Capítulo 4: Después de la noticia

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Suika despertó la mañana del 16 de julio sintiéndose todavía aturdida con toda la información que había recibido. Senku y Kohaku irían a verla a las 10:00 horas aproximadamente, porque seguramente estaban agotados por todo lo que habían tenido que hacer la noche anterior, interrumpiendo su cotidianidad. Suika tomó su teléfono y se dio cuenta que estaba casi sin batería, pero al menos pudo ver la hora: 08:23 horas. Se levantó suavemente, intentando no hacer ruido, para no despertar a Ryusui, y fue la baño, encontrándose que era sorprendentemente lujoso, e incluso le daban todos los artículos personales como "regalo de la clínica", hasta el cepillo dental.

Demoró un poco en el baño, especialmente porque le costó un poco bañarse por el dolor que tenía en el costado donde había recibido el impacto, además de que sentía una molestia en el cuello. Se sintió mareada por un momento y casi se cae al salir, pero logró envolverse en la toalla y colocarse una de las batas que le habían dejado para cambiarse, la cual usaría para la tomografía que le harían en un momento antes de dejarla irse.

Cuando salió del baño, Ryusui estaba sentado esperando a que ella saliera. Ella iba a preguntarle si había dormido bien, pero en ese momento llegó la enfermera buscándola con una silla de ruedas para ir a la tomografía. Suika se sentó en la silla de ruedas para irse con la enfermera

—Debe esperar aquí, señor, en un momento traeré de vuelta a su esposa —dijo la enfermera, y Ryusui y Suika se miraron y se sonrojaron a la vez por la confusión.

—Ella no es... —quiso decir Ryusui, pero no pudo terminar la frase, ya que la enfermera ya estaba sacando a Suika de la habitación.

Suika verdaderamente se sentía muy avergonzada después de eso.

...

Volvió luego de un rato y encontró que Senku y Kohaku estaban ya en el lugar hablando con Ryusui, que había llevado varias cajas de una pastelería y panadería bastante lujosa, por lo que la pareja de amigos de Suika se encontraba comiendo amenamente con el millonario. Se sintió un poco avergonzada, pero luego se sentó en la cama a comer con ellos, quienes le explicaron que esa era la pastelería favorita de Ryusui. Había todo tipo de cruasanes, y Ryusui explicó que no sabía qué sabor le gustaría a ella y que por eso había comprado tres de cada uno, de todo lo que había visto, además de que había varios pasteles de postre. Suika agradeció que Kohaku estuviera con ella y lo hambrienta que solía ser su amiga, porque verdaderamente no iba a poder comer tanto.

Comieron y conversaron por un rato, lo que Suika aprovechó para decirle a sus amigos lo que Ryusui le había propuesto y que lo más probable es que primero vería cómo evolucionaban las cosas para decidir si conservaba al bebé o lo daba en adopción, pero al fin y al cabo sería injusto dejarlo morir y ella no pensaba de esa forma. Tras unas horas de conversación y esperando que todos los análisis de Suika fueran concluidos, el doctor por fin la autorizó para irse, ya que no tenía nada malo, salvo los moretones y algo de dolor, para lo cual le recetó algunos medicamentos y le indicó que tenía que acudir a control ginecológico y hacer seguimiento de ella y del bebé tras el accidente. Ella asintió con tranquilidad y después entró al baño para colocarse un cambio de ropa de los que llevaba en su bolso ya que iba a quedarse donde sus amigos.

Luego de salir de la clínica y de que Ryusui terminara de pagar todo sin siquiera inmutarse al ver la cuenta, Kohaku y Senku se llevaron a Suika a la casa donde ellos vivían, que realmente estaba considerablemente alejada de la clínica que había seleccionado Ryusui. Ya en la casa de ellos, se acomodó en el cuarto de invitados, pero sabía que necesitaría ir a buscar más ropa próximamente, pues sólo tenía para unos tres días. Sin embargo, estaba tan cansada que prácticamente sólo se acostó a dormir y se despertó a las 19:30 horas porque tenía algo de hambre y oyó un bullicio extraño en la sala. Se desperezó y fue al baño de invitados antes de ir a reunirse con sus amigos.

Embarazada... ¿yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora