𝑴𝒂𝒔𝒕𝒆𝒓 𝒐𝒇 𝑷𝒖𝒑𝒑𝒆𝒕𝒔 [𝑺𝒕𝒆𝒅𝒅𝒊𝒆]

☬ [ʀᴇᴛᴜʀɴ] ☬

━━━━━━☆•☆━━━━━━

Desperté sin aviso previo.

Escupiendo sangre.

Mi cabeza dolía, todo mi cuerpo también. Estaba lleno de mordeduras, pero estaba ¿Vivo? Lo último que recordaba era la cara de Dustin mientras lloraba.

¿Cómo es que habíamos logrado sobrevivir aquí? Porque no estaba solo, ¿O sí?

-Steve, Dustin, Nancy, Robin...- hablé temeroso mientras miraba el tráiler.

El portal por el que entré alguna vez estaba completamente cerrado, todo estaba oscuro.

Pude notar en el suelo las lanzas y escudos.

- ¿Cariño?- exclamé levantándome con pesar del sofá, tomando una de las lanzas del suelo y caminando hacia la puerta. -Dust...- salí del tráiler encontrándome con un cielo completamente rojo, para nada se veía como lo recordaba. - ¿Steve?- llamé con la lanza en mano.

-Veo que estás solo en mi mundo, Eddie- habló una voz grave y yo miré a mí al rededor.

- ¿Quién eres y qué estoy haciendo aquí?- grité mirando el cielo rojo.

-Tus amigos te han abandonado ¿No es así?

-No lo hicieron.

-Entonces ¿Dónde están?

-No me abandonaron, jamás harían eso- sentí que algo puntiagudo tocó mi hombro, y al voltear me encontré con una criatura completamente quemada y sin nariz.

Era él.

-Tus amigos han huido.

-No es cierto...

-Te han abandonado Eddie, ¿Qué hay de Steve? Él fue el primero en abandonarte y olvidarse de ti.

-Estás mintiendo- negué.

- ¿Eso crees?- sin aviso previo tocó mi cabeza con su enorme mano, y apareció una proyección.

Eran Nancy y Steve en el video club donde él trabajaba.

- ¿Entonces estás libre esta noche?

-Claro que sí Steve, para tí estoy libre cualquier día.

-Genial, pasaré por ti entonces...

Me soltó haciéndome caer al suelo.

-No es cierto- negué con ojos llorosos. -No es verdad.

-Lo has visto por tí mismo, fuiste reemplazado en menos de 4 meses, tus amigos te han abandonado, te traicionaron. Pero tú y yo no somos tan diferentes Edward, ambos éramos niños vistos como raros, diferentes; nos miraban mal- habló pasando su filosa garra por mi mejilla. -Te sacrificaste por un pueblo que te odiaba, tus amigos te abandonaron aquí, herido y medio muerto; pero yo te salvé, y si te unes a mí, Eddie, seremos indestructibles- lo miré asustado por unos segundos. - ¿Aceptas?- preguntó estirando su horrible mano.

-No- respondí firme y la sonrisa cómplice que se había formado segundos atrás en su rostro desapareció por completo.

Retrocedí aún en el suelo y cuando intenté correr, una de sus enredaderas tomó mi pierna y me arrastró hasta un tronco hecho de las mismas, me ató de piernas y brazos y Vecna se posicionó frente a mí.

-Pudimos haberlo hecho por las buenas Eddie, pero no me dejas otra opción.

Colocó su enorme garra sobre mi cabeza una vez más.