Aventuras para soñar y aprender

Cuento 4

Los miedos de Tom.

Había una vez un niño que vivía aterrado por la oscuridad. Cada noche monstruos salían para alimentarse de su miedo. El niño intentaba luchar con ellos, pero el miedo que sentía era muy fuerte. ¿Lograra el niño vencer su miedo a la oscuridad o se dejara vencer? Ven y acompáñame a descubrirlo mientras te cuento esta historia para niños valientes.

Tom era un niño que dormía tranquilo todas las noches y no le temía a la oscuridad. Eso fue así hasta que Tom cumplió 7 años y sus primos lo convencieron para que escuchara historias aterradoras de monstruos que aparecían en la oscuridad. Las palabras de esas historias que daban guardadas en la mente de Tom. En las noches Tom había comenzado a escuchar sonidos extraños debajo de su cama y en el armario de su habitación. El niño muy asustado llamaba a sus padres, quienes rápido corrían a ayudarlo y Tom les contaba lo sucedido, pero ellos no le creían. Pasaban los días y Tom seguía asustado por los sonidos extraños que escuchaba y llamando a sus padres.

Los días que Tom visitaba a sus primos ellos seguían contándole historias y aunque Tom estaba aterrado de ellas seguía escuchándolas porque no quería que vieran como un miedoso. A los sonidos extraños se le sumaron pesadillas y visiones que parecían muy reales. Cada noche Tom veía como de su armario y debajo de su cama aparecían monstruos con ojos rojos y bocas con feos dientes. Estos monstruos lucían como los de las historias que sus primos contaban. Tom dejo de contarle a sus padres porque estos ya no le creían. Por eso decidió comenzar a espantar las pesadillas y monstruos como pudiera.

Tom había sido un niño saludable y lleno de energía, pero después de varios meses con pesadillas ya no lo era. Sus ojos se veían cansados y tenía círculos grises a si alrededor. Se supone que un niño con la edad de Tom solo pensara en jugar, comer y dormir los suficiente pero ya no era así, y algo muy triste era nadie parecía darse cuenta de los que a Tom le sucedía. El niño llevaba una batalla de terror que al aparecer solo lo veía él. Cada día a Tom le parecía más imposibles deshacerse de los monstruos.

La última vez que Tom le conto a sus padres ellos le dijeron que los monstruos de la oscuridad no existen y que son parte de su imaginación, pero a Tom ya todo le aprecia muy real para ser imaginario. Los primos de Tom nunca pensaron en el daño que las historias de terror podían causarle a los más pequeños como Tom. Al final Tom se dejó vencer por sus miedos y exploto convirtiéndose en humo negro, al menos eso es lo último que puedo contar de Tom.

FIN