Había una vez, alguien, quien se desconoce su paradero, se desconoció su existencia y se desconoció a sí mismo, llego a caer en un pozo sin fondo, tan profundo que casi terminaría con su cordura y juicio, encontraría ahí, en toda la oscuridad y vacío, la razón de seguir adelante y cambiar.
Un día sin cambio; desolado y frío, iría de camino a casa sin ningún pensamiento, el mismo rumbo sin ningún cambio en particular; el mismo camino, las mismas casas, las mismas personas, cada paso que daba se sentía tan pesado y desganado. Saco sus llaves del bolsillo y antes de encajar la llave, su vista se nublo, dejándolo atónito. Todo se volvió oscuro y silencioso, un fuerte soplo de viento lo desoriento aún más, y sintió que cayo; a un pozo sin fondo.
Despertó en medio de a nada, asustado y con temor, trato de levantarse rápidamente, pero cayó en el intento. A lo lejos, con dificultad, casi se podía visualizar una luz tenue y vibrante, como una llama con un cierto color azulado, acercándose se poco a poco a él. Su respiración era inestable y su cuerpo no respondía al llamado de peligro, cerro sus ojos con fuerza como intento de mantener la cordura. La luz se posó a poco centímetro de él, el sintió su presencia, pero aun así no abrió sus ojos.
- Abre los ojos, no tengas miedo. Tranquilo solo es un pozo sin fondo, vacío y sin vida - se notó la pesadez en el tono de voz - ¿A caso no eres consciente de este lugar?
Poco a poco, y con un gran miedo, abrió los ojos. En su cara se notaba la confusión de las palabras del ser de luz. - ¿Pozo sin fondo? ¿Quién eres tú y por qué estoy aquí? – se notaba la genuidad en sus palabras.
-Soy Tristeza, este lugar es lo que albergas en tu interior; tu alma, que por cierto se ha desmoronado completamente- Un ligero movimiento hizo que todo el lugar se iluminara con luz azul, dando orientación. La luz dio paso a conocer el lugar, era inmenso y oscuro; con grandes estatuas alrededor, algunas eran diferentes a otras, algunas eran blancas y otras sin color. -Cada una de las estatuas representan todos los sentimientos y emociones que albergas en ti, positivas y negativas, cada una de ellas son parte de ti. Las estatuas que tienen un color blanco son las cuales están presentes siempre y las estatuas sin color son todos los sentimientos que han desaparecido, han perdido su color blanco; su vida.
- ¿Cómo es posible que estoy aquí? - Observaba con atención cada estatua.
- Gracias a que tu alma perdía su color, te trajo aquí. Realmente ya no soportaba el estado en el que se encontraba, estás aquí como última oportunidad de rescatarla.
- ¿Rescatarla, acaso esta muriendo? ¿Estoy muriendo? – El miedo y la tristeza se apoderaban de mí, la luz de Tristeza se volvía aún más brillante y azulada.
Mi cabeza miro al cielo, no se notaba un final, solo la densa oscuridad y un tenue rayo azulado. Una baja melodía se empezó a escuchar, un ser de luz comenzó a acercarse con lentitud, era de un tono verde opaco, no se notaba vibrante y con vida como Tristeza, era todavía aún más pequeño y débil.
- ¿Eres tú verdad? Te he estado esperando por mucho tiempo, Alegría y yo hemos esperado este momento, antes de que desapareciera. Soy Esperanza, el único sentimiento positivo que albergas en ti, todos se esfumaron uno por uno. Sabía que no tardarías tanto. ¡Necesitas encontrarte, encontrar a los demás, te has estado desmoronando y este lugar también, se fuerte, debes de buscar su luz, tus colores que tanto tiempo se han ido! ¡Debes de buscarlos antes de que sea tarde!
- Pero ¿cómo? realmente ya no me reconozco, ya ni se quién soy y cada día me gana aún más el cansancio, todo es igual y no puedo progresar. Desconocía que mi alma estaba perdiendo su color, ahora no se si lograre buscar a los demás. ¡No podre, no lo lograre!
- ¡Claro que sí! Ellos siguen aquí, están perdidos en la oscuridad, llámalos, conoce a cada uno y reconoce que todos somos parte de ti. Cierra los ojos y concéntrate en conectar con ellos, recuerda todos y cada uno de los momentos en lo que te han acompañado.
Tomo el valor de volver a cerrar los ojos con las palabras de Esperanza, pero sin ningún temor, sin miedo ni tristeza. Empezó a concentrarse, recordar momentos. Un fugaz recuerdo llego, el día que fue al acuario y conoció a los pingüinos, recuerda todos los sentimientos que los rodeo: felicidad, diversión y Alegría, ahí estaba Alegría, tan radiante como la recordaba. En un instante otro recuerdo lo abrazo, el día que falleció su más grande amigo; su compañero de vida, la tristeza, la ira y la depresión lo rodearon, recordó todo el dolor. Y así todos los recuerdos fueron recobrando vida, uno por uno.
Poco a poco y cada una de las estatuas recuperaron su brillo, ese brillo que habían perdido, todos los sentimientos y emociones estaban a flor de piel, el pozo se ilumino de rayos de todos los colores; morado, azul, verde, rojo, amarillo, rosa, y seguían más colores. Todos los seres de luz comenzaron a revolotear por doquier. ¡Su alma volvió a la vida!
Abrió los ojos, y presenció lo más bonito que había visto en su vida. Logró salvar su alma, logro salvarse. Conoció cada emoción, cada sentimiento y los reconoció. Fue consciente de su existencia y que todos eran él.
Volvió a la realidad, una gran sonrisa se apodero de su cara. Encajo la llave y entro a casa. Volviéndose una persona completamente diferente; Viva al fin.
-danielaaaaaaa
7, marzo 2022
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Conciencia Emocional.
Short StoryEn ese momento, en ese preciso momento cambio todo, y no se arrepentiría de las consecuencias, el entendía que no eran malas, fueron acciones que ayudaron a reanimar su alma.