two. blondie bitch

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ɪ ɴ ɴ

ɪ ɴ ᴅ ᴇ ᴍ ɴ ᴇ

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II. ᴘᴇʀʀᴀ ʀᴜʙɪᴀ.

❛ 𝘌𝘯𝘵𝘳𝘢𝘴𝘵𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘩𝘢𝘣𝘪𝘵𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯, 𝘴𝘢𝘣𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘪𝘤𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴 𝘢𝘳𝘥𝘦𝘳.



Retraía, aparto la mirada de la ventana y la dejo caer sobre mis manos mientras éstas acarician la áspera tela de mis jeans. Mi madre detiene el auto y entonces sé que está mirándome fijamente, pero yo no me atrevo a levantar la cabeza.

—¿Nerviosa? —hay un atisbo de diversión en su tono de voz que no paso por desapercibido.

—Ansiosa, más bien —admito sin la más mínima pizca de ánimo. Finalmente, la miro y me atrevo a añadir—: Pero estoy segura de que sobreviviré.

Ella asiente y me regala una sonrisa al mismo tiempo que yo le devuelvo el gesto.

Tomo la manija de la puerta cuando estoy dispuesta a salir y deshacerme de toda esa tensión que había terminado por instalarse en cada una de mis extremidades de una vez por todas. Necesitaba librarme de ello y continuar con la rutina de siempre, aún cuando la cosas hubiesen cambiado abruptamente. Pongo un pie fuera del auto, y de pronto un par de dedos me sujetan de la muñeca, deteniendo mis movimientos.

Vuelco toda la atención a mi madre, con un signo de interrogación moldeando mis facciones.

—Sabes que no estoy del todo de acuerdo en que uses ese tipo de vestimenta, ¿cierto? —dice por lo bajo, señalando mi atuendo con un levantamiento de cejas—, y menos siendo este tu primer día de escuela.

Bajo la mirada y doy un breve vistazo a la blusa blanca de tirantes que se ajusta perfectamente a mi torso, resaltando mis pequeños atributos con un detallado bordado en el área del escote. No era para nada provocativa como ella parecía insinuar.

Una corta risa carente de humor se me escapa, entonces.

—Yo creo que se me ve bastante bien —menciono, encogiéndome de hombros. Ella parece hacer caso omiso de mi comentario y cubre mi pecho con los bordes del suéter tejido que llevo puesto—. ¡Mamá!, tranquila, estaré bien.

Ella suspira, no muy convencida notablemente. Aun así, vuelve a sonreírme cuando dice—: Que tengas un buen día, cariño.

—Gracias. —Ruedo los ojos al cielo, pero estoy sonriendo—. Deséame suerte.

—Siempre lo hago.

Termino de salir del auto tan rápido como puedo mientras me las ingenio para colgar la mochila en mi hombro y cerrar la puerta al mismo tiempo.

𝗶𝗻𝗱𝗲𝗺𝗻𝗲 ─ STRANGER THINGS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora