Capítulo 21

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19 de mayo de 2021
Monte Carlo, Mónaco.

Max había invitado a sus amigos a navegar en su yate, esto con el objetivo de estar un poco más relajados para el próximo Gran Premio. Como era de esperarse, Carlos y Ángela ya iban un poco tarde, eran los únicos que faltaban, por lo que sus amigos ya estaban escribiéndoles.

— Siempre vamos tarde por tu culpa — le reprocho Ángela al piloto quien sonrió divertido.

— No te escuche quejarte hace unos minutos.

Ángela se sonrojó. Max los había citado a todos al medio día, la nueva pareja había despertado temprano y estaban en tiempo pero una cosa llevo a la otra y tuvieron un encuentro rápido en la sala del departamento donde se quedaban.

— Por eso, es tu culpa — volvió a decir Ángela sonriendo — uno debe ser más consciente en la relación y cuando estoy contigo, yo no soy...

Carlos la miro de reojo mientras estacionaba el auto, cuando lo hizo, bajo para abrirle la puerta, y la tomo de la cintura para besarla cortamente.

— ¿Tu crees que yo si tengo el control de mi mismo cuando te tengo cerca?

Ángela sonrió y se acercó a él para besarlo nuevamente. Tomados de la mano, caminaron hacia el yate de Max. La chica quedó boquiabierta al ver el enorme yate que tenía frente a ella.

— No puedo creer que este yate sea más grande que el de Charles — negó mirándolo — ustedes me hacen sentir más pobre a cada minuto.

Carlos carcajeó divertido cuando la escuchó decir aquello. Con cuidado ambos subieron al yate en donde todos sus amigos ya estaban divirtiéndose. En definitiva solo ellos faltaban. Lando al verlos se acercó a ellos.

— ¡Llegó Carlos! — exclamó feliz — con la roba amigos.

Ángela rodó los ojos divertida y se acercó para saludar a Lando con un abrazo.

— También te extrañe, querido socio.

Max en compañía de Kelly se acercaron a la pareja para saludarlos.

— Llegó la pareja del momento — sonrió Max — ella es Kelly, mi novia.

La chica sonrió en dirección a Ángela y se acercó a ella saludándola con un beso en la mejilla y un corto abrazó.

— La chica Ferrari, es un gusto conocerte — después de saludarla, miro a Carlos — felicidades, tienes una novia muy linda.

— Lo se, es preciosa — asintió Carlos mirando a su novia — ¿Y Penelope?

— Está con mi mamá.

Ángela miró alrededor. El yate era lindo, desde luego era más grande y más lujoso que el de Charles. Todo le llamaba la atención.

— Tranquila, Angie — dijo Max mirándola divertido — no se hundirá, tu novio me advirtió que tenía que hacer una exhaustiva revisión para que te dejara subir.

Ángela se sonrojó un poco. Kelly la tomó de la mano apretándola amablemente y sonrió.

— No solo a ti te da miedo — coincidió ella — veo muchas películas...

— Si, creo que igual yo.

— Su habitación es la del fondo — les indicó Max — mañana en la tarde regresamos a tierra.

— Iré a cambiarme, me meteré al mar un rato — dijo Kelly — nos vemos en un rato.

— Adiós Kelly — se despidió Angie, volteó hacia Carlos — me iré a recostar, mi amor, ¿te veo en un rato?

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