Tale 4

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Lo vi imposible, lo conocí como un brillo dentro de un mundo realmente difícil de vivir, lo aprecie con todo mi esfuerzo, me preocupo todo de su ser, me hizo sentir feliz, sin embargo...

No fui lo suficiente para estar a su lado, no estuve, no pude, me dolió, y me sigue lastimando, lo perdí. Así que trato de no pensar en él, intento no sentir más dolor en mi corazón, pero no puedo olvidar esos momentos felices...

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El sol dio sus rasgos en la iluminación de su cuarto, enormes ventanales cerrados filtraron la luz en un cálido resplandor, la cama era más del triple de su tamaño mientras se daba vuelta en la suavidad de sus mantas, al hundir su mejilla en la calidez de su almohada.

El cabello extendido, también desordenado, sin embargo, brillante en su colorido carmesí ocultaba el pequeño cuerpo de la niña con un simple vestido blanco para dormir.

"Irene-sama, ya amaneció" fruciendo sus ojos aún cerrados, negó la declaración de una de las sirvientas, el delantal blanco sobre el vestido negro, en la silueta de una mujer alrededor de los veinticinco años suspiro con sus brazos cruzados sobre su pecho, el cabello recortado por sobre los hombros en u flequillo de lado, su tono enegrecido en un oscuro pero brillante color, de ojos claros, en un celeste azulado.

"No puede dormir hasta tan tarde, recuerde que tiene que atender sus clases, además de un desayuno adecuado y de forma tranquila, no como suele hacerlo a toda prisa!"

"Hnn"

"Irene-sama..." observó la pereza de la joven al comenzar el día, pero también se vio en la obligación de ayudarla a educarse y asimilar las costumbres para que fuera una dama acordé a su posición con el tiempo.

Pero la mocosa se había vuelto muy dormilona en estos últimos meses, una etapa de la vida, concluyó para sus interiores.

Pero de lo que no debería de imponerse por sobre sus deberes, aunque si obstaculizandolos enormemente cuando la niña se perdía y se escabullia para saltarse sus tareas, hoy no debería ser diferente, liberó otro suspiro anticipando su derrota, pero un ápice de esperanza brilló en sus ojos al revisar la agenda mental en su cabeza y con eso el cronograma de alguien en su regreso después de haberse ausentado estos días, postulo una clara carta del triunfo en su poder.

"Irene-sama, acaso olvidó que hoy el regresaba?"

Como si la campana retumbara en sus oídos la forma ahora sentada en el colchón de la pequeña pelirroja, despertó en sus ojos un entusiasmo completamente ausente de cualquier pereza previa.

"Elize! Ya llegó!?" El grito desde la pequeña dio apoyo a un semblante conforme en la respuesta del rostro de la sirvienta.

"Aún no, pero debería ponerse presentable para cuando él llegue"

"Cierto! Mí ropa!" Esforzó su empujón fuera de la cama en un balanceo de pies para no tropezar al hacerlo, ladeó su cabeza en la mirada de su dormitorio, llegando a sus ojos a sus prendas, corrió a ellas mientras se despojaba de su camisolín sin ningún cuidado o delicadeza del que una dama debería tener.

Ciertamente estaba feliz por ver en la perezosa una creciente iniciativa, pero apreciaría más si fuera un poco más femenina en ese aspecto.

Masajeo levemente su frente para aceptar ciertos aspectos de la joven que fue su responsabilidad, y por ende-

"Elize! No encuentro mis botas!"

"Sisi..."

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fate of the fairyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora