Es 2015, en 2 años me gradúo de la facultad de psicología, tengo 20 años.
Estoy de vacaciones, vine a Canadá un fin de semana.
Es diciembre, casi se acercan fiestas navideñas, voy por el centro comercial buscando regalos para mis seres queridos.
Entro a una tienda masculina -debo comprarle un regalo a mi casi algo- que, por cierto, estamos peleados ahora mismo, pero para esas fechas espero ya estar bien con él.
Hallo una camisa de Guns N Roses -a Liam le gusta mucho su música-
Mi sexto sentido se hace presente al sentir los 2 ojos clavados en mí, hago el ademán de moverme, sin embargo, presiento que me siguen con la mirada...
Volteo para encarar a la persona y mis ojos quedan como platos al notar quién es esa persona...es...JUSTIN BIEBER.
¡JUSTIN BIEBER ME ESTÁ MIRANDO!
Siento que me pongo roja como un tomate en lo que él me ofrece su mano para saludarme...¿WHATS?
Noto que, se ve diferente, digo, cualquiera es diferente a como se ve en redes sociales pero... él se ve diferente, es como si lo hiciera a propósito para que nadie note que es él, pero, vaya... yo soy su más fanática desde los 15 años, ¿cómo no voy a saber que es él?
-Hola -toma mi mano para saludarme directamente- ¿me recuerdas?
¿Recordarlo? Que yo sepa nunca lo había conocido en persona. Me estremezco al tocar su mano, dios... podría hacerlo todo el día, su mano está calientita, con este frío, es como agua en un desierto.
-Hola...emm...no, disculpa ¿te conozco?
Evito alterarme, estoy frente a mi cantante favorito, pero, si algo quiere es que nadie lo note, es comprensible, que todos te miren cansa de cierta forma.
-Soy Drew -me guiña el ojo-
Oh oh... ha notado que me puse roja de nuevo ¿Esto es real? -alguien pellízqueme, necesito saber si esto es real o estoy soñando-
-Soy Lexie -sonrío ampliamente-
Ni cuenta me di que ya no lo estoy tocando, quitó su mano, que triste...
-Mucho gusto Lexie, tú no le recuerdas pero yo si que te recuerdo...
¡DIOS! Lo dice en un tono para nada inocente, no puedo creer que esto esté pasando, quiero llorar de la emoción.
- ¿De dónde nos conocemos? -le digo, creo que mi voz suena muy aguda de lo nerviosa que estoy-
-Bueno... si no lo recuerdas no es necesario que lo sepas ahora ¿o sí?
-Oh...eh...si claro...ti-tienes razón -le sonrío ampliamente-
-¿Quieres ir a otro lado? -me dice con un tono que me llega a lugares que no quiero mencionar-
-Por supuesto -respondo más rápido de lo qie me gustaría admitir-
Toma mi mano y salimos del local. ¡Dios mio! Estoy demasiado nerviosa, no sé qué está por pasar pero considero que será de lo mejor que me ha pasado en la vida.