Era una mañana agradable con cielo despejado y soleado. Con el decreto de visiones en paz el ejército de Sangonomiya se encontraban descansando en sus cabañas, todos menos el general que se encontraba en su despacho observando ciertas cartas que tenía sobre la mesa. Cartas escritas por personas recurriendo al canino, o mejor dicho, "Escritora anonima llamada Miss Hina".
Las personas recurrirán al general por el trabajo que le daba la señorita Yae Miko por parte de la editorial Yae y sus revistas. Ella, no conforme de hacer una versión femenina con la ayuda de un artista y alquimista de Mondstand, hizo que el pobre General se fuera disfrazando con tal de hacer algunas sesiones de fotos para promocionar el puesto de libros.
Con cierto estrés decidió tomarse un descanso y dirigirse hacia Ritou, tomando un ligero camino y barco con tal de llegar a su destino. Al llegar se dirigió directamente al puesto de comida y tomarse algunos mochis de fresa y leche de calabanda.
En el proceso de tomarse un descanso sus orejas se movieron cómo de tic tratase escuchando algún estruendo en la parte central de Ritou, alarmado se levantó de la pequeña mesa en la que se había acomodado y corrió hacia las tiendas centrales encontrándose con un Oni cuernirojo tirado en el suelo y uno de los soldados de Kujou encima suya.
-(¿Qué está pasando aquí?) -pensó el General, acercándose a la escena preparado para defender en parte del Oni.
-¡Queda arrestado por poner pósters sin permiso de la autoridad! -dijo el soldado que se encontraba encima del mayor, sabiendo que fue "bastante fácil" atraparlo, pues, sospechaba que lo hizo casi apropósito.
-¡Suéleteme! ¡No hace falta permiso para eso! -exclamó el Oni desde el suelo buscando al General con la vista hasta dar en el clavo y seguir con el "plan".
El general no aguantó el lío que estaban causando éstos dos entre las calles de Inazuma por lo que salió de la multitud uniéndose a la discusión.
-¡Basta! Simplemente puede quitar los carteles si le dejas ir sin problemas y aparte limpiar las calles, no hará falta encerrarlo. -soltó el Canino tratando de negociar con el soldado que no movió un dedo de encima.
Tras pensarlo unos minutos se levantó del mayor y retomó su lanza observando al contrario con cierta furia.
-está bien, sólo por ésta vez lo dejaré pasar, ¡Pero quiero los carteles fuera!
-¡Sí! No se preocupe. -dijo el Oni que se levantaba con tranquilidad y una sonrisa gatuna sabiendo que ya había captado la atención del Canino, o al menos eso pensó.
Cuándo lo vió alejarse decidió ir tras él con tal de pedirle las gracias por salvarle de la situación. Quería conseguir algo más de ésa situación.
-Oh, ¡Espere! ¡Perrito! -trató de llamar la atención del General.
-¿Hm? ¿Qué sucede? -preguntó, viendo al mayor observando cómo le sacaba casi cabeza y media, cosa que tuvo que alzar bastante la cabeza.
-Me gustaría darte las gracias por ayudarme hace un momento, ¿Te interesaría algo de comer para charlar? -dijo de manera confiada y amabilidad, tenía algunos temas que preguntar ya que su imagen se le hacía parecido y quería aprovechar eso.
-. . . Entonces, si quieres pagar las cosas, me pagarás los mochis que tiré con el estruendo que hicisteis. -dijo junto una pequeña sonrisa.
-¡Está bien! ¡Vamos! -sonrió ampliamente tomándolo de la mano casi arrastrándolo y empezó a caminar en dirección al puesto que anteriormente estaba el Canino tomándose un descanso.
Sacó su bolsita de Mora restante y la utilizó para pagar los Mochis anteriores y los actuales para tomar asiento y ofrecérselos.
-Ten. -dijo el Oni dejando el pequeño plato con los Mochis.
-Gracias, ¿De qué querías hablar? -preguntó mientras tomaba uno de los pequeños bollitos y los llevó a su boca con el objetivo de comer.
-Uh, ¿Tanto se me nota? Haha, me pillaste -se rascó la nuca mientras que con la otra mano la posaba en la mesa.
El General tan sólo asintió con la cabeza mientras comía, era de mala educación hablar con la boca llena por lo que optó por no hacerlo.
-Heh, está bien. No sé si te dijeron que te pareces a cierta escritora de la editorial Yae, una tal "Miss Hina". -Mencionó.
Gorou, al escuchar el nombre casi se atragantó con la comida por lo que se golpeó un par de veces en el pecho haciendo que se pasara.
-¿Estás bien? -preguntó preocupado el Oni.
-¡Perfectamente! Uhm. . . C-claro, la conozco, ¿Por qué preguntas? -el General estaba algo nervioso ya que no sabría que el mayor preguntaría por cierta mujer.
-Bueno. . . Es que hay algo que quisiera preguntarle, pero no la encuentro en ningún sitio de Inazuma y aparentemente eres la única persona que se parece a ella. ¿Eres algún familiar suyo u algo? -preguntó con curiosidad ya que había cierto parecido.
Aún que él no se daba cuenta Gorou era Miss Hina, pero por ciertos motivos el general no quería revelar la identidad, por lo que decidió mentirle.
-Uh. . . No, no soy cercano, pero me suelen preguntar si soy algo relacionado con ella. -dijo con cierto nerviosismo, comiendo.
-Me gustaría tener alguna cita con ella y poder decirle lo mucho que me gusta cómo persona, pero nunca alcanzo a verla. . . -Puso sus manos en su barbilla usándolas de apoyo para la cabeza algo desanimado.
-¿Tanto te gusta? -Más calmado preguntó tomando otro mochi, comiéndolo com tranquilidad.
-Por así decirlo, sí. Hasta le pregunté cómo hacer que mi visión brillara más y cuándo me contestó traté de contener cierta emoción que llevaba encima. -Con cierta voz de "enamorado" cerró los ojos junto una pequeña sonrisa.
-Vaya. -dijo sin más, no tenía muchas ganas de mencionar cierto tema.
Itto estaba emocionado por hablar de la señorita Miss Hina. Por parte de Gorou, estaba algo desanimado al enterarse de la situación amorosa del contrario. Ya que le gustaba el Oni de cuernos rojos y se le quitaría la ilusión cuándo se enterase de que él todo éste tiempo era la que respondía a las cartas todo éste tiempo.
-Bueno, podríamos probar de buscarla, al menos su dirección u algo. -dijo con calma, sin pensar en lo que acababa de decir.
El Oni se levantó de golpe poniendo las manos pegadas a la mesa, ilusionado junto una gran sonrisa observó al General.
-¿¡Podremos hacer eso!? -preguntó con emoción, asustando un poco la reacción al contrario.
-¿Eh? ¡Oh! Uh. . . No puedo asegurar nada. -al darse cuenta de lo que hizo no tuvo más opción que seguir con la ilusión del contrario.
Itto, por su parte la emoción se le subía a la cabeza con la ayuda del canino. Éste, no sabía lo que le esperaba pero tendría que seguirle la corriente hasta que se descubra la verdad tras la mentira, y temía por el día que llegaría.
ESTÁS LEYENDO
"Carta en la dirección equivocada. . ."
FanfictionItto al ser tan fan de Miss Hina decidió enviarle una nota conforme la invitaba a salir a cenar una noche, aún así decidió pedirle algún consejo a su gran amigo canino Gorou sobre cómo pedirle cita. En eso Gorou, sabiendo que tiene sentimientos conf...