En el parque

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"Nueva casa, Nueva ruta" fue aquello que pensé al salir de mi casa, casas de colores fríos se observa, una que otra con color cálido pero estas eran pocas, formadas en línea recta, las calles con algunas personas paseando y saludando a vecinos ya conocidos, ese no era mi caso.

Decidí pasear para acostumbrarme al lugar, mi plan: ir al parque que se supone está a tres cuadras, se de su existencia debido a que pase por ahí junto a mi padre mas no me dio tiempo para analizarlo, en mi antiguo hogar había un parque un tanto lejos a pie, pero me gustaba caminar y observar el paisaje ya conocido.

Al llegar me fijé que el parque era algo grande, se le podria considerar una plaza, había algunos niños jugando, algunos adultos mayores hablando, personas de mediana edad charlando, jugando o vigilando a sus hijos pequeños. Parece no haber algo más que resaltar, al decir que es como el parque urbano, cualquiera se lo puede imaginar.

Caminé por un rato, de cemento pasé a la vegetación, estaba viendo los alrededores hasta que llegué a una pequeña colina, ahí es donde la vi, sentada en una banca viendo al horizonte, sentada con una mirada que reflejaba tranquilidad, cabello corto hasta un poco más arriba de los hombros, ondulado y algo rebelde, castaño claro y sus ojos eran más oscuros que su cabello, tal tranquilidad reflejaba pero a la vez un misterio se asomaba.

Me quedé mirándola, a decir verdad la imagen frente a mi era preciosa.

En un momento recobré la conciencia la cual yacía perdida en su mirada, la curiosidad era grande, quizás hablar fuera una buena ídea, ella era alguien que se diferenciaba de la multitud y eso fue lo que me animó a acercarme lentamente, ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Que me considere una acosadora?

Le pregunté si me podía sentar y ella me dijo que si, no tuve que pronunciar palabra porque ella me empezó a preguntar hacerca de la impariedad de mi zapatos, "ups, nota mental: pensar en qué me pongo antes del por qué el cielo es azul" contesté en forma de escusa, ella solo rió y cambió de tema, su voz era como la de un angel, haría lo mismo que con mi canción favorita, repetirla, repetirla y repetirla.

Perdimos el tiempo bromeando sobre algunas cosas, hablamos de cualquier tema, la charla florecía tal y como lirio en primavera.

Aunque yo sentí algo inusual en mi, estaba bastante feliz demasiado alegre, un leve calor en mi mejilla y en mi garganta sentí una leve presión al igual que en mi pecho, no era ese tipo de presión por la tristeza si no una presión rara, ¿Será que estaré con fiebre o algo por el estilo?

Pasó el tiempo rápido y ya eran las cinco de la tarde me tuve que despedir de aquella chica, quería llegar temprano antes de que anochesca, ella y yo nos despedimos con la mano y me retiré sonriendo mientras tenía un leve calor en mis mejillas.

Pensativa me fui a mi hogar, el cual estaba solitario, sin más que hacer solo me dirijí a mi habitación recordando de nuevo su sonrisa, sus ojos café oscuro y de nuevo volvió ese calor en mi mejillas y esa sonrisa boba. "¿Qué me está pasando?" Pregunté en mi mente.

Algo en mí deseaba volver a ver aquella chica del parque.....

Aquella chica del parqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora