Capítulo 8: Retroalimentación

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Pasaron varias de semanas desde que Oikawa se impuso en la casa de los Kageyama para vigilarlo después de encontrarlo corriendo cuando debía estar guardando reposo por órdenes del medico, hasta que retomó su rutina. Durante esos días, el castaño simplemente se aparecía y tomaba los libros de texto junto con sus apuntes sin preguntarle o pedirle permiso... Literalmente entraba e iba directo a registrar sus cosas. Así fue como le comenzó a dar distintos consejos para mejorar sus apuntes escritos y su método de estudio en general. Y como Oikawa jamás le pidió su opinión sobre todo ello, fue más fácil para él que aceptar abiertamente que sí quería la ayuda, sobre todo después que gracias a su colaboración pudo aprobar su examen de historia con 52... Aunque de vez en cuando igual le reclamara lo invasivo que era.

Lo que a Tobio le impactó fue que con el pasar de los días, realmente sentía que las clases no eran tan inútiles como pensaba si seguía los consejos de Tooru. Con los nuevos métodos de estudio, comenzó a entender mejor durante la clase, por lo que no necesitaba de tanto tiempo extra para tener notas decentes.

Más allá del reconocimiento de sus compañeros en Karasuno, o de los mismos profesores, pudo demostrarse a sí mismo que podía aprender otras cosas. Estaba orgulloso y las preocupaciones que lo asaltaron comenzaban a apaciguarse mientras miraba la última boleta de calificaciones que periódicamente enviaba la escuela, en la que estaba plasmado el impresionante aumento en su promedio general.

"Hola, Tobio." Apareció su madre, saliendo de su oficina aceleradamente. "Voy saliendo ahora a mi reunión ahora."

"Espera, mamá..." El chico se acercó a ella con la boleta de calificaciones y un lápiz. "Necesito que firmes la boleta de este periodo." Dicho eso, la miró expectante en tanto ella tomaba los objetos y firmaba rápidamente la hoja para después devolvérsela.

"Ahí está. Nos vemos más tarde. Te quiero." Y después de hacerle un pequeño cariño en el brazo junto a una efímera sonrisa, salió del hogar.

Kageyama se quedó inmóvil por unos segundos en lo que repasaba lo que acababa de ocurrir. Miró luego la boleta, ahora firmada, pensando en como esperaba otra reacción por parte de Akiko. Repasaba los números, una y otra y otra vez...

'Bueno... tampoco son las mejores calificaciones... Tal vez no es algo que ella considere digno de destacar...'

"¿Qué esperabas? Ella fue la mejor de su clase en su tiempo, Miwa también... Estas notas son nada para ella."

'Pero... he mejorado bastante... ¡Los mismos profesores me lo han dicho!'

"No es suficiente."

Sacudió su cabeza para terminar con esa discusión mental y, sin darse cuenta, apretó su puño por lo que terminó arrugando la boleta. Cuando lo notó, tuvo seriamente ganas de hacerla trizas, pero reprimió el impulso. A los pocos minutos, alguien estaba llamando a la puerta, por lo que dejó la boleta sobre la mesa de arrimo junto a la entrada y fue a abrirla.

"Hola, Tobio-chan." Anunció Oikawa entrando a la casa simplemente, como ya era la costumbre en el último tiempo. "Mira, lo que te traje..." Comenzó a decir rebuscando algo en su bolso, cuando la hoja sobre la mesa de arrimo llamó su atención. "Espera... ¿Estas son tus calificaciones?" El castaño se acercó con rapidez mientras sonreía, viendo que el menor empezaba a moverse para tomarlo primero. "Vaaaya, no está nada mal." Dijo manteniendo su sonrisa.

Kageyama al instante se sintió irritado, ya que tenía la seguridad de que se estaba mofando.

"Cállate." El pelinegro terminó diciendo cortante, frente a lo que Oikawa cambió su expresión instantáneamente a una de incredulidad.

"¿Qué te pasa?"

"Deja de burlarte de mí." Dicho eso, Tobio le arrebató la boleta para luego esconderla en su bolsillo.

"¿Por qué piensas que me estoy burlando de ti? Solo intenté darte un cumplido-"

"¡Mentira! ¡Son una mierda de calificaciones!"

La habitación permaneció en silencio varios minutos. Mientras Kageyama respiraba arrítmicamente después de su grito, Oikawa parecía querer decirle algo pero sin decidirse; levantó una de sus manos y abrió la boca unas tres veces antes de por fin hablar.

"Pero estás mejorando mucho..." Comenzó a decir con delicadeza. "Y lo has hecho por ti mismo con bastante esfuerzo. Eso es muy bueno... ¿No te sientes orgulloso de lo que has podido lograr en este último tiempo?"

"No- No parece ser algo para estar orgulloso..." Tobio señaló débilmente. 'Mamá no lo estaba, al menos...' Terminó en su mente.

"Pues sí lo es... En serio..." Le aseguró Tooru algo consternado y confundido. "Eso no significa que debas conformarte ahí, pero... has progresado mucho y esa es razón para que estés orgulloso, ¿bien?" El pelinegro lo miraba intentando detectar el sarcasmo es sus palabras, y al no encontrarlo comenzó a creer en la sinceridad del capitán.

"...Bien..." Susurró con timidez.

"Ok, cambio de planes..." El castaño anunció de repente. "Hay que salir a hacer algo divertido."

"¿No vamos a estudiar hoy entonces?"

"No, la verdad no creo que podamos concentrarnos, y está bien tomar un descanso de vez en cuando."

"Ok, no hay problema. Nos vemos otro día." Dijo Kageyama sin poder evitar sonar algo decepcionado, convencido que el mayor quería disfrutar de su tarde en otra parte y con otra gente, sobre todo después de como se había comportado. Sin embargo, al instante fue enfrentado a la cara de confundida de Oikawa otra vez.

"¿De qué hablas? Tú vendrás conmigo, así que ve por tus cosas." El pelinegro lo quedó mirando extrañado varios segundos, hasta que en silencio fue por su celular y documentos.

Kageyama y Oikawa caminaban en silencio por las calles. El castaño era quien dirigía, mientras el menor solo lo seguía sintiéndose algo confundido.

'¿Dónde iremos?' Se preguntaba nervioso el pelinegro. Mientras estaba concentrado en sus pensamientos, escucha un grito que lo hace detenerse.

"¡Hana!"

Punto de Inflexión [Oikage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora