Capítulo 10: La elección [parte 1]

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Ya había pasado un mes desde que Leonard salió de casa de Katte. Ambos retomaron sus encuentros ocasionales y de vez en cuando ella lo invitaba a jugar juegos de mesa en la casa junto con sus demás amigos. Para el pelinegro todavía era difícil adaptarse, pero se esforzaba mucho para tener uno que otro detalle con Katte de vez en cuando. En una de sus salidas con ella finalmente tomó valor para invitarla a comer a su casa, él se sentía tan apenado por estar recuperándose un mes en casa de Katte que quería devolverle su amabilidad de alguna forma, obvio no le dijo todo lo que pensaba, solo la invitó y la pelirosa aceptó feliz.

Ese mismo día, Leonard regresó a casa y le dijo a Val que por fin consiguió invitar a Katte, la castaña estaba feliz por eso. Debido a que Katte visitaría la casa de Leonard al día siguiente, los hermanos comenzaron a planear todo para recibirla cuando de repente la conversación de desvío:

-No te preocupes hermano, no solo te ayudaré a recibirla. Con mi ayuda podrás avanzar más rápido con ella -Mencionaba Val con entusiasmo

-... ¿De qué estás hablando? -Preguntó el chico confundido

-Pues para conquistarla, acuérdate. Y luego yo soy la que olvida las cosas ¡Ja! -Val no podía perder la oportunidad para molestar a su hermano

-No estoy haciendo eso -Leonard estaba algo extrañado pero mantenía su tono serio de siempre

-... ¿Cómo de que no? ¿De qué me perdí? -Cuestionaba una confundida Val

-Ella me gusta sí, y tengo detalles con ella por lo mismo... Pero no espero nada y no quiero que me metas en un problema -Al chico le costaba un poco explicarse

-... Osea ¿Cómo? ¿No quieres que sea tu novia? -Val aún no entendía

-C-Claro que... Si -Leonard no pudo evitar sonrojarse -Pero tienes que sacarte esa idea de la cabeza, eso no puede ser... -El pelinegro regresaba a su semblante serio y tranquilo

-¿Eh?¿Por qué no? -Hasta su hermana notaba que él estaba raro

-Porque... No, no tiene sentido. Somos muy diferentes y ella no me ve así. No es necesario... -Explicaba Leonard algo apagado

-Espera un minuto... Según lo que me contaste te fue bien con ella. No te entiendo -Val seguía muy extrañada

-No debemos malinterpretar las cosas, ella es amable, pero eso no me da el derecho de pensar que tengo oportunidad con Katte. Así que procura comprenderlo -El pelinegro caminó tranquilamente hacia la cocina mientras su hermana lo seguía

-Entonces ¿No le piensas decir lo que sientes? -Reclamaba la castaña

-No. Y no quiero que intervengas en eso, sé lo que hago -Leonard revisaba el inventario sin cruzar mirada con Val

-Entonces... ¿Lo vas a dejar así? ¿Te vas a rendir? -La castaña no podía creer lo que estaba escuchando

-No necesito sugerencias -El pelinegro cerró la despensa molesto

-¿Por qué estás tan convencido de que no puedes gustarle? ¿Vas a dejar que otro llegue y te la baje? -Val ya se había molestado

-... Estás insoportable -Leonard subió a su cuarto irritado, ocultando que Val tocó un punto sensible

La castaña notó que en ese estado era imposible seguir discutiendo con él, equivaldría a lo mismo que tener un acuerdo con una pared, así que fue a su cuarto, que era un lugar desordenado, con paredes de color fiusha y morado adornadas con un montón de pósters. La castaña se recostó en la cama y reflexionó acerca de Leonard, él definitivamente estaba raro, algo andaba mal con su hermano y podía sentirlo. Katte estaría con ambos en la casa y sería la primera vez que conviven los tres juntos. Tal vez podría aprovechar la oportunidad para observar la situación y ayudar a su hermano, lo quiera o no.

Atrapado en la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora