Aventuras para soñar y aprender

Cuento 1

Una máquina especial de fabricar sueños.

Érase una vez en una aldea donde la fantasía y la magia reinaban, pero tristemente las personas no sabían que era soñar, vivía una niña ninfa llamada Aza, - "vaya nombre peculiar"- pensaban los habitantes de la aldea, pero más peculiar era su mascota, un halcón dorado sin alas. Aza era una niña de tez negra y tenía el cabello tan negro como la noche. Ella era también muy observadora y se dio cuenta que en su aldea no existía nada ni nadie capaz de fabricar sueños. Así que un buen día decidió investigar sobre alguna máquina o conjuro especial capaz de fabricar sueños. Entonces descubrió que, si existía una máquina de los sueños, pero para encontrarla tendría que salir de su aldea y aventurarse al bosque de la magia oscura. Aza siempre ha sido una niña valiente y luchadora pero el tan solo pensar que se tendría que enfrentar al malvado mago Linol al final del camino sus piernas flaquearon y sus manos temblaron. Ella lucharía con inteligencia y astucia para poder pasar a un lugar donde encontraría todo lo necesario para fabricar su máquina de los sueños. Pasaron los días y Aza junto a su halcón dorado se fue preparando mental y físicamente para derrotar al mago Linol. Mientras Aza entrenaba toda la aldea ya sabía de su arriesgada misión, muchos la animaban y otros le decían que nunca lo lograría. Cuando llegó el gran día Aza estaba más que preparada y confiada de sus capacidades.

"Lo voy a lograr", pensó Aza preparándose para entrar al bosque y derrotar al malvado brujo. Atravesando el bosque oscuro iba viendo cosas espantosas pero la luz que sorprendentemente transmitía su halcón dorado la mantenía firme y tranquila. Llegando al final del camino pudo ver una silueta bastante aterradora y en cuanto escuchó su voz supo a quien pertenecía.

- ¿Qué tenemos aquí? Una tonta niña y su ridícula mascota. ¿Qué deseas pequeña tonta? - dijo el mago con voz burlona.

- Soy Aza Ninfa de la aldea Grecia en la montaña mayor, estoy junto a mi más fiel y valiente amigo Shin el halcón dorado sin alas. Vine a derrotarte para ir al lugar deseado y construir mi máquina especial de fabricar sueños. - vociferó Aza con voz fuerte e imponente.

- ¡JA, JA, JA! Suerte con eso niña y espero que puedas derrotarme. – exclamo con desprecio el mago Linol.

- Así lo haré- aseguró Aza confiada.

Y así comenzó la batalla que duró tres días y dos noches. Una batalla de desafíos, lógica, fuerza e inteligencia. Tres arduos días en los cuales Aza salió victoriosa. Linol era malvado, pero algo justo, así que al ver la astucia con la que Aza lo derrotó le otorgó la llave del lugar deseado. Aza se tomó una noche para descansar y al día siguiente se encaminó al lugar deseado. Al llegar la recibió un hermoso búho con blanco plumaje acompañado de otro búho más pequeño.

- Bienvenidos sean al Lugar Deseado. - dijo el búho blanco expandiendo sus alas.

- ¿Qué desean? - preguntó el búho pequeño.

- Buscamos materiales para crear una máquina especial y fabricar sueños. - contestó Aza.

Ambos búhos se miraron confundidos.

- Oh niña, para nadie es un secreto lo astuta y valiente que eres, te diré algo muy importante. No existen materiales para fabricar sueños. Los sueños son creados en nuestras mentes mientras dormimos por que son cosas o momentos que deseamos experimentar y queremos cumplir algún día. Nuestros sueños son un motivo para continuar viviendo con emoción y deseo, la única máquina capaz de fabricar sueños somos nosotros mismos. - dijo el búho blanco con suma sabiduría.

- Por eso somos una máquina especial para fabricar sueños. - culminó Aza con entendimiento.

Entonces decidió dar marcha atrás y regresar a su aldea. Cuando llego le contó a todos su aventura y lo que había descubierto. Así todos lo habitantes de la aldea fueron capaces de fabricar sus propios sueños y vivieron felices por mucho tiempo.

FIN.