Capítulo 8: Grabado a fuego

64 8 0
                                    

Hace nada, me desperté abriendo los ojos de par en par, algo raro en mí, ya que me suelo despertar con lentitud, sin ganas de empezar otro nuevo día... hoy era jueves.

Aún estaba tumbada en la cama, mirando el techo con la mente vacía. No pensaba en nada. Me encontraba absorta en los pensamientos que no tenía... supongo que pensaba en no pensar, cosa que hace que piense en algo. Aunque ahora estoy pensando en mis pensamientos de no pensar aún pensando que así lo hago.... ¡YA, DÉJALO! ¡Qué solo es por la mañana!...

Todo estaba en absoluto silencio. Notaba el pulso; cómo el corazón cada vez ralentizaba más sus latidos. Era muy agradable esa extrema tranquilidad que suponía aquel silencio.

Sentía el aire desplazándose por toda la habitación, debido a la ventana que estaba abierta. Parpadeaba despacio. Los pulmones se inundaban de aire, y acto seguido, se contraían para expulsarlo, dejando escapar suspiros en los que se reflejaba la calma y lo poco que me importaría vivir así para siempre.

Era como si los problemas hubiesen desaparecido. Habían desaparecido, o no me acordaba de ellos, aunque no haría mucho esfuerzo por estropear esos maravillosos minutos haciendo intentos por recordar. Cierro los ojos...

...Estaba claro que esa calma no duraría mucho; el silencio se vio alterado drásticamente por el infernal sonido iniciador de rutinas. Sí, ese que te despierta por las mañanas de tus sueños placenteros, solo para marcar el compás diario. Ese sonido que proviene de un chisme que se gana a pulso ser lanzado contra la pared, solo por ver como deja de joder. Sí. El despertador.

Me había despertado antes de que sonase. Toda tranquilidad se disipó en cuestión de segundos.

Como era de esperar, me sobresalté de inmediato. Las preocupaciones, o al menos la sensación de tenerlas, habían vuelto cuando el tiempo recobró su habitual forma de fluir...

"Kevin"

¿Por qué me vino eso a la cabeza? Es un nombre... ¿Sería mi nombre? Pero si es de chico... No creo que ese sea mi nombre, no tendría lógica... a no ser... Nah, no creo.

Salí de la habitación con el nombre grabado a fuego en la mente... ¿el chico nuevo?...

Él era "distinto", por no hablar de su bonita forma de entrar en mi vida. Tampoco sabía como se llamaba, pero el nombre de Kevin, supongo que me vino a la mente por alguna razón, ¿no? Nah, a lo mejor solo es porque me he acordado esta noche de ese nombre. Quién sabe si en lo más recóndito de mi ser, me gustaría ponerle ese nombre a mi futuro hijo varón... Ok, no. Pero hay que reconocer que tiene cierto encanto... Emm...

Mejor centrate en desayunar que luego llegas tarde.

Sí, eso es lo que debería ir haciendo, que ya son y... ¿veinte minutos para pensar estas tonterías? ¿En serio? Pues nada. Por lo menos aún me queda algo de tiempo para prepararme.

Between Life and DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora