Capítulo veintitrés: Sexto sentido

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- Julieta (Jimena): ¡No, amado mío! ¡¿Por que lo hiciste?! ¡¿Por que te fuiste sin mí?!

- Capuleto (Diego Millones): Será mejor que te apartes, Julieta.

- Montesco (Yadiel): Mejor deja a tu hija tranquila, Capuleto, ella amaba a mi hijo, no tenían la culpa de nada.

- Capuleto (Diego Millones): Jamás comprenderás el dolor que siento por la pérdida de mi hija.

- Montesco (Yadiel): Mi hijo también murió, y por eso te propongo la tregua.

- Julieta (Jimena): No me apartare de él, me iré con él, y lo amare hasta morir, él y yo somos libres de amarnos, y nos amaremos por toda la eternidad.

Narrador (Dalezka): Julieta se clava una daga en su pecho, y muere al lado de Romeo, quedando así unidos para toda la eternidad. Debido a todos estos hechos sucedidos, las dos familias deciden hacer una tregua, y llegar a la paz, y fue así como el amor imposible de Romeo y Julieta, logró unir a las dos familias separadas por los años. Fin.


Apenas el acto terminó, los aplausos de todos sus compañeros en el aula no se hicieron esperar.

Había sido una gran representación de Romeo y Julieta.


- ¿Puedes creer que Yadiel nos cambió y nos dejó solas en el grupo?

- Sí... sí puedo creerlo porque literalmente ayer no presentamos nada de la obra y miss Gina ya nos jaló en este proyecto. Rio la castaña. - Hablando de ayer... te noto algo rara desde ayer, ¿Qué tienes?

- ¿Rara?

- Ajá. Murmuró ella mordiendo su lápiz y desviando sus ojos a su compañero.

- Andrea. Le tomó suavemente la mejilla su amiga y la sacó de todos sus pensamientos. - Rara te noto a ti... por si te olvidaste, estoy a tu costado. Rio. - ¿A quién tanto miras?

- No, a nadie... pero estábamos hablando de ti.

- ...

- ¿Y...?

- No, no es nada, sólo tengo sueño y estoy cansada.

- Si tú lo dices...

- Sí es así. Rodó los ojos la pelinegra.

- ¿Qué haces?

- Espera. La calló ella mientras trazaba un camino invisible hacia donde apuntaban los ojos de su amiga. - ¡¿Estabas mirando a Ja-. Inmediatamente todos voltearon ante el grito.

- ¿Por que mejor no lo dices más fuerte para que se enteren los del "B" también? Rio la castaña y su amiga sólo negó.

- Sí lo hacías. Comenzó su amiga. - ¿Te gusta?

- ¿Si me gusta Jake? Estás loca... claro que no. Rio. - Apenas nos pusimos de acuerdo esa vez para hacer un proyecto juntos, es malcriado, se lleva bien con Christin, es fan de los Celtics... ¿Cómo me puede gustar un fan de los Celtics? Soy fanática de los Warriors. Tragó secamente al recordar su pasado. - En fin... ¿Cómo le puedo ayudar, señorita Reyes?

- Yo debería ayudarte a ti con Jake.

- Ni se te ocurra. Negó inmediatamente. - Me va mucho mejor así soltera... sin estar pendiente de los textos de nadie, gastar en regalos, depender emocionalmente de alguien... agh, estoy más quebrada que el mismísimo Perú. Su amiga sólo rio. - No me cansaré hasta que me digas lo que sea que te esté ocurriendo a ti.


Los mejores meses de mi vida [Secuela After the bell rings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora