Capitulo 4

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POV Hermione

Desperté y por instinto mi mano fue a dar a el lugar donde anoche había quedado Fred el pelirrojo que me hizo pasar una de las mejores noches de mi corta vida.

Pero en su lugar encontré un lugar vacío. Me desplomé en la cama y fue inevitable que las lagrimas comenzara a surgir, seguramente para él solo había sido un acostón más, aunque para mí significó muchísimo.

Fred no solo había sido mi primera vez, si no también mi primer beso. Y de quién me había enamorado por primera vez o al menos eso descubrí al concluir el año pasado. Cuando me defendido de Malfoy.

[Flash back]

Estaba en el campo de Quiddich, viendo cómo entrenaban los chicos. Era algo que se me había hecho costumbre pues así podía pasar mas tiempo cerca de Harry que la estaba pasando mal.

Ese día en particular, los Gryffindor tenían que compartir el campo con las serpientes de Slytherin cosa que a los leones de mi casa no les molestaba pero para esas frías serpientes si que era un problema.

Me encontraba leyendo sobre las gradas un libro sobre pociones avanzadas, debía mejorar mis conocimientos si no quería enfrentarme a un profesor Severus mas estricto que la clase anterior.

Estaba tan metida en mi mundo que no me di cuenta que Malfoy  se acerco volando con su escoba y se planto enfrente mío.

— Miren nada más lo que tenemos aquí, la sangre sucia viene a verme lucir en el campo de entrenamiento— soltó con aires de grandeza— sabes Granger, si quieres verme mas tiempo solo tienes que pedirlo— dijo guiñandome el ojo.

— Vete de aquí Malfoy, no te estoy haciendo nada, y para tu información, vine a ver a Harry— dije sin levantar la mirada de mi libro.

— Pues Potter tendrá cara de libro, porque el entrenamiento es acá, no entre tus paginas— levante la vista para verlo con ese porte de superioridad montado en su saeta de fuego.

Lo ignore y volví a mi lectura, pero al parecer era día de molestarme pues no se movió ni un centímetro de su lugar.

— ¿Sigues aquí Malfoy?— levante un poco la vista y le di una mirada cansada después de rodarle los ojos— si tanto te caigo mal, solo debes evitarme— cerré mi libro y le presté toda la atención que necesitaba para ver si asi se largaba de una vez por todas.

— Solo me preguntaba si ya le habías dicho a la comadreja de tus sentimientos por el— soltó, así sin más.

Ese comentario me tomo por sorpresa, así que me atragante con la saliva que estaba pasando. —No siento nada por Ron, no se quien te haya dicho eso, pero se equivocó — intenté sonar firme, pero en vez de eso solo salió una frase cargada de inseguridades. — Deja de estar como señora de mercado Malfoy, escuchando chismes y reproduciéndolos— me levanté tomé mis cosas, sabia que insultarlo de manera muggle era algo que lo ponia en cólera en cuestión de segundos, estaba dispuesta a irme rumbo a la biblioteca cuando escuché un grito a lo lejos.

— Ni se te ocurra Malfoy, que poco hombre de tu parte hechizar por la espalda a una dama— grito el mayor de los gemelos que se acercaba volando desde el otro lado del campo.

¿Fred había estado observando desde qué Malfoy se acercó a molestarme o solo fue una coincidencia?. No tuve tiempo de analizar el reclamo al teñido Slytherin que tenia enfrente cuando este protesto.

— Tu no te metas fotocopia, esto es entre la sangre...— no pudo terminar de decir su insulto porque ya se encontraba colgando de su escoba y sujetándose solo por los dedos. Un rapido movimiento de magía no verbal por parte del gemelo mayor causo un pequeño contratiempo en el itinerario de Malfoy el dia de hoy, que consistia basicamente en molestarme.

— Nunca Malfoy, escúchame bien NUNCA MÁS VUELVAS A LLAMARLA ASI EN MI PRESENCIA— dijo con un tono qué causó escalofríos, sus ojos se habían tornado de un negro impenetrable, daba la ilusión que se habían quedado sin vida. Su semblante que siempre era feliz y sonriente, tenia una mueca de terror, esta versión de Fred en verdad me daba miedo. Me causó escalofrios el simple hecho de presenciar aquella escena.

Malfoy no dijo nada, solo se incorporó como pudo en su escoba y se fue directo a su lado del campo.

El pelirrojo se acerco a mi lo más rápido que pudo, cambio su semblante a uno mas gentil y tierno y dijo:

— ¿Estás bien, bonita?— ahora me veía con calidez y preocupación, parpadee un poco para poder entender lo que acababa de pasar y asentí levemente.

— S-si, todo bien, gracias Fred— sonreí y el me devolvió el gesto, relajó  su postura y volvió a ser la de siempre, despreocupada y relajada.

— ¿Cómo sabes que soy Fred?— cuestionó curioso— de hecho pequeña sabelotodo, soy George y me duele que me confundas con mi hermano gemelo.  — Reí un poco

— Obvio no, sé que eres Fred porque... — pensé un poco y decidí cambiar mi respuesta— tu camiseta lo dice— solté al final.

Se intento ver que decía su camiseta por detrás, y en efecto decía Fred.

— Eres buena Mione— dijo resignado— en fin, ten cuidado con el teñido de Malfoy— me regalo un sonrisa y se fue volando a donde estaba el resto del equipo.

[Fin flash back]

Suspire recordando la primera vez que sentí que Fred se me acercó como chica, y no como la pesada amiga de Ron, que se la vivía en su casa.

Quizás todo fueron alucinaciones mías y así es como en realidad me ve. Me deshice de las cobijas, y comencé a vestirme. Tenia que bajar antes de que Ginny, o peor aun, Moll, y se dieran cuenta de lo que había hecho con el mayor de los gemelos. Con movimiento de varita acomodé todo para que no hubiera ni rastro de que estuve ahí, caminé escaleras abajo para entrar en la habitación de Ginny, y me acosté. Cuando levanté las cobijas de la cama, me di cuenta de que mi pequeño diario que había dejado en la habitación de los gemelos estaba ahí, con una nota pegada en la portada.

"Perdón, esto es tuyo.

Te lo devuelvo.

FW"

Solté un quejido que hizo que Ginny se removiera en su cama.

Como se atrevia ese pedazo de mierda a quitarme la virginidad y después actuar como si nada hubiera pasado, era un grandísimo idiota. Y lo peor, aunque quisiera odiarlo, no podía. Estaba enamorada de ese Weasley.

Ignore la nota, y me embulle en las cálidas sábanas de la cama, debía dormir un poco, según la señora Weasley, madrugaríamos.

En brazos de un WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora