Mi novio - Hanma X Kisaki

Unico

Contiene: Sexo, lenguaje inapropiado, relaciones sin protección ⚠️

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Caminaba por las calles sucias y un poco oscuras, eran las 6 pm. Se sentía asqueado y levemente asustado por caminar en aquel lugar, la parte peligrosa de su barrio. A diferencia de donde el vivía que era una de las mejores zonas del barrio, las calles eran limpias y no eran tan peligrosas.

Agradeció que no lo notarán los indigentes y chicos con pinta de ladrones. Suspiro pesadamente al ver el cartel desgastado y torcido de aquel restaurante.

Leyó nuevamente la hoja en su mano, confirmando que si era el lugar que buscaba, hizo una mueca antes de entrar al lugar. Era sencillo y humilde, tenía algunas mesas y un mural bonito que daba vista a la cocina, donde estaba un mujer adulta.

-Disculpe...- Dijo acercándose al mural.

-¡Bienvenido!, ¿que desea comer señorito?- Sonrió ampliamente, Lucía bastante agradable.

-N-No, Estoy buscando a...- Volvió a leer la hoja en su mano. -Hanma, Hanma Shuji- Dijo dándole una sonrisa a la señora que lo miró un poco sorprendida.

Justo cuando la mujer iba a hablar, entró un hombre, bastante desagradable. Llevaba la ropa sucia, al igual que sus manos en las que llevaba una botella de licor, tenía barba y su barriga sobre salía de su camisa. Kisaki no puedo evitar hacer una mueca asqueado ante la presencia de tal hombre, que se acercó al mural de inmediato poniendo nerviosa a la mujer.

-¡Vengo por mi dinero, zorra!- Escupió el hombre dejando salir aquel asqueroso olor de su boca, a tabaco y alcohol.

-N-No tengo el dinero, ayer no pude a-abrir el local- Dijo notablemente nerviosa y asustada.

El hombre se giro a Kisaki, sonriendole pervertido, Kisaki sintió náuseas y sólo desvío su mirada.

Un portazo resonó en el local, asustando a los presentes que dirigieron su mirada al chico que salía de la puerta al lado del mural. Era delgado, muy alto, su cabello negro pero con un mechón rubio, con una expresión neutra y ojos cansados. Venía vestido con una camisa ancha y una pantaloneta, en sus pies unas chanclas negras y en sus manos tatuadas se podía ver un cigarrillo.

Este debía ser a quien buscaba, pensó Kisaki.

-¿Tu de nuevo?, Viejo idiota- Soltó haciendo una mueca, caminando hacia el hombre.

-H-Hijo, n- -La mujer no terminó de hablar al ver como el chico la miraba serio, seguido de una seña indicándole que se fuera.

Kisaki estaba congelado, en su mente preguntándose si era el chico correcto. Al salir de su mente se encontró con los ojos dorados del alto, por alguna razón se sintió intimidado por aquella mirada inexpresiva.

-Yo solo vine por mi dinero, niño- Volvió hablar el desagradable hombre, retrocediendo ante la cercanía del muchacho, notándose su miedo.

-Ten tu dinero- El de cabello bicolor sacó unos billetes de su bolsillo, tirándoselos en la cara al hombre.

De inmediato este se agachó a recoger el dinero, dándole una asquerosa vista a Kisaki, que hizo una mueca al ver como los pantalones del hombre se bajaban un poco dejándolo ver parte de su trasero cubierto de vello. El alto río por lo bajo al ver la cara del chico más bajo, sonrio mientras sus ojos recorrían el afeminado y delicado cuerpo del moreno.

Tenía caderas anchas, cintura diminuta, sus muslos gruesos bajo ese pantalón ajustado, sus clavículas sobresalientes, su cuello delgado y finalmente su rostro angelical con un toque de enojo por su ceño fruncido.