fortieth ;; sorprendente visita.

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-Kim SungMin...

Minutos después, caminaba hacia la sala donde nuestro club tenía sus reuniones semanales desde inicios de curso. El reciente encuentro con JungKook me había dejado ciertamente desconcertada y es que, algo se había sentido muy diferente en él en ese momento, comparado a las estupideces que he recibido por su parte en veces anteriores.

Lo peor de todo, y lo que me hizo enojarme conmigo misma, fue el hecho de que internamente deseaba seguirle el juego, aunque sabía que, por mucho que yo lo notara, no había ninguna especie de sentimiento en sus palabras. Además de, claro, toda la rabia acumulada que tengo contra él por otras cosas.

Quiero suponer que haya sido un pequeño desliz del momento y nada más, no obstante, tuvo sus consecuencias y no fueron precisamente una nimiedad. Gracias a este mismo sentimiento extraño, acepté la propuesta tan ridícula que me había presentado, algo que ponía en duda mi relación con HoSeok, que al fin y al cabo no había logrado el objetivo que tenía. Por esto mismo, me atrevo a admitir que lo arruiné todo luego de haber pronunciado ese: "Bien."

¿En qué estaba pensando?

Mis amigas me esperaban en las gradas del lugar, conversando entre ellas. Faltaban diez minutos para el comienzo del encuentro y aproximadamente dos o tres chicas por llegar, por eso me acerqué a ellas, tomando asiento a su lado.

-Hola. -Saludé dirigiendo mi mirada hacia ellas, ambas me saludaron con la mano.- ¿De qué hablaban?

-EunJi me contaba de su cita. -HyoSung habló y rodó los ojos al pronunciar la palabra "cita". La mencionada soltó un bufido de molestia antes de cruzarse de brazos.- Tu hermano la invitó a pasar la noche con él en su habitación.

La realidad era que siempre tuve claro que, tarde o temprano, TaeHyung haría eso. Había tardado un poco, o quizás anteriormente ella había rechazado su invitación. Cualquiera que sea la razón de su demora, el momento ha llegado. Conozco a mi hermano y para él no significa una cita como para mi amiga, por la misma razón le advertí en el principio que no se acercara a él.

No obstante, no quiso hacer caso y gracias a ello, estamos en esta situación, la que preferiría evitar antes de que él termine por desilusionar a EunJi, como a todas y cada una desde que tengo memoria.

-Sé que te molesta que te lo digamos, pero te prometo que será la última vez que te recuerdo que TaeHyung es un idiota. -Simplemente rodó los ojos en respuesta y, como siempre, ignoró totalmente mi comentario, así que decidí parar con el tema de una vez por todas.

|......|

Una vez terminé con todas las tareas que tenía pendientes, suspiré con cansancio y me dejé caer en el sofá, relajándome por fin después de varias horas en las que había aprovechado para adelantar todo lo que debía hacer en lo que a la escuela respecta. Mi espalda dolía gracias a la posición que mantenía mientras escribía y mi cabeza también un poco, debido a lo que había estudiado.

Mi amiga y compañera de cuarto hizo acto de presencia en la sala, moviéndose rápidamente, demostrando lo ansiosa que se encontraba. Todo gracias a la salida que tendría en menos de diez minutos. Casi llegaba la hora en la que debería dirigirse hacia la habitación de TaeHyung y gracias a ello se encontraba más inquieta de lo normal.

Caminaba de un lado a otro mientras observaba en su teléfono la hora. Mis ojos la seguían por todos lados, analizando sus movimientos, aunque solamente podía pensar en lo mal que había hecho al aceptar esa cita. Aunque no me atrevería a reclamarle, al menos no después de haberle contado el error que había cometido el jueves pasado con JungKook. Ella había aceptado una salida que no debía al igual que yo había aceptado una propuesta que no debía y me lo echaría en cara si llego a reclamarle otra vez.

Quiero suponer que estamos a mano.

-Caminar de un lado a otro no hará que el tiempo pase más rápido. -Me burlé de su nerviosismo, antes de arreglar mi postura en el asiento. Ella me hizo una mueca de desagrado, para luego seguir con lo suyo.

Se puede decir que lleva en estado de ansiedad bastante tiempo. Hace más o menos una hora se encuentra mirando la hora sin descanso, además de que no ha parado de arreglar su habitación para recibir al compañero de mi hermano, quién sería el mio durante esta noche. No puedo decir que me es agradable, siempre y cuando este chico respete mi espacio personal, estaremos bien.

-¡Ya es hora! -Emocionada exclamó, en un tono de voz considerablemente alto, que logró asustarme gracias a que no me esperaba su grito.

En menos de un segundo ya tenía su mochila al hombro y se dirigió hacia la puerta. Yo la seguí, aunque mucho más lento que ella, mientras veía como se ponía a repasar todo lo que debía llevar y lo que debía arreglar. Luego se volteó a mirarme, le di una leve sonrisa.

-Cuando llegue el chico dile que no revise nada en las gavetas, ni toque lo que hay en mi tocador. -Me recordó lo que debía decirle por milésima vez en las últimas dos horas. Rodé los ojos y asentí en respuesta a su recordatorio, se despidió de mí con un pequeño abrazo antes de darse la vuelta y salir de la habitación.

-¡Suerte! -Logré desearle mientras se alejaba a pasos rápidos de la habitación. Suspiré mientras negaba con la cabeza y, al ver que todavía no llegaba el compañero de mi hermano, cerré la puerta.

Delante de la misma, me estiré algo cansada, a pesar de que no había hecho mucho el día de hoy, se acumulaba de toda la semana escolar que había tenido. Era sábado, aún así no había podido descansar mucho. En la mañana había estado ocupada con las actividades del club y había dedicado mi tarde a las tareas y trabajos pendientes de toda la semana, no quería tener atrasos en la siguiente.

Había terminado con todo a las ocho, solamente me quedaban ánimos para darme una ducha con agua caliente y acostarme a dormir, hasta mañana al mediodía ya que no me quedaba mucho que hacer, gracias a mi sacrificio hoy. Mi domingo sería dedicado enteramente a un descanso sin pausas, me relajaría durante todo el día, me lo merezco después de estos dos meses que llevo de clases, bastante estresantes a decir verdad.

Dispuesta a llevar a cabo mis anhelos, tomé camino hacia mi habitación, cuando escuché un sonido que me hizo frenar en seco en medio de mi camino. El sonido de la puerta, lo que indicaba que posiblemente se había acabado la tranquilidad del silencio en mi habitación, la llegada de ese chico desconocido para mí.

Suspiré decepcionada y me di la vuelta, para dirigirme hacia la puerta de nuevo y abrirla, quedando algo sorprendida con la persona que de encontraba detrás de esta, no sabría definir si para bien o para mal.

-Pequeña SungMin. -Mencionó con una pequeña sonrisa sarcástica en sus labios.- Que gusto verte.

Oh no...

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14/octubre/2022. Re-escrito.

-Nana.

egotistical ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora