El Secreto De Lee Félix [En Edición]

76

Luego de transcurrir unos minutos finalmente se encontraban en la casa del mayor quién por ahora descansaba tranquilamente sin percatarse que alguien afuera quería asesinarlo.

La casa estaba rodeada por todos lados, afortunadamente las camionetas no habían sido detectadas y todo estaba bien por ahora

Los primeros hombres que se acercarían a la entrada trasera serían los de Yeosang, así que se infiltraron por los arbustos.

Asesinaron a los primeros con solo taparles la boca y quebrarles el cuello, y prosiguieron con las armas que contenían silenciador pero al hacerlo uno de ellos que permanecia atento noto al instante que estaban siendo atacados, lo cual hizo alertarlos a todos.

Tanto Hyungwon como Hwanwoong fueron ahora quienes ingresaron por la parte principal de la casa atacando con todo lo que traían en las manos.

Claramente eran protegidos por más de sus hombres sin embargo muchos de ellos eran flanco fácil de los francotiradores que yacían por el techo de la mansión.

Al oír los disparos afuera Mark se levanto de la cama inmediatamente mirando por la ventana muy cuidadoso de no recibir una, por la pequeña luz que la luna emanaba noto a sus enemigos afuera maldiciendo por ver a los contrarios estar en su contra.

Se quitó vistiéndose como de costumbre con un saco y pantalón negro.

Tomo sus armas saliendo de la habitación con dos de los hombres que estaban en su puerta cuidándolo muy preparados.

Mientras tanto hacían llamado a todos los hombres que pudieran para reforzar el área.

San seguía a Yeosang de cerca para no perderlo de vista y que le pasara algo.

En el otro lado Hyungwon finalmente pasó a refugiarse en los muros de la entrada tratando de ingresar adentro junto con Hwanwoong.

Muchos de los que los acompañaban no llegaban y los que estaban arriba caían ya muertos.

El rubio saco una metralleta sin importarle que su camino no estuviera despejado simplemente se adentro al pasillo matando todo lo que se moviera.

—Yeosang espera!—preocupado.

No escuchaba nada más que los cartuchos salir, pasando como si de una película de acción se tratase, hombre tras hombre caía a su alrededor.

Sus balas se agotaron haciéndolo sacar dos cuernos de chivo deteniéndose justo enmedio de dos puertas abiertas con ambos brazos extendidos para disparar a ambas direcciones.

Los dos contrarios en la entrada entraron también atacando a los hombres en la sala al igual que los que salían de la cocina.

Sin embargo un joven de vestimenta negra, cabello negro que cubría un poco sus ojos, delgado, de tez blanca, con una Barrett entre sus manos le disparó a Yeosang por la espalda atravesando su pecho siendo observado por San.

Escupió sangre voltiando para mirar al tipo quién seguía en las escaleras de la mansión con una sonrisa en sus labios.

—Yeosang—corrio a él.

—Que hiciste?—anuncio Hwanwoong.

Este voltio a verlo lentamente, en lo que San sujeto a a Yeosang para evitar que se golpeara, con sus fuerzas lo recargo en la pared que había cerca tomándole la mano preocupado.

—Yeosang aguanta.

—No tiene caso San—toseo.

—Vamos Sang tienes que vivir por favor—apreto su mano.

—Eres el único hermano que la vida me dio San—debil.

—Tranquilo—anuncio para soltarlo y llamar a sus hombres con la mano.