Conociéndote V/JM

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Un giro argumental en la trama de STD, espero y me resulte la idea..

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*

- Si, ya en una semana espero estar por allá.. - Decía él caminando tranquilamente por la acera de la calle. - Ya sabes, a ponerme al tanto con la hacienda.

- Bueno hijo, pero dame aunque sea un día más para tener todo listo... Si nos vamos a vivir....

- Si, si mamá... - Jose Miguel llevaba una bebida en su mano, y relajado hablaba por el teléfono. - Es más, si quieres yo voy primero... Y ustedes me siguen a los días.

- ¡Me parece perfecto! Le voy a comentar a tu papá.

- Bueno mamá, te veo más luego...

- Cuídate Jose Miguel, te esperamos..

Él iba a decir algo más, cuando sintió a alguien chocar con él y tumbarle todo lo que llevaba encima. El teléfono acabó en el suelo y su bebida había caído sobre el aparato también, miró al piso y con un dejo de molestia levantó la mirada para reclamarle a aquella persona por su descuido, claro, de manera calmada como todo en él. Pero quedó sorprendido al encontrarse a una inestable mujer que se recuperaba igualmente del tropiezo.

- Oiga, ande con más cuidado. - Le dijo, pero se comió sus palabras al verla de aquella manera, aparentemente nerviosa y llorando desesperada. Pero también vio algo que no había notado, iba vestida de novia. - ¿Está bien?

Ella negó con la cabeza.

- Quiero irme de aquí... - Expresó mientras lo miraba con pena. En esos momentos su cabeza era todo un vuelco de emociones, se sentía tan desorientada. Quería ver a su prometido, y golpearlo hasta el cansancio por haberla dejado tirada en el altar. - Perdóneme, por favor..

Y siguió corriendo dejando al hombre atrás, sosteniendo el montón de tela de su vestido mientras intentaba no caerse, se encontraba tan decepcionada y perdida, la gente la observaba curiosa, con pena. La mujer se le atravesó a un taxi, buscando pararlo, pero él avanzó hasta ella y le tomó por el brazo.

- Usted no puede irse así, casi le tiran ese taxi encima.. - Añadió un preocupado Jose Miguel, sacándola de la carretera. - La puedo acompañar.

- ¡No! Déjeme ir, debo irme.. - La novia se movía inquieta y desesperada tratando de safarse de él. - Perdone lo de su teléfono... Mire, yo.. yo se lo pago....

- No, no es eso. - Dijo él. - Quiero ayudarla, en esas condiciones no puede andar así.

La mujer sólo se llevó las manos a la cabeza sin saber que hacer, y llorando llena de dolor. Aún no podía creer que Alonso la hubiese dejado ahí, no podía creer la humillación que acababa de pasar, el engaño, el hecho de que ya no se iba a casar, que en su casa una fiesta la esperaba, que ahora la gente seguro estaba detrás de ella buscándola. No sabía que hacer.

- ¿Cómo te llamas?

- Valentina...

- Bien Valentina, te puedo ayudar a tomar un taxi y acompañarte a tu casa. - El calmado hombre miró la angustia en los ojos cafés de la mujer, y sus lágrimas corridas con maquillaje. Sintió mucha pena por ella.

- No... no se... - Ella volteó a mirarlo, veía que a lo lejos salía gente de la iglesia. Pronto la verían. - ¡No quiero ir a mi casa!

Jose Miguel entró con ella a un taxi, notando que la mujer huía de aquellas personas. Le dio la dirección al conductor de su casa, sin saber muy bien si lo que hacía era lo correcto.

Lucero y Fernando [Relatos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora