Glimpse of us [Jintae/Taejin]

xxvi

Descubrieron de manera sorpresiva que Kim Namjoon se había revolcado con Jimin.

Para Taehyung no fue una sorpresa, después de todo, porque conocía a su amigo tan bien que reconoció la mirada interesada en él cuando vio a Park Jimin por primera vez.

Ese día, le había prometido algo a Tae, que Tae descartó porque odiaba las promesas.

"Voy a tenerlo, Taehyung, y tu vas a tener a tu lindo principito contigo"

Resultó ser cierto, y la bola de esperanza se removía con fuerza en el estómago del azabache en conjunto con la anticipación de lo que venía: estarían bien. Quería creer eso firmemente, porque no iba a dejar que su segunda oportunidad con Seokjin se viera arruinada en lo absoluto. Él daría todo lo que tenía y más para asegurarse de eso, él siempre supo que el lugar en el que sería feliz no era otro más que al lado de Seokjin e incluso durante el tiempo en que se vio muy imposible volver siquiera a hablar con él, Taehyung nunca perdió la esperanza.

Perdió el apetito, perdió su propia alegría, su propia alma, pero allí donde debió haber vacío, existía la esperanza de que sus sueños fueran reales, de que los anhelos más profundos de su corazón se lograran. Bogum siempre le dijo que lo lograría, y finalmente aquí estaba, a nada de tomar la mano de Jeon Seokjin de nuevo y pensar con felicidad que era suyo.

Por fin podía dejar ir su máscara. Ya no iba a ser el Kim Taehyung frío y altivo que todos idolatraban porque era exitoso e intocable. Iba a volver a ser el niño que era con Seokjin, que se reía de chistes asquerosamente aburridos y de viejo, que amaba el sonido de Jin quejándose y cómo parecía que hablaba muy rápido (casi rapeaba) cuando se enojaba, que encontraba que las manos de Seokjin tenían una adorable forma extraña pero que eso no quitaba el hecho de que eran las manos más hermosas que había visto, ni que los perfectos dientes de Jin siempre brillaban detrás de sus sonrisas y que él se permitía perder la cabeza ante los pequeños gestos adorables del menor.

—¿Estás bien con la noticia? —Taehyung intentó (quiere creer que con éxito) que su voz no sonara tan atrapada, tan angustiada.

Jin se encogió de hombros.

—Él merece ser feliz. —miró los ojos de Taehyung mientras se corregía. —Todos nosotros lo merecemos.

—¿No encuentras raro que él... esté con mi mejor amigo? ¿O folle con mi mejor amigo? Después de todo sigue siendo tu ex hace... dos semanas.

Seokjin tarareó, mientras se removía en la cocina buscando el desayuno. Una punzada de familiaridad recorrió a Taehyung, pensando que había visto muchas veces a Seokjin allí, casi como si la cocina fuera su elemento y si lo fuera no encontraba nada raro en ello: Taehyung nunca había probado comida más exquisita que la del Jeon.

—¿Es Kim Namjoon una buena persona? —terminó de mezclar la masa de harina con kimchi y se dispuso a prender el fuego para los panqueques más ricos de la existencia.

A Tae se le hacía agua la boca.

—Es el mejor.

—Entonces no me tengo que preocupar. —se encogió de hombros de nuevo. —Te diría que solté a Jimin hace tiempo, pero no estoy seguro de haberme sentido atado a él en algún momento. Él fue el único otro hombre con el que estuve, ¿sabes? Pero aún así fue complicado para mí abrirme.

—Siento que es algo por lo que debería pedirte disculpas.

—Hace dos meses atrás te lo hubiese exigido para siquiera hablar contigo, —le confesó, mientras empezaba con el primer panqueque. —pero ahora siento que tenías tus razones de peso y que me dolió algo que al final fue por mi bien. Y se siente raro.