juntos por el campamento, compartiendo risas y anécdotas. Dongmin admitió que los sapos le causaban temor, especialmente su piel pegajosa y la manera en que cerraban los ojos. Aquellas palabras le resultaron enternecedoras.

Unas hojas cayeron sobre su cabeza, y él, con gentileza, las retiró, enderezándose sobre las puntas de los pies y sacudiendo con cuidado su cabellera, sin percatarse de lo cerca que estaba de su rostro. Notó cómo ella se sonrojaba y se volteaba rápidamente, avergonzada.

¿Qué tanto puedes llegar a idealizar a una persona? Sobre todo cuando te encuentras más vulnerable que nunca. Cuando la oscuridad que te rodea te consume y quiebra con una rapidez abrumadora.

Era la tarde, nuevamente estaba junto a Dongmin.

"—¡Aléjate de él, joder! —reclamó Seojun.

—¡No lo haré! Es una buena persona, y creo que le gusto. ¡No puedes controlar con quien converso y quien no!

—¡Pero sabes lo que hizo! ¡Lo que me hizo a mi!