Chifuyu conocía tan bien a Keisuke, que sabía que detrás de su estoica postura y expresión, por dentro celebraba el que su hijo menor saliera del bosque en compañía de un lobo color mostaza.
-Su compañero se ve...agotado -dijo Chifuyu conteniendo la risa.
-Toshiro no se mucho mejor que digamos -respondió observando cómo su hijo menor caminaba lento, casi arrastrando las patas.
Keisuke se acercó a ellos y luego de saludarlos con una pequeña reverencia, les entregó a cada uno algo con qué cubrirse al regresar a su forma humana.
Chifuyu los felicitó por haberse encontrado, con una sincera sonrisa. Kin agradeció el gesto mientras Toshiro le ayudaba a cubrirse. El omega mayor comentó lo mucho que se parecía a Keisuke en la forma que trataba a su compañero. Los dos alfas se sonrojaron, mientras fruncían el ceño.
-¿Cuál es tu nombre, pequeño? -preguntó Keisuke aclarando su garganta mientras cambiaba de tema para evitar que Chifuyu siguiera avergonzándolos.
-...Kin Sano -dijo con una tímida sonrisa y un adorable sonrojo.
-¿Un Sano? ¡Qué sorpresa! Los cachorros que tengan serán muy fuertes -dijo Keisuke con una sonrisa socarrona dándole palmadas en la espalda a Toshiro -Serán pocos, pero esa manada tiene fuertes ejemplares... Como el hermano de su líder, ese tal Manjiro Sano es una bestia para pelear.
-Él es mi padre -interrumpió Kin en voz baja.
Keisuke y Chifuyu se miraron por unos segundos. El líder celebró elevando el puño al cielo y luego bajándolo de golpe. La manada Matsuno sería imparable en un futuro.
-Papá hay algo de lo que necesito hablar contigo -dijo Toshiro luego de pedirle a su madre que cuidara unos minutos de Kin.
El alfa mayor accedió con una gran sonrisa. Se alejaron lo suficiente para poder tener esa charla que su hijo le había pedido. Parecía ser algo serio sólo por la expresión del muchacho.
Keisuke tuvo un leve presentimiento sobre cuál sería el tema de la conversación.
-No sé cómo decirle a mamá que lo defraudé -dijo de pronto rascando su cuello -Me pidió que fuera cuidadoso con mi compañero, y que no cometiera la locura de anudarlo...
-¿Lo hiciste? -preguntó cruzándose de brazos con una expresión molesta.
El alfa asintió con su cabeza sin poder hacer contacto visual con su padre.
Le explicó cómo había sucedido. Había perdido el control de la situación luego de ayudar por segunda vez a Kin con su primer celo. La oleada de feromonas que había liberado de golpe después de tener su último orgasmo provocó que su mente se nublara. Cuando recobró el control de su cuerpo, ya estaba anudado al omega y además le había marcado.
-Creo que nuestra opinión da lo mismo en esta situación... ¿Qué fue lo que te dijo él cuando recuperaste el control? -preguntó apretando con los dedos sus propios brazos.
-Me pidió otra ronda -dijo sonrojado cubriéndose el rostro con una mano.
Keisuke comenzó a reír. Fue completamente inesperada esa respuesta. Su hijo le pedía que dejara de reírse y que le ayudara con su madre, pues era seguro que Chifuyu lo perseguiría con un palo cuando se enterara sobre lo del incidente con Kin.
-Sólo ruega que se entere cuando estés en condiciones para correr -dijo indicándole con la cabeza que debían regresar con los omegas -Esta vez no puedo salvarte de él... Antes de que lo olvide ¿Viste a tu hermano y al grandísimo idiota en el bosque?
Toshiro negó con su cabeza mientras avanzaba hacia su compañero quien le esperaba con una cálida sonrisa y los brazos abiertos. Chifuyu rió ante la ternura que el omega irradiaba en sus acciones. El chico tenía toda su aprobación.
-¡No quiero! -chillaba Yuki negándose a salir del refugio -Papá debe estar enojado, y cuando vea la marca se volverá loco.
El omega tomó consciencia de lo que habían hecho durante la noche. Con la emoción del momento de escaparse y con las hormonas revolucionadas no había pensado en las consecuencias que traería su actuar.
-Cariño, por favor -decía tratando de hacerlo salir del lugar -Tarde o temprano se enterará de todo.
-No quiero que te lastime -dijo haciendo un puchero luego de imaginarse la escena.
Kazuya lo abrazó de inmediato en cuanto vio sus ojos cristalinos. Mientras lo consolaba, creaba en su cabeza un plan para presentarse delante de Keisuke sin que éste lo intentara matar por "raptar" a su hijo consentido.
Los cuatro charlaban animadamente entre ellos. Kin les había pedido aguardar allí hasta que sus progenitores, o por lo menos su madre, aparecieran para poder presentarlos adecuadamente. De pronto Keisuke percibió en el aire el aroma característico de su cachorro mayor.
Yuki vio cómo su padre corría a toda velocidad hacia ellos, seguramente para abalanzárse contra Kazuya. Sin embargo el líder Haitani saltó contra Keisuke y lo derribó evitando así que el alfa llegara a su hijo.
El lobo rojizo había decidido interferir en esa ocasión pues sabía de qué el líder Baji no tendría piedad con Kazuya. Y Ran sabía que los gemelos no se les daba para nada bien las peleas, por lo que un enfrentamiento contra Keisuke era sentencia de muerta firmada.
El lobo negro se reincorporó casi de inmediato, gruñendo aún más molesto, fijando como su nuevo objetivo a Ran, quien caminaba lento respondiéndole con gruñidos más fuertes.
Yuki trató de evitar que Kazuya se uniera a la pelea, pero fue inútil. Ahora eran dos lobos rojizos contra su padre. Su mirada se dirigió rápidamente hacia su hermano menor. Al parecer Toshiro analizaba la situación para ver si se unía también para ayudar a Keisuke. Si aquello sucedía, sería una pelea perdida para los Haitani.
La participación de Toshiro no fue necesaria, pues Keisuke estaba ganando sin tanto percance la pelea. Había logrado sacar del combate a Kazuya y Ran estaba teniendo dificultades para seguirle el ritmo.
Un lobo gris apareció acercándose a Kazuya que era consolado por Yuki para olfatearlo y darle una pequeña lamida. Luego, como si hubiera sido planeado, en conjunto con Chifuyu se entrometieron en la pelea posicionándose delante de su correspondiente compañero. Todos sabían que las peleas se daban por terminadas cuando un omega interfería, pues causarles daño era ir contra las leyes ancestrales.
Keisuke trataba de rodear a Chifuyu para regresar a la pelea, pero el lobo blanco seguía parándose frente a él con tal de evitar que siguiera avanzando.
"Recuerda que es el compañero de vida de tu hijo... Además, Yuki lleva ya su marca, por lo que podría estar ya esperando a su cachorro... " dijo Chifuyu acariciándose contra él para impregnarlo de sus feromonas y así conseguir que se calmara del todo.
Para Keisuke aquello fue un balde de agua fría.
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Lo Salvaje en la Sangre [Tokyo Revengers] [Omegaverse]
Художественная прозаSecuela de "Salvajes por Naturaleza" Nadie dijo que la paternidad sería fácil, pero tampoco les dijeron lo rápido que los cachorros crecen. ACLARACIÓN *Los personajes de Tokyo Revengers no son de mi propiedad. Créditos a su autor* *La historia si es...