En tus encantos [Camilo x TN]

epílogo

—Óscar, ¡no tenemos todo el día!

—Claro, ¡como tú solo tienes que hacer un mínimo esfuerzo y ya estás en donde quieres!

—deja de quejarte y ven, aún no tenemos las decoraciones.

—Eso dejamelo a mí ,—el menor de los gemelos trae un par de decoraciones y las acerca a su hermano mayor.

—Perfecto, ¿cómo no se nos ocurrió antes?

...

Pedro, el mayor de los gemelos. Un niño animado y algo distraído. Tiene un cabello rizado de color oscuro con ojos verdes. Su don es teletransportación, crea un portal de color rojo y puede transportarse a sí mismo y lo que tire en el portal a donde quiera.

Óscar, el menor. Cabello rizado también a diferencia de que este lo tiene del color de su abuela Pepa, sin heredar el color de ojos. Es un poco más analítico y menos distraído, pero sin perder el toque extrovertido y animado característico de un hijo de Camilo.

...

—¿Seguiremos fingiendo que no estamos escuchando su ruidosa y nada disimulada conversación sobre esa fiesta sorpresa?

—Déjalos, es un lindo gesto que les nació, ¿no lo crees?

—Siempre y cuando no dejen hecho todo un desastre y tengamos que limpiar...

—¡Camilo!

—¿Que? ¿Olvidas lo que hicieron cuando tenían 8 años en nuestro aniversario?

—Eran solamente unos niños, Camilo...

—Fue hace dos años.

—Ah, cierto.

...

—¡Tía Isa!

—Que pasa niños.

—¿Nos ayudas a decorar la casa?

—¡Claro! Siempre y cuando no hagan un desastre...

—Nunca lo olvidarán ¿no? ,—Pedro le susurra a su hermano.

—Definitivamente no.

—Y bien... ¿Que estamos esperando?

—Mami, ¿también puedo ayudar? ,—se acerca una pequeña a Isabela.

—Claro cielo, ven Rosa, ayuda a Pedro evitar que estropee todo. Si algo sale mal procura que nadie lo vea.

—¡Hey! ,—exclamó ofendido el ojiverde.

Rosa, hija de Isabela y su esposo Felipe. 14 años de edad. Tiene el don de la invisibilidad.

—Deja de chillar Pedro, todos saben que fue tu culpa. Como sea, ve y busca a los trillizos y a Mariana para ver si nos ayudan a terminar antes.

—Mientras más ayuda mejor, yo terminé mí parte, el resto dependerá de ustedes ,—Isabela toma de los hombros a los gemelos de manera exagerada.

—Mamá, los asustas.

—Ya sé, me gusta ver sus caras de preocupación, como sea, nos vemos  ,—despeina un poco el cabello de los gemelos.

Pedro desaparece y aparece con el resto de familiares que faltaban.

—¡Pedro! ¡Mamá me estaba contando la historia de como salvó el encanto!

—¿Otra vez?

—Si, es grandiosa.