A veces se sostenía; a veces se estiraba de los hilos de su hastío. A veces estiraba sus nudos, a veces esos estirones sacaban lágrimas.
A veces se sostenía, y otras veces también; quedaba de pie mirando las lágrimas caer, y se preguntaba si entre la sal caía la verdadera tristeza.
A veces su corazón se preguntaba si sabía que estaba de luto, si sabía que tragar dolía porque su garganta estaba herida de aguantar sus gritos; el dolor no gustaba de avisar sus visitas, un poco bruto.
A veces sus pensamientos eran difíciles de callar, ¿será que alguna vez en sus noches de desvelo se le ocurrió preguntar a quién daban voz?
A veces era radiante con tan poco, otras veces también; sus ojos quedaban rojo vivo con solo palabras.
A veces extrañaba, cada día. A veces era extrañar los recuerdos; a veces era extrañar las memorias que ya no se podrían.
A veces ya no aguantaba perder, pero no sabía dejarse ir; no se sabía despedir de quien ya no existía sino en años pasados.
A veces imaginaba, cada día una escena; qué feliz le hacía la mentira. Otras veces le consumía el desprecio por no saber llorar de verdad, del entumecimiento que ya no le dejaba hablar.
A veces entendía la realidad, y la realidad le sabía a fraudes. Qué era sentir, qué era.
A veces se sostenía; a veces se estiraba del cansancio de las noches sin sueño, de las noches, de los sueños estando despierto. A veces podía llorar. Qué débil, qué débil le volvía pensar.
A veces existía, y otras veces también.
A veces su existencia dolía, y otras veces también.
Solo a veces...
Solo a veces sabía que el dolor igualaba el peso de su sentir, avalaba por el amor que siempre estaría, mostraba la magnitud de la ausencia.
Solo a veces creía. Creía que mirabas orgulloso. Mirabas sin culpar.
Solo a veces le sabían a arrepentimiento sus gotitas de sentir. Qué sería, no es así. - pregunta. - Qué sería de llegar el sábado de esa semana que se congeló en miércoles.
A veces aguantaba quedar; a veces se quedaba por ti.
A veces se quería quedar, y a veces, solo a veces, no.
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a veces
Non-FictionA veces se sostenía, otra veces también, porque no sabía cómo dejarse ir. A dos partes de la existencia que amo y duelen. Te extraño. Siempre. Siempre. Siempre.