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Kirishima parpadeaba lentamente mientras su mente iba y volvía del estado inconsciente. Primero vio unas luces rojas y azules destellando fuera de la oficina, junto con una sirena repetitiva que se le hacía insoportable.

La siguiente escena que vio fue el rostro de su jefe preocupado por él, estaban en una especie de consultorio, pero se movía, debió ser dentro de la ambulancia.

En su último parpadeo estaba siendo llevado por unos doctores rápidamente en una camilla, mientras todas las enfermeras al rededor gritaban algo sobre signos vitales, medir la presión y cosas que no entendía.

En su último parpadeo estaba siendo llevado por unos doctores rápidamente en una camilla, mientras todas las enfermeras al rededor gritaban algo sobre signos vitales, medir la presión y cosas que no entendía

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Sus párpados se sentían pesados, por lo que le resultó difícil despertar y reconocer donde estaba. Pero un leve ronquido ajeno, lo hizo volver con más facilidad a la realidad y logró incorporarse lentamente, sin terminar de creer lo que estaba viendo.

—Se-Señor... —dijo con algo de duda— Señor...Despierte —sacudió un poco al cenizo que se encontraba apoyado a un lado de la camilla, logrando despertarlo.

—Kiri... ¡Kirisima!— Katsuki se levantó rápidamente tomando por los hombros al nombrado— ¡Por qué mierda no dijiste que tenías claustrofobia!

Eijirio se mantuvo anonadado tratando de procesar lo que estaba sucediendo. Era su jefe germófobo quien ahora lo estaba tomando por los hombros, era su jefe germófobo quien se había quedado a esperarle en un hospital, era su jefe germófobo quien ahora usaba insultos como si nada... ¡¿Este era acaso su jefe?!

—¡Responde idiota! ¡¿Por qué demonios no me avisaste?! —comenzó a agitarlo por los hombros— ¡¿Sabes el susto que me diste?!

—Se- señor... ¿Se encuentra bien?

—¡¿Pero que...?! ¡Yo no soy el que está en una camilla conectado a un suero!

—Oh, es verdad...

—Deja de cambiar el tema —dijo Katsuki después de dar un suspiro frustrado, mientras se frotaba la sien— ¿Por qué no me dijiste que tenías claustrofobia?

—Traté de hacerlo... Pero ya era demasiado tarde. 

Bakugo suspiro fuertemente, sabiendo que él era el culpable de no haber dejado de Kirishima se explique y llevarlo al ascensor impulsivamente.

—Es por eso... ¿Es por eso que visitas al doctor Midoriya? —soltó finalmente el cenizo, mientras volvía a sentarse.

Kirishima se limitó a asentir levemente, manteniendo el silencio incomodo en la habitación. Quería romper ese silencio, decir algo... ¿Pero qué?

Nada, no tenía nada...

¿Qué debería decirle? Ni siquiera tenían ese nivel de confianza, para hablar de cómo fue su día o cuál era su equipo de fútbol favorito. Eran sólo un par de jóvenes que trabajan juntos en una gran empresa... Espera ¡Eso es!

Con agua y jabón |KiriBaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora