Capítulo 2: ¿Esto es real?

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Todos los presentes miraron a la entrada del gimnasio, donde se asomaban un niño preadolescente y una pequeña que parecía tener no más de 6 años. Ambos tenían el pelo negro, ligeramente ondulado, y ojos color avellana. El niño, quien había hablado, tenía un rostro serio, mientras que la niña parecía asustada y se escondía detrás de él. Tanto el profesor Takeda como el entrenador se acercaron rápidamente al par.

"¿Qué necesitan?" Preguntó el castaño con una dulce sonrisa.

"Nos perdimos. No sabemos donde estamos." El niño respondió. Ukai intentó mirar detrás del joven para poder tener ver mejor a la niñita, quien solo se intentó ocultar mejor detrás del chico.

"¿Cómo se llaman?"

"Yo soy Shota, y ella es mi hermana, Hana."

Hubo un largo silencio. Los adultos miraron a los estudiantes, quienes estaban atentos a lo que ocurría, esperando que alguno los reconociera. Sin embargo, todos se veían contrariados.

"Esta es la preparatoria Karasuno. ¿Dónde están sus padres?"

"Estábamos con ellos, pero... Queríamos ir a jugar, y nos perdimos." Los adultos se miraron con tristeza, mientras pensaban en como ayudar a los hermanos.

"Nii-chan... Tengo miedo..." Sollozó Hana. Eso terminó por derretir a Tanaka, y ablandar el corazón de Ukai.

"Tranquilos, quédense aquí en lo que pensamos como encontrar a sus padres." Los niños entraron, y Shota comenzó a mirar con curiosidad a su alrededor mientras abrazaba protectoramente a su hermana. Varios jugadores de Karasuno sonrieron con ternura al verlos.

"¿Y vamos a comenzar el partido, o no?" Kageyama reclamó en un tono aburrido, lo que provocó que los demás lo miraran con algo de reproche.

"¿No ves que hay un par de niños perdidos, Bakageyama?" La discusión atrajo la atención del par de niños, quienes voltearon a ver a los jugadores de primer año.

"Nii-chan... ¡Mira!" Exclamó la pequeña niña señalando, de repente perdiendo gran parte de la timidez que había mostrado en un inicio. Rápidamente, Hana soltó a su hermano y salió corriendo hacia ellos. Shota la siguió y ambos se detuvieron frente a Shoyo y Tobio. La niñita alzó su brazos hacia el pelinegro. "Arriba... Arriba..." Los dos estudiantes de primer año se miraron confundidos, para que después Hinata alzara a la niña en sus brazos. Pero pronto, Hana comenzó a patalear y reclamar. "¡Nooo, Ninja-chaaaaan!" Gritó extendiendo sus bracitos hacia Tobio mientras lloriqueaba. Hinata se acercó para darle a la niña, pero el pelinegro dio un paso hacia atrás.

"¿Qué?" Preguntó Kageyama frunciendo el ceño.

"Aparentemente quiere que la tomes. Tómala."

"No quiero."

"¿Podrías dejar de ser tú por 5 minutos y ser amable con ella?" Exclamó Hinata, ya nervioso con el llanto desesperado de la niña. Torpemente, Kageyama la sostuvo en sus brazos, y Hana instantáneamente se tranquilizó. Ella se acomodó en su pecho, apretando con sus pequeñas manos el suéter que llevaba puesto. Todos miraron con interés la interacción, y se acercaron a ellos.

"Te pareces mucho a papá..." Shota señaló con su vista fija en él.

"Por eso debe querer estar contigo, Kageyama." El vice-capitán le dijo con una pequeña sonrisa.

"Igual como que los tres tienen un aire."

"Sí, se parecen un poco, ahora que lo mencionan."

"Kageyama, relájate." Comenzó a decir Tanaka algo divertido al verlo tan tieso. "Es solo una niñita."

Punto de Inflexión [Oikage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora