5. CAPÍTULO

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CAPÍTULO 5

ANASTACIA

-Anas despierta -dijo Karina moviéndome levemente del hombro.

-¿qué? -le conteste entre abriendo los ojos.

-nos quedamos dormidas en el corredor.

-¿que hora es?

-son las siete de la mañana-dijo agarrando su celular.

-vamos a mi cuarto, te presto ropa -me levante de la silla que estaba, y nos adentramos a la casa, todos estaban dormidos.

-¿y Hugo ?-dijo karina mientras se cambiaba.

-según esta consiguiendo trabajo -le dije mientra yo estaba buscando ropa en mis cajones.

-desde cuando esta buscando trabajo, yo le dije a tu mamá que estaban contratando para guardia en la empresa.

Quedé frente a frente a ella -dice mi mamá que es un trabajo pesado y el ya es mayor.

-si es mayor por que se junto tu madre, ustedes necesitan dinero para tu hermana.

-lo sé, por eso busque trabajo , para su tratamiento.

-Anas no es tu obligación, tu sola obligación serías tu, tu mamá está sana y fuerte, además tu das para los alimentos de esta casa, tu eres el sustento.

-lo sé pero si yo no traigo dinero no comería mi hermana -dije empezando a desvestirme.

-pero el que come mas es Hugo.

-ya dejemos esto por la paz, por que voy a salir regañada como siempre.

-es que es...

Iba hablar cuando mi hermana se despertó.

-ya te vas -decía mientras se tallaba sus ojitos.

-si ya me voy.

-hola Karina -le dijo mi hermana a. Karina.

-hola-esta le contesto muy amable.

-ya me voy en la tarde llego.

-y vamos a la plaza.

-si.

-prometelo -dijo sacando su meñique.

-lo prometo -uní nuestros meñique en forma de promesa.

-no vamos a desayunar -pregunto Karina.

-no, ya nos vamos.

-adiós -dijo mi hermana volviendo acostar.

Cómo siempre, iba estar en la cama, me es triste ver a mi hermana haci, ver como cada día pierde fuerzas.

-vamos Anas -me dijo Karina sacándome de mis pensamientos.

-vamos.

Salimos de mi casa era un día lluvioso, íbamos por la banqueta en un silencio, cuando decidí hablar.

-y ¿como entrastes a la empresa?

-por recomendación de la señorita Amaelia

-¿pero de que trabajas?

-contadora.

Caminamos un rato mas hasta que llegamos a la empresa al entrar me encontré con la recepcionista.

-buenos días -le dije a la recepcionista, ella solo me contestó con una sonrisa.

-Anas ya me voy, nos vemos en la tarde -se despidió de beso en la mejilla.

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