𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐈𝐈: 𝐃𝐨𝐬 𝐋𝐚𝐫𝐠𝐨𝐬 𝐲 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐌𝐞𝐬𝐞𝐬

20 1 1
                                    

Año 845
Base de la Legión del Reconocimiento
8 am
Nadine Amil

Habían pasado algunas semanas desde el día de mi primera expedición, incluso podría decir que ya han pasado dos meses; dos largos y malditos meses. Se sentía eterna la recuperación, Levi se había convertido mucho más autoritario e imbécil desde el día del incidente. Todos habían creído que su carácter de mierda estaba cambiando, pero no. Solo era mucho más paranoico y explosivo; hasta por lo mas mínimo.
Y eso hacía que tuviera un ojo puesto en mí, no se me permitía salir por las noches, mi tiempo fuera de mi habitación o de enfermería estaba contado y mucho menos podía acercarme a los campos de entrenamiento.

— Muy bien Nadine, de hecho te recuperaste bastante rápido. La castaña de gafas habló tras dar un ultimo vistazo a mi torso desnudo. Con un ademán de manos me dio la orden de vestirme— Oficialmente tus días de prision Ackerman han terminado.

—No sabes cuánto supliqué por este día... — Rodé los ojos como respuesta hacia aquello último, pero no mentía en aquello. Se sentía como si estuviese tras unas rejas — Así que si se atreve a decirme algo, no tendré compasión y le romperé la car-

—Quiero ver eso... — La profunda voz y los pasos sonar por el suelo de madera me interrumpieron, giré mi vista hacia la dirección proveniente y solté un suspiro cansado por respuesta; hablando del rey de Roma.

— Si crees que por ser el comandante voy a tenerte un mínimo de respeto, déjame decirte que estás equivocado. — crucé mis brazos en un gesto de dominancia, para nada iba a permitir que su mal carácter y su rango me intimidara.

—Deberías Niña — Se inmutó a recitar solo esas dos palabras. Había posado su ser frente a mi a unos escasos centímetros; y como lo había dicho, su semblante estaba fijo en mi intentando intimidarme.

Nuestras miradas estaban conectadas en un silencioso duelo de quien podría dominar a quien, y fue así por lo menos unos largos segundos. Hasta que un carraspeo de garganta nos hizo reaccionar y girar la vista hacia donde provenía, relajando la tensión generada.

—Esto es un poco... no, bastante incómodo. Parece que entre ustedes hay un tension muy grande que parece ser algo peligrosa sacarla... así que, Nadine sigue tomando los medicamentos por lo menos dos semanas más y tu Levi... no hagas enojar a Nadine— Dicho aquello la contraria salió de aquella habitación sin antes dar un pequeño brinco por los escalofríos que recorrieron su cuerpo.

—La chica al desaparecer de mi campo de visión giré nuevamente hacia el azabache, arqueé una ceja dispuesta a hablar pero este fue más rápido — Nadine, ¿puedes acompañarme?

—¿Para Que me estés torturando con tus estupidas reglas y castigos? No gracias — Relaje mi cuerpo y me dirigí a la salida del lugar, pero un suave agarre me detuvo.

—¿Podrías por favor dejar tu estupido orgullo aún lado y seguirme? — Nuevamente lo mire y pude notar que en su mirar reflejaba cansancio y un poco de estrés. Conocía ese gesto y sabía que algo no estaba del todo bien.

—Tsk... está bien

[...]

— ¿Que es lo que necesitas Ackerman? — Deje caer mi cuerpo sobre la primera silla que se topó en mi camino y crucé mis brazos y piernas mirándolo con firmeza.

— Estuve estudiando la carpeta e incluso revisé parte de la oficina de Erwin. Y encontré esto — una carpeta de cuero vieja resbaló por toda la mesa que nos dividía, tomé la misma y revisé. — "El gran día. Año 847" ¿El gran día? — lo mire confusa y abrí la carpeta para comenzar a leer lo que contenía, al pasar de las páginas solo me generaba náuseas y un fuerte mareo que movía mi estabilidad. Cerré con brusquedad aquel portafolio y guié mi cuerpo hacia la ventana de aquel pequeño lugar. Mi cabeza había salido al exterior para recibir un poco de aire y poder controlar aquel asco generado pero fue en vano, Mi cuerpo ya había expulsado lo poco que había en mi estómago.

𝐒𝐞𝐫𝐮𝐦 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora