Midas x Olvido ("El oro se derrite por ti...")

Capitulo 95: El nuevo infierno.

Santuario: Déjame ver si entendí...me estás diciendo que quieres que te consiga a un nuevo guardaespaldas.
Midas: Claro.
Santuario: Mortal, tienes a más de siete personas que fácilmente podrían ser tus secuaces.
Midas: Por supuesto, no negaré que todos son buenos en su trabajo pero...si ellos son de otra realidad, en especial Caos, debemos de hacerle saber que no estamos bromeando sobre eliminarlos de la faz de la tierra. Es por eso que te llame, tú eres alguien que puede tener ese tipo de contacto con seres de otro mundo, de otro reino o de cualquier sitio en específico.
Midas: Desoladora y tu son los indicados para traerlo.
Santuario: No se de quien hablas.
Midas: Por favor Santuario, ambos sabemos a quien me estoy refiriendo.
Santuario: Déjame pensar...
...
Santuario: Ah no, eso sí que no.
Midas: Santuario, te lo pido por favor, esto ya no es por ti si no que es por el bien de la isla.
Santuario: Midas, ¿es en serio que quieres pedirle ayuda? Ya no hemos sabido nada de él desde aquella vez que lo conocimos, ya no sabemos si sigue siendo el mismo...
Midas: El tan solo era un sujeto que fue tragado por las garras del infierno, se comportaba como alguien que siempre estaba alerta y siempre estaba ahí para cuidarnos.
Santuario: Para cuidarte, más bien. El me confesó que lo hacía porque quería tu alma, ¿es que acaso ya no lo recuerdas?
Midas: ¿Y que más da si quiere mi alma?
Santuario: ...
Santuario: Tu obsesión comienza a cruzar terrenos que no debería pasar.
Midas: Ese es mi asunto Santuario, solo hazlo y si se revela, yo mismo me encargo.
Santuario: ...
Midas: No puedo forzarte a hacerlo, es tu decisión.
Santuario: Si lo hago, voy a pensármela dos veces antes de salvarte de su fuego...¿te queda claro?
Midas: Hecho.
Santuario: Llama a Desoladora, dile que estaré en la sala de reuniones.
Santuario: Y que nadie ingrese a esa sala, no queremos que arruinen el ritual de invocación.

Santuario salió de la oficina de Midas en dirección a la sala de reuniones a preparar todo lo necesario para traer a un ser que superaba los límites de un humano promedio, sin saber la verdadera forma que este demonio tomaría para revelarse ante los dos brujos.

Desoladora: Señor Santuario, aquí estoy.
Santuario: Adelante Desoladora, pasa.- La carroñera cruzó sin más y lo primero que vio fue un pentagrama pintado en el suelo con un líquido rojo asemejado a la sangre...pero que no lo era, se asemejaba pero según las palabras del mayor era un líquido único y específico para este tipo de cosas.
Santuario: Supongo que Midas ya te lo habrá dicho.
Desoladora: Está en lo correcto, ¿cree que sea buena idea hacerlo?
Santuario: Debemos de cumplir su capricho, porque si no lo hacemos...viendo como son las cosas, quizás nos mate por desobedecerle.
Desoladora: !!!
Santuario: Disculpa las palabras pero es la verdad, desde que todo esto comenzó ya no es el Midas que todos teníamos como jefe. Ahora es alguien mandón, estricto y que raramente se preocupa por sus agentes que fueron sus amigos en cualquier momento.
Santuario: No solo lo hago por mi, si no por el bien de mi hija. Si ese desgraciado le toca un solo pelo sabiendo que ella confía demasiado en el, se las verá conmigo.
Desoladora: ...
Santuario: Discúlpame de verdad...no sé de donde saque esta ira acumulada.
Desoladora: N-No se preocupe, siento que algunos agentes poco a poco comienzan a desarrollar esa ira que usted tiene atorada. Y que no va a tardar en salir si ven algo fuera de lugar.

La carroñera ayudó con lo poco que faltaba, y una vez terminado el dibujo Santuario tomó un libro y lo ojeó hasta encontrar lo que necesitaba para hacer la invocación.
Santuario: Antes de comenzar Desoladora, quiero hacerte una pregunta...
Desoladora: Claro.
Santuario: ¿Como te sientes en esta facción? ¿Sigues sintiéndote de la misma forma como la primera vez que te presentaste en este lugar?
Desoladora: Yo...no...me siento...diferente.
Santuario: Todo cambia Desoladora, y solo debo de decirte una cosa...